Intentos órficos para las letras y las bellas artes

Intentos órficos para las letras y las bellas artes

martes, 16 de febrero de 2016

Nuevo libro !!!



Copyright !!
POESÍA    PUZLE   o    EVIDENCIA
DE   LA   INCERTIDUMBRE
“para armar y desarmar”. Ya esta patentado y todos  los derechos son a nombre del autor: Enrico Manuel Diaz Bernuy.
El libro esta compuesto de 15 poemas y posee 187 páginas. A continuación un breve adelanto.
(prologado por el mismo autor) La portada esta pendiente.



****

Las fases del proceso se realizaron inicialmente sobre el papel, no usé el  programa Word del ordenador. Comencé así:
Puse un papel translucido  sobre el poema y comencé a seleccionar algunas palabras. Recorté el papel en donde había elegido las palabras y quedó como si fueran ventanas.  Esta selección no fue al azar, más bien, el poema mismo, me empezó a mostrar  otro discurso. Y con la forma de ventana que permite al lector leer otro poema pero dentro del mismo poema. Este mecanismo me ayudó a corregir por última vez el poema y encontrar una dirección más profunda.            
"Para armar y desarmar"
Además mi método permite que el poema pueda ser leído desde el final al principio y del principio al final. Hasta aquí ya hay dos formas de leer el poema y la tercera forma es usando la página en blanco con las perforaciones donde solo se pueden ver algunas palabras y estas formen otro poema  (las ventanas) .  Motivo por el cual se ha hecho en la presente edición poner en cada palabra sombreada de color gris, dado a que si recortar las páginas en blanco sobre el poema generaría dificultades técnicas a los editores. Sombreando las palabras  el lector sabrá que palabras deben leerse. La cuarta forma de leer el poema es con el uso de los cuadrantes que señala la palabra en un rectángulo, así, se leerá la cuarta manera de leer el poema dentro del mismo poema.
Este sistema permite al lector tener una mirada global del escrito dado a que en el poema encontrará diversos discursos, hecho curioso, en donde encontrará en un principio un poema de desamor como también  un poema de amor o también un poema a la soledad.      Esta clase de poesía usa título y el subtitulo siempre es el mismo: “para armar o desarmar”.
El libro titulado EVIDENCIA DE LA INCERTIDUMBRE es POESIA PUZZLE cuyo subtitulo es: “para armar y desarmar”.
El primer poema usa el título: para armar y desarmar…
Subtitulo: Poesía Puzle

Es de esta manera el desarme o reorganización del verbo con profundas conexiones en el contexto poético, en donde una de la otra pueden contrastar o reafirmar un sentimiento. Ergo ya queda en el juicio y sensibilidad del lector que llegue a  la médula del poema, mejor dicho, que encuentre las cuatro médulas que muestro en cada poema.



POESÍA PUZLE “para armar o desarmar”. Análogo a  movernos hacia arriba o hacia abajo, hacia el norte o sur, este u oeste, y los movimientos en cualquier dirección puede expresarse en términos de estos tres movimientos. Un movimiento hacia abajo es equivalente a un movimiento hacia arriba de forma negativa. Un movimiento norte-oeste es simplemente una combinación de un movimiento hacia el norte y de un movimiento hacia el oeste.
El tiempo, a menudo, es la cuarta dimensión. Es diferente de las tres dimensiones espaciales ya que sólo hay uno, y el movimiento parece posible sólo en una dirección. En el nivel macroscópico los procesos físicos no son simétricos con respecto al tiempo.


Enrico Diaz Bernuy






 POESÌA PUZLE O LA EVIDENCIA DE LA INCERTIDUMBRE
"para armar y desarmar"



PRIMER POEMA
Título: para armar y desarmar
Subtitulo: Poesía Puzle

la noche MURIÒ CON UNA SONRISA EN TUS oJOS
Y MIS LABIOS PENTRARON     LA RAIZ DE TODAS MIS
TENTACIONES  A  PESAR de todo
Y la distancia ENTRE UN JARDIN
TUS OJOS FORMÒ INFIERNOS QUE NUNCA PODRÈ
OLVIDAR
Y ese clima       de números cuadrado
Figura algo MUY
PARECIDO AL SONIDO DE TU

