Intentos órficos para las letras y las bellas artes

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viernes, 25 de noviembre de 2016

Poema "El tigre" de William Blake

El tigre

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?


Orígenes y creacionismo: convivencia entre la bondad, el bien, la bravura  hacia el horror y la ferocidad como si representara una metáfora dirigida al ser humano. Una manera sutil  de dirigirse al hombre mismo , en su “yo poético”, devela a  la belleza que  también carga un yunque cuyo terrible condición nos hace acondicionados  con rigurosidad a  terrores,  y en esa voz exclama todo el discurso dirigiéndose a interrogar hacia un  creador  o  la divinidad responsable por tal figura bella o trágica que es según el autor: El tigre.


Enrico Diaz 


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