Intentos órficos para las letras y las bellas artes

Intentos órficos para las letras y las bellas artes

lunes, 9 de mayo de 2016

Entre estilos literarios y otras luchas...

 Mi visión sobre la actividad
Literaria en la ciudad de Lima
“farandulera y la que se niega serlo”.


No determinado por el estilo culterano o anti culterano o porque ostente accesibilidad o hermetismo. Para mí la importancia o excelencia literaria de un texto no está determinado necesariamente por qué tenga que decir “algo nuevo”, que de eso ya queda muy poco, sino más bien, por la autenticidad “de estilo” y autenticidad de “carácter literario”.
Ya muchos han comentado que es preciso separar al autor de la obra y tocar ambas por separado. Pero veo en esta presunción que parece que estuviéramos hablando de una obra de construcción, aquí nadie está construyendo una casa, ni un barco. Estamos hablando de una obra de arte, una obra literaria es eso.
Y en el arte de la palabra por más maquillaje y adornos de estructura que se ponga en el texto sale a la vista la entera personalidad y el temple del autor. Yo no he encontrado una obra literaria basada en la dicha o la autorrealización cuando el autor al escribirla pasó por un duelo.
También es preciso separar la palabra “narrador” a “Escritor”, para mí un escritor es alguien que constantemente crea recursos literarios, su aporte a la lengua es notorio por donde se mire. Lo mismo pasa con los poetas.  Mientras que un narrador fácilmente podría trabajar en cualquier periódico, revista o magacín, mientras que un escritor terminaría aburriéndose.   En lo que respecta a mi experiencia conocer a escritores y poetas que cuando conversas con ellos estás releyendo sus libros, son su obra misma, o verlos caminar o vestir, parecen su obra andante, se parecen tanto a sus personajes. Ahí se muestra lo auténtico y ese elemento es la base para poder crear algo artístico.
Mencionar algunos nombres seré acusado de que ante todo prima mi lazo amical, o que estoy sobrevalorando a alguien. Así que solo mencionaré a los que no están presentes W. Blake Jorge Luis Borges, en especial Lovecraft, y no menciono a más para no cansar a nadie.
Entonces volviendo al tema; el estilo y el carácter literario tiene que ver con la clase de persona que eres frente al mundo. Si eres una persona mezquina predilecta a menospreciar a sus semejantes, o ser pedante, o simplemente individualista. ¿Cree que esa “esencia” podrá ocultarse en el texto?  Esa sombra ¿no estará en sus personajes? Yo, lo dudo. Pero que no se confunda que ser escritor o narrador o poeta te haga mejor persona. Simplemente si eres tal o cual cosa y te dedicas a este tipo de actividades entonces en la faena misma sale ese yo tuyo. Mayor motivo para esforzarme como persona.
También algunos en el colmo de la “emoción” (que son muchos, al menos en Lima) dictaminan los temas que se deben escribir y las cosas que no se deben escribir. Y después se creen en contra del stabismentent.
Lovecraff es el mismo en todos sus cuentos que he leído, o Allan Poe, igual.  O leer entre líneas constantemente a la niña solitaria y depresiva constantemente que era Virginia Woolf. Incluso cuando contemplo los cuadros de Miró, Salvador Dalí, incluso nuestro pintor peruano F. de Szyszlo ver o mejor dicho en sus obras es ver al mismo autor repetitivamente como un discurso que se repite y te dice siempre lo mismo.
Referente a la poesía el tema es un poco más complejo, pero para dejar claro algunas cosas, cualquiera no escribe un buen poema. Y creo que el fin de la poesía como el de la literatura misma o el arte mismo debe “hermanar”. Los museos sirven para eso, que el cuadro sea visto en persona por todos.  Pregunto ¿cuántos años luz le falta al Perú para tener su primer museo de la Poesía?
No hay poema regular, tampoco existen los poemas “arjonianos” lo que hay es poemas de distintos colores, prismas, como los hay en un diamante. Todos los diamantes no son iguales.  Eso clarísimo lo tengo.  Así que para el inculto o intelectual que se atreva a presumir sobre sus escritos cuyo valor poético se vanaglorie en ostentar que se haga la pregunta a corazón ¿Soy un poeta? un poema solo sale de un poeta así que al final uno solo sabe quién es quién en esta vida.  A mi entender un poema debe conmoverte o ruborizarte o desconcertarte, normalmente, los poemas son como bombazos incluso los de largo aliento, en especial como los de Rubén Darío.   
Lo real en esta etapa de las redes sociales y los métodos de la autopublicación ha generado un “el boom e-book” (boom o auge 2000-2016) de que todo es publicable y quien asuma auto llamarse poeta, entonces la lista asciende mientras que al noble y puro arte de la poesía está siendo inundado con cada texto que a veces hasta uno siente vergüenza ajena al leerlo.  Lo que veo cierto en todo esto, es  que los primeros pasos en la poesía normalmente son muy largos, la persistencia siempre suele traer buenos resultados. Por eso sugiero paciencia y mucho trabajo literario  que esto es igual en todas las artes, exceso de trabajo y exceso de trabajo. Quiero terminar con la cita: «No te preocupes ser mejor que tus contemporáneos o por tus predecesores. Intenta ser mejor que tú mismo».  W. Faulkner



  

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