NOMBRe
Algo EN el medio de nosotros está presente
Y es inexpresivo sin Embargo, es el        nexo
De          la sombra y esa oscuridad CUMPLE LA MISMIDAD
DE UN DOLOR y la distancia entre un JARDIN
Y en lo inexorable de los días lo arrastramos POR
El sueño de recorrer caminos
Esto expresa constantemente LA ACUARELA INTERIROR
De nuestro pensamiento,  a  pesar de la sombra
Y QUE ESTAMOS JUNTOS NO necesariamente representa
El secreto y el CIELO de esta historia
a  pesar de la sombra    y que estamos JUNTOS
no representa que estamos UNIDOS pese a la sombra
al final nos cubre con un pensamiento
Yo no sè POR QUE ESCUCHO palabras para romper la
Distancia con algo soñado o con lo real de un recuerdo
Lo arrastramos por el sueño
yo no se por qué encuentro en cada cosa Algo ABSTRACTO
Que busca cobrar   forma de algo vivo como un Yugo en mí
Mente, Me corona con ALGO LUMINOSO PARA PROFETIZAR
Y seguir el rumbo de las formas
Sobre el tiempo que arrastramos
PERO LA FORMA NOS VIGILA…  el viaje a uno mismo
Me hizo encontrar la equis en cada cosa en el
Preciso momento cuando cierro los ojos al viaje
A uno mismo PARA
Borrar por fin LAS RUMAS DE CRUCES QUE CRUSIFICAN Y
ENSALSAN LO HUMANO
Como un yugo en mi mente en el firmamento
DE MIS PALABRAS como sutiles zurcidos sobre un sudario
El  laberinto de silencio mira y nos vigila…
plagio versátil como las miradas hipócritas que
fácilmente nos miran, como nos amamos…


SEGUNDA VISION DEL POEMA PARA ARMAR Y DESARMAR



UNA SONRISA EN TUS ojos
PENTRARON
distancia
QUE NUNCA
nosotros
ACUARELA
de la sombra
representa
esta historia
un pensamiento
Yugo
de las formas
en el firmamento
que
nos amamos…







TERCERA VISIÓN DEL POEMA PARA ARMAR Y DESARMAR


LA RAIZ DE TODAS MIS
TENTACIONES 
Y ese clima
nexo
y que estamos JUNTOS
con algo soñado o con lo real de un recuerdo
forma de algo vivo 
Y seguir el rumbo 
Me hizo encontrar 




SEGUNDO POEMA
Título: "con uno mismo"
Subtitulo: Poesía puzle.


arranca el témpano, y eso da un recorrido… Su eco
construye el sendero…, que  teje,
un frío, viviente, rumbo a un nuevo HORIZONTE
amar la primera palabra como la palabra mamá es
un golpe sutil que teje en el alma una sombra, que,
Jamás nos deja y el flagelo amador de la tendencia
de esperar sin esperar para terminar en la nada…
Amar sin razón LLENA AL ALMA DE HAMBRE COMO LA SOMBRA
De algo soñado pero que corroe, el dolor de ESPERAR
ser amado, por eso es idóneo liberarse como el paso
que deja en la arena de los sueños, De los destinos que
sueñan los poetas en la cúspide, de una montaña
con la sencilla razón de que algún día uno
vuelva amar SIN ESPERAR SER AMADO, a ello no
hay arcanos
ni Luces que den señales, nada más, que, el eterno vibrar que deja el viento… ENTRE las palabras de mi canto
, y, mi más ferviente deseo DE PERDER POR FIN LA RAZÓN
DE AMAR
Arranca el témpano un peso
, y ello, construye y destruye
TANTAS VECES sobre uno… el modo de mirar el jabón
que   nos cubre el rostro con esa sonrisa amarga que nos forzamos…
para imitar, y perdurar tantos sentimientos
Que muy pocos son los elegidos A esperar,

SEGUNDA VERSION DEL MISMO POEMA
su eco
construye
viviente, rumbo a un nuevo HORIZONTE
amar
Un golpe sutil
De la tendencia
De esperar
Amar sin razón
por eso
deja en la arena de los sueños
los poetas en la cúspide
razón de que algún
Luces
den señales,
ENTRE las palabras de mi canto
DE PERDER POR FIN LA RAZÓN
, y ello, construye y destruye
el rostro con esa sonrisa
A esperar,
tantos sentimientos

"TERCERA  VERSIÓN DEL MISMO POEMA"


Que muy pocos son los elegidos A esperar
para imitar, y perdurar tantos sentimientos
forzamos…
que   nos cubre el rostro con esa sonrisa amarga que nos
TANTAS VECES sobre uno… el modo de mirar el jabón
, y ello, construye y destruye
Arranca el témpano un peso
DE AMAR
, y, mi más ferviente deseo DE PERDER POR FIN LA RAZON
deja el viento… ENTRE las palabras de mi canto
ni Luces que den señales, nada más, que, el eterno vibrar que
hay arcanos
vuelva amar SIN ESPERAR SER AMADO, a ello no
con la sencilla razón de que algún día uno
sueñan los poetas en la cúspide, de una montaña
que deja en la arena de los sueños, De los destinos que
ser amado, por eso es idóneo liberarse como el paso
De algo soñado pero que corroe, el dolor de ESPERAR
Amar sin razón LLENA AL ALMA DE HAMBRE COMO LA SOMBRA
de esperar sin esperar para terminar en la nada…
Jamás nos deja y el flagelo amador de la tendencia
un golpe sutil que teje en el alma una sombra, que,


amar la primera palabra como la palabra mamá es
un frío, viviente, rumbo a un nuevo HORIZONTE
construye el sendero…, que teje,

arranca el témpano, y eso da un recorrido… Su eco














LA TORMENTA OCULTA
Subtitulo: Poesía Puzle


La iluminación de la noche es la locura de las estrellas y en ese amor  más allá de esta  piel la noche es inmensa como un adiós.
El amor a la nada está en mis poros y sobre este firmamento la sombra de un dibujo perpetuo entre las acuarelas todo orden queda un solo matiz como la misma noche que cubre las miradas de esos corazones que se aferran a la distancia, así se extraña, y así alguien se ama.
Entre estos destinos hubo en mi infancia unas letras que amé y mi maestra recta y dulce como un vuelo (vuelos) también como un paracaídas de mi infancia o como la escritura que hallé  en el mar o los mensajes del abismo
como un suspiro en un latido en la poesía que recorre mi mente entre la mente de tantas personas entre tantos divorcios.
Sé que En esos momentos la sangre deja de ser de uno y de la nada aparece un orfebre, en esos silencios surgen polvos divinos del laboratorio para armar los nuevos inicios.
Todo se vuelve arte y las perlas mas imperfectas son como lágrimas de felicidad con tal triunfo se coronan las montañas de un hasta luego. O como la palabra amigo o amiga son cúspides  de nácar que crecen entre esas alturas con el mismo latido de lo perenne.
Toda eternidad siempre siembra la espiral de una estrella luminosa sobre cada ser y ese espejo es la verdad, algunos tronos carecen de verdad en su vida otros vivimos en la dicha con tales diseños  luminosos o contemplar los engaños con sabiduría y paciencia.
«Lavanda, era el sueño de mi infancia»…
y la irrupción del todo trajo
consigo un destino errante en el núcleo de mi pensar.
Hoy  todo se da, y es el esfuerzo perpetuo del verso firme como una musa desnuda,  así es (en) el  día de la lucidez
con  presentes del pasado en el umbral de un sueño
donde mi mirada lo dice todo
sobre el pasado de mi esfuerzo
y el secreto de mi futuro.
Así permanezco con la careta frente a los monstruos
para librarme del todo,  solo.
Y solo con mi esfuerzo,
y   mi fuerza en el medio de mi   soledad siembro mi ciencia,
y,   en el palpitar del búho,
y ,  la impaciencia contenida
en mi silencio aspiro así a alzarme.
El silencio es el oro para el alma.
Ahí yace un nacimiento
donde las raíces nuevas
surge un templo virgen.
De un pensamiento solitario.
Un hombre que cree en los hombres.
Yo trabajo el viaje al futuro
en donde yergue mis esculturas en blanco y negro
de los grandes actos del adiós
y a la sombra del día eterno.





SEGUNDA VISIÓN DEL MISMO POEMA


La iluminación
de esta  piel
de un dibujo perpetuo
miradas de esos
(vuelos)
suspiro
entre la mente
para armar
montañas
de un hasta luego
Toda eternidad
estrella
ese espejo
con tales diseños
con
sabiduría
(en) el  día de la lucidez
frente a los monstruos
fuerza en el medio
el alma
De un pensamiento
esculturas
del adiós
eterno.



















TERCERA VISION DEL MISMO POEMA

la noche
como un
adiós.
está en mis poros
aferran
así
destinos
que amé
como
en el mar
de
divorcios.
En esos momentos
inicios.
felicidad
como
entre
lo perenne
de mi infancia



mi pensar
del verso
en el
todo
y el
esfuerzo,
surge
el viaje
de

actos





domingo, 31 de enero de 2016

Shamanismo y literatura peruana.

LA INCREÍBLE HISTORIA DE CARLOS CASTANEDA, EL CAJAMARQUINO QUE INQUIETÓ LA CULTURA NORTEAMERICANA


Escribe Ybrahim Luna

“- ¿Y tú de dónde eres? –preguntó” (don Juan)
– Vengo de Sudamérica – dije” (Castaneda)
“-Es grande ese sitio. ¿Vienes de todo él?
Sus ojos me miraban, penetrantes de nuevo.
Empecé a explicar las circunstancias de mi nacimiento, pero me interrumpió.
– En esto nos parecemos –dijo- Yo ahora vivo aquí, pero en realidad soy un yaqui de Sonora.
– ¡No me diga! Yo soy de…
No me dejó terminar.
– Ya sé, ya sé –dijo-. Tú eres quien eres”.
De esta manera don Juan impedía que su aprendiz revelase su nacionalidad original, y al mismo tiempo el autor lograba aplazar, oportunamente, el enigma de su procedencia para la expectativa mundial. ¿El escenario? El misterioso desierto de Sonora o la creativa mente del escritor. ¿El libro? Uno de los más bellos producidos por el chamán del siglo XX, “Viaje a Ixtlán”, 1973.
El hombre no era muy alto, tenía rasgos fuertes y alegres, una frente ovalada, el cabello negro y los hombros macizos. No se mostraba en público ni se dejaba fotografiar. Creía en la idea de borrar la historia personal para empezar de cero y surgir como un nuevo ser: un nagual.
Dicen que se hacía pasar por mexicano o brasileño, en algunos países lo tomaban por egipcio e incluso por persa. Ese gitano del  mundo en realidad era peruano. Su nombre real es Carlos César Salvador Arana Castañeda, nació un 25 de diciembre de 1925 en la ciudad de Cajamarcacomo consta en la partida de nacimiento a la que tuvimos acceso y que permanece en los archivos de la Municipalidad provincial de Cajamarca.
1 UNO partida
La partida de nacimiento de Carlos César Salvador Arana Castañeda 25 de diciembre de 1925, quién se convirtió en EE.UU. el gurú fundador de New Age.
La partida registrada con el número 52, que luces unas enmohecidas cintas adhesivas en su parte inferior, data del 26 de diciembre de 1925. Un día después de navidad y dice a la letra: don César N. Aranade profesión joyeromanifestó unacriatura nacida el veinticinco de “Dibre” de mil novecientos veinticinco a las nueve a.m., en la ciudad de Cajamarca,llamado Carlos Cesar Salvador Aranahijo natural del Declarante y de Doña Susana Castañeda.  Firman el Alcalde, el declarante, los testigos y el Jefe de sección. Esta información se corrobora con la partida de bautismo N° 1157 asentada en la Parroquia del Sagrario un año después, el 26 de diciembre de 1926, y que figura en los archivos del Obispado de Cajamarca. En este documento ya se omite el tercer nombre “Salvador”. En documentos posteriores como constancias de notas de los años 1940, 41 y 42 en los archivos del Colegio San Ramón, su nombre aparece como “César” o “César S.”, incluso con correcciones a mano sobre letras mecanografiadas.
Su partida de bautismo de 1926, y sus notas en el curso de Inglés de 1940.
Su partida de bautismo de 1926, y sus notas en el curso de Inglés de 1940.
El resto de la historia, al menos la oficial, se arma como un rompecabezas gracias al testimonio de sus compañeros y amigos cajamarquinos, limeños y mundiales. Castaneda estudió en el emblemático colegio San Ramón de Cajamarca y concluyó su formación en la ciudad de Lima en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Más tarde tentó las artes plásticas (donde fue amigo del escultor Víctor Delfín) en la Escuela de Bellas Artes, y tras la muerte de su madre, viajó a los EE.UU.
Promoción de Castaneda en el Colegio San Ramón de Cajamarca 1941. En círculo rojo nuestro personaje, en círculos blancos sus compañeros entrevistados para esta crónica Juan Jave Huangal y Alejandro Vélez Abanto. (la foto original apareció en la crónica de Arturo Granda en la revista Etiqueta Negra).
Promoción de Castaneda en el Colegio San Ramón de Cajamarca 1941. En círculo rojo nuestro personaje, en círculos blancos sus compañeros entrevistados para esta crónica Juan Jave Huangal y Alejandro Vélez Abanto. (la foto original apareció en la crónica de Arturo Granda en la revista Etiqueta Negra).
En de San Francisco se inscribe en Los Angeles City College en escritura creativa y periodismo. Logra graduarse como Bachelor of Arts en la UCLA y se doctora en Antropología.
“- Poco a poco tienes que crear una niebla a tu alrededor; debes borrar cuanto te rodea hasta que nada pueda darse por hecho, hasta que nada sea ya cierto. Tu problema es que eres demasiado cierto, tus empresas son demasiado ciertas. No tomes las cosas por hechas. Debes empezar a borrarte”. “-Siempre supiste mentir -dijo él-. Lo único que faltaba era que no sabías por qué hacerlo. Ahora lo sabes”. (Viaje a Ixtlán)
Para borrar su rastro, el cajamarquino tomó su segundo apellido como principal, obviando el paterno: Arana; el materno: Castañeda, perdió la eñe al nacionalizarse estadounidense en 1959 y por interés de sus editores gringos. Sus amigos peruanos preguntarían, entonces, por César Arana, pero del otro solo se hablaba de un Carlos Castaneda.
La poeta Rocío Silva Santisteban nos cuenta que su padre, el reconocido antropólogo Fernando Silva Santistevan, conoció a Castaneda cuando este solo era un chico común y corriente al que apodaban el negro Fashturo, y a quien solía ver por la entonces plazuela José Gálvez de Cajamarca o en las escaleras de la plaza San Pedro contando historias que él mismo inventaba. A ese chico le gustaba mucho el fútbol, el dibujo y aprender inglés. Nadie intuía su luminoso futuro.
“Por todo el valle donde vivíamos. (…) El grito súbito de un halcón me despertó. Abrí los ojos sin hacer ningún otro movimiento, y vi un ave blancuzca encaramada en las ramas más altas del eucalipto”.  Castaneda describe en uno de sus libros una anécdota de su infancia pintando una perfecta campiña cajamarquina.
El Dr. Luzmán Salas Salas, docente cajamarquino, nos recibe en la biblioteca de su casa. Para él no hay duda de la procedencia de Castaneda y nos dice que sus compañeros de colegio, como Juan Jave Huangal o el ceramista Alejandro Vélez, aún deben recordarlo. En uno de sus ensayos revela: “Su prima hermana, la señora Lucy Chávez Castañeda, esposa de Carlos Arana de la Rocha, en entrevista personal que nos concediera en el año 2004, en Lima, nos refirió: “Carlos César era un niño introvertido; frecuentemente se encerraba para leer sus revistas preferidas “El Fausto”, “El Peneca”, “Aquí está”; dejaba funcionando el tocadiscos mientras dormía; le gustaba el idioma inglés; mi padre le compró discos en inglés; no participaba de las reuniones familiares y se aislaba en su cuarto para leer; era muy fantasioso y contaba muchas historias inventadas. Nació en Cajamarca en la casa ubicada en la esquina de los jirones Dos de Mayo y José Sabogal”. Salas nos comparte fotos de la infancia y juventud de Castaneda que le fueron proporcionadas por la misma Lucy Chávez. Fotos como estas vieron la luz inicialmente en una excelente crónica del periodista Arturo Granda en la revista Etiqueta Negra.
4 cuatro
Sus amigos y compañeros entrevistados en la actualidad, Juan Jave Huangal y Alejandro Vélez Abanto, ambos de 89 años.
Llueve a cántaros en la Cajamarca en meses que no son de lluvia. Tras la tormenta cae la noche. En la zona alta de la ciudad nos reunimos con Juan Jave Huangal, profesor jubilado de 88 años y risueño anfitrión de una casa de techo alto y paredes gruesas. Jave fue compañero de aula de Castaneda en el colegio San Ramón y conoció a sus padres y a su prima hermana. Tiene recuerdos de él allá por los años 30, cuando el centro de Cajamarca era un pañuelo y todo el mundo se conocía y los alrededores estaban llenos de chacras y fincas. “Era un gran fabulador y estudioso a la vez”, nos dice. Lo describe como un niño correcto pero con las palomilladas normales de la edad. Le gustaba jugar el fútbol con sus zapatos planos, jalar choclos de su huerta y amarrar los ponchos de vecinos a manera de broma. Jave recuerda que a los de su salón, el “B”, les decían los soquetes, por su tamaño; y en venganza, a los del “A” los llamaban los eunucos.
Jave asegura que Castaneda, ya adolescente, partió a Lima en el año 43, y se estableció en una casa en el pasaje Villacampa, en el Rímac. Jave también se mudó a Lima y vivieron a unas cinco cuadras de distancia. En Lima Castaneda iba al cine y soñaba con conocer ese inquietante mundo en inglés que se proyectaba el ecran. En una ocasión Castaneda lo convenció de enrolarse en el ejército estadounidense ya que el país del norte necesitaba reservas ante un posible conflicto bélico. Ambos fueron a probar suerte a la embajada norteamericana. Castaneda salió mejor parado en la prueba de inglés pero ninguno de los dos fue a la guerra. Castaneda partiría años más tarde en barco hacia EE.UU. desde el puerto del Callao (entre 1949 y 1951) y Jave no supo más de su amigo por varias décadas hasta que algunas publicaciones revelaron su historia e identidad; entonces Jave leyó las obras del chamán y revivió el cariño por su querido Fashturo de la infancia. Desde entonces lo han buscado investigadores de Argentina, Francia e Italia para hablar del tema. Sobre la autenticidad de la obra de Castaneda, Jave cree que en algún momento su amigo se “chimbó” por consumir plantas alucinógenas.
Otro compañero de colegio, y quizá el único que Castaneda recrea como un personaje con apellido propio en uno de sus libros, es el reconocido ceramista Alejandro Vélez Abanto. A sus 89 años Vélez sigue trabajando en su taller, mantiene un gran afecto por su querido Fashturito, y nos cuenta que Castaneda fue un chico educado, un caballerito. Vélez recuerda cuando ambos iban a pescar shaganes (peces de 5 u 8 centímetros) al río Chonta con sus anzuelos caseros. Una técnica casera recomendaba moler una planta de barbasco y esparcir los restos en el agua para atontar a las criaturas acuáticas. No funcionó. Los peces eran pequeños y se aferraban tan bien a las piedras del fondo que mejor estrategia resultaba capturarlos con las manos. Castaneda en su libro “El lado activo del Infinito” cuenta una anécdota que Vélez reconoce en parte pero que confirma al instante, salvo por el nombre cambiado que era una estrategia demasiado peculiar en Castaneda: “Se llamaba Armando Vélez…en resumen un niño viejo. Los dos salíamos a pescar juntos. Pescábamos peces muy pequeños. (…) Debido a su comportamiento extremadamente digno, lo llamábamos Señor Vélez, pero el “Señor” se abreviaba a “Sho”, una costumbre típica de la región de Sudamérica de donde vengo”.
Dicha anécdota también relata que el niño Vélez lo retó a acompañarlo en una balsa siguiendo la ruta de un río peligroso que desembocaba en una caverna donde tendrían un desenlace fatal. No hubo tal desenlace. Sin embargo Vélez recuerda que en cierta ocasión utilizaron unos troncos de maguey, cruzados y amarrados, a manera de embarcación, y que cerca del río donde flotaban serenamente se ubicaba la cueva del Diablo, siempre llena de murciélagos. Vélez vio por última vez a su compañero César Arana en Lima, en 1945. Recuerda que su amigo se estaba preparando para postular a la universidad. Aquella vez hablaron poco y se despidieron. Nunca se volvieron a ver. Jave recuerda que a los de su salón, el “B”, les decían los soquetes,por su tamaño; y en respuesta, a los del “A” los llamaban los eunucos.
Izquierda: Cajamarca, Finca del abuelo de Castaneda, a donde el pequeño iba a jugar, hoy un jardín de niños. Derecha: casa donde vivió el pequeño Castaneda, a una cuadra de la plaza de Armas de Cajamarca, hoy un hotel.
Izquierda: Cajamarca, Finca del abuelo de Castaneda, a donde el pequeño iba a jugar, hoy un jardín de niños. Derecha: casa donde vivió el pequeño Castaneda, a una cuadra de la plaza de Armas de Cajamarca, hoy un hotel.
La docente Rosa Gaitán Rocha, quién comparte primos hermanos con Castaneda por vía materna, nos muestra la que fue la finca del abuelo del escritor y hoy es un jardín de niños que ya no conserva ni siquiera una pequeña edificación de adobe y tejas del espacio original. Rosa se autodefine como una fans de Castaneda y nos dice que para conocerlo no solo hay que leerlo de forma lineal, sino hay que entender sus enseñanzas de manera filosófica y vivirlas de manera divertida. Para ella entender al chamán es un hobby. Rosa nos aclara que el  padre de Castaneda, el joyero y relojero César Arana, adoraba y admiraba a su hijo y sabía que llegaría muy lejos, por ello siempre lo incentivó en el campo intelectual y físico, compartiéndole libros de autores españoles e italianos o comprándole aparatos para hacer ejercicios.
En el florido patio de su casa, Rosa nos da su testimonio sobre Castaneda: “Él fue hijo de antiguas familias cajamarquinas. La mayoría cree que es mexicano. En mi opinión sí es mexicano, porque nadie como él dio a conocer el toltecayotl que es la filosofía, el conocimiento del mundo y de la vida que guió a los legendarios toltecas. Esta forma de vivir la vida hoy emerge deslumbrante, victoriosa, con mucha fe y lista para servir a los hijos de los hijos de los antiguos abuelos prehispánicos de toda nuestra América Latina, ahora que vivimos el colapso de la civilización occidental y la degradación de los seres humanos. Quiero decirle al mundo que mi paisano cajamarquino ha sido leído por millones de personas en todo el mundo, tiene décadas en el mercado de los best-seller y ha sido traducido a más de 20 idiomas”.

Ya en EE.UU., el cajamarquino tocó varias cimas luego de padecer varias dificultades. Al inicio vendió hamburguesas, fue taxista y hasta peluquero.
Sus experiencias de vida con el brujo yaqui, don Juan Matus, en el caluroso desierto de Sonora (entre EE.UU. y México), y el consumo peyote, plantas y hongos alucinógenos (cactus, daturas, yerba del diablo) lo llevaron a escribir varios libros sobre los “estados de realidad no ordinaria” (convertirse en cuervo, hablar con coyotes, volar) a los que uno puede acceder para “detener el  mundo”, además de los sacrificios, el aprendizaje y la disciplina espiritual para llegar a ser un hombre de conocimiento. Su libro más famoso y base de su tesis en antropología (publicado como no-ficción en 1968) fue “Las enseñanzas de don Juan, una forma yaqui de conocimiento”. Libro que se convertiría en un éxito internacional con millones de ejemplares vendidos y que hasta hoy hace presencia en las librerías más disímiles del mundo. La primera versión en español fue prologada por el escritor Octavio Paz.
Castaneda antes de partir a EE.UU. aproximadamente 1951, arriba derecha: carátula del libro en castellano de "Las enseñanzas de Don Juan" (1968 en inglés, 1974 en castellano). al lado abajo: histórica portada de la revista TIME sobre Castaneda 1973.
Castaneda antes de partir a EE.UU. aproximadamente 1951, arriba derecha: carátula del libro en castellano de “Las enseñanzas de Don Juan” (1968 en inglés, 1974 en castellano). al lado abajo: histórica portada de la revista TIME sobre Castaneda 1973.
Otros libros: “Una realidad aparte” (1971), “Viaje a Ixtlán” (1973), “Relatos de poder” (1975), “El don del águila” (1981), “El fuego interno” (1984), “El arte de ensoñar” (1993), “Pases mágicos” (1999); entre otros.
Su obra ha sido considerada como un quiebre cultural en el campo de las ciencias sociales. El mismo Castaneda es calificado como padre de la antiantropología, un gurú post hippie, o como “El Padrino de la Nueva Era” (New Age) por la revista Time. Aunque para muchos solo fue uno de los más geniales embaucadores de la historia, el hombre que creó, sabiendo que toda era una manipulación, un nuevo mundo al que la desencantada cultura occidental admiraría por ser una forma de religión que planteaba lo inalcanzable como práctica común: el poder de ser y hacer más allá de nuestros simples sentidos. Un nagual, por ejemplo, es un brujo que puede transformarse a voluntad en cualquier animal.
Entre los admiradores de este iluminado cajamarquino se encuentran John Lennon, Deepak Chopra, William Burroughs, Federico Fellini, Jim Morrison, entre más nombres famosos. Entre los detractores que lo conocieron personalmente y lo catalogaron de advenedizo están Alejandro Jodorowsky o Timothy Leary (el zar del LSD), para muestra. Las referencias en la cultura popular sobre el chamán son innumerables, y van desde canciones del compositor argentino Luis Alberto Spinetta hasta un capítulo de Los Simpsons, donde el personaje Homero conversa con un coyote luego de consumir chiles picantes y alucinógenos.
En un capítulo de “Relatos de Poder”, mientras Don Juan y Carlos observan la irremediable muerte de un hombre citan al poeta peruano César Vallejo con “Piedra negra sobre una piedra blanca”.
“Ella (Yoko Ono) es mi Don Juan…yo soy su aprendiz”, dijo John Lennon en una entrevista para la revista Playboy en los años 80. El director de Star Wars, George Lucas, también reconoció haber leído las alucinantes historias de Castaneda. Para sus colegas guionistas es clara la relación de aprendizaje de un sabio Yoda y un inseguro Luke Skywalker, a través de “la fuerza”, con Don Juan y su aprendiz, a través del conocimiento
Muchos críticos, entre ellos escritores, periodistas y antropólogos de renombre internacional, han refutado la obra de Castaneda, catalogándola como meramente ficcional, llena de referencias genéricas, errores científicos y supuestos plagios. Pero aun así han reconocido su gran valor literario. La belleza de sus obras radica en su hipnótica sencillez y en el mágico sentido común de sus disertaciones filosóficas. Quizá el más entusiasta de sus perseguidores fue el escritor Richard de Mille.
En el 2006 una seguidora francesa de Castaneda, Janine Pinzon (seudónimo), hizo gestiones en Cajamarca para que se reconociera al chamán con una placa en el Complejo monumental de Belén (INC). En la ceremonia estuvieron presentes el alcalde y varios intelectuales. Tiempo después esa placa fue robada o removida por motivos desconocidos. Pero aún permanece, silencioso y empedrado, el Pasaje Carlos Castaneda en la parte trasera del Complejo.
Izquierda: Patio del Colegio San Ramón de Cajamarca, Derecha: Solitario pasaje "Carlos Castaneda" en el Complejo monumental Belén, luego olvidado. Hoy nadie sabe nada de ese reconocimiento.
Izquierda: Patio del Colegio San Ramón de Cajamarca, Derecha: Solitario pasaje “Carlos Castaneda” en el Complejo monumental Belén, luego olvidado. Hoy nadie sabe nada de ese reconocimiento.
Ya mayor y aislado del mundo público, Castaneda creó una disciplina bautizada con el nombre prestado de Tensegridad (Cleargreen Incorporated), fundamentada en “pases mágicos” como camino primordial al corazón del hombre, y supuestamente inspirada  por 25 generaciones de chamanes toltecas. Para muchos una mezcla improvisada de pasos de twist y karate inventados por Castaneda, para otros una práctica que cura el alma y el cuerpo con resultados sorprendentes. Se lo acusó, entonces, de ejercer manipulación emocional con sus integrantes (¿y parejas?), mujeres generalmente jóvenes y susceptibles llamadas “las brujas de Castaneda”, algunas de ellas conocidas con los sobrenombres de Taisha Abelar, Florinda Donner, Carol Tiggs, Kylie Lundahl, Talia Bey, Nury Alexander (Exploradora Azul) o Tycho Thal (Exploradora Naranja); de quienes se dice habrían desaparecido en un exilio espiritual tras la muerte de su líder.
Incluso se dice que el FBI investigaba al gurú por diversos motivos como evasión tributaria o dirigir una secta peligrosa. No hay mucha información al respecto, pero según el libro “Carlos Castaneda. Drogas, brujería y poder personal”, de  Andrés García Corneille, algo se cocinó: “Pero respecto de Castaneda, hasta el FBI tenía serios problemas con su filiación, sus datos y su paradero inmediato. Este hombre que ya solía salir de su domicilio con paradero desconocido para volver meses después a la misma dirección o mudarse a otra sin regresar jamás a la anterior, abandonando objetos personales, etcétera, era un enigma que no podía escapar al control del poderoso organismo federal”.
Sobre los hijos que tuvo (Carlton Jeremy Castaneda, Rosario Arana Lu, ¿adoptó a Patricia Lee Partin?), reales, autoproclamados o acogidos, y sobre sus matrimonios (Margaret Evelyn Runyan, Georgina Lu Corso) se puede decir que son parte natural del enigma. Sobre su vida privada se podrían escribir libros completos que sus detractores y seguidores convertirían en enciclopedias de lo absurdo o biblias de dogmas casi religiosos.
Carlos César Salvador Arana Castañeda, uno de los peruanos más universales y creativos, y quizá uno de los menos leídos en su patria y tierra natal, partió de este mundo a finales abril de 1998 en la ciudad de Los Angeles, afectado por un cáncer al hígado. Su albacea y seguidores anunciaron su deceso dos meses después de ocurrido y cuando las cenizas de su cuerpo cremado ya habían sido esparcidas, según su última voluntad, en México. No hubo un fuego interno que lo consumiera de dentro hacia afuera y lo envolviese en una luz terminal para ser llevado de este mundo a otra dimensión, como es que muere don Juan en uno de sus libros y como Castaneda previó su propia muerte.
Para sus lectores en todo el mundo no hubo tumba que visitar, ni cuerpo, ni cenizas. Castaneda se fue entre la controversia y el secretismo, legando fascinantes libros y más preguntas que respuestas.
Una última teoría plantea que Castañeda seguiría vivo, al mismo estilo de la leyenda urbana sobre Elvis Presley. La gente no vio el cuerpo del brujo ni sus cenizas, y no se hicieron pruebas de ADN. ¿Sus brujas se suicidaron o desaparecieron con él? ¿Despojarse del mito y del famoso nombre no sería acaso el último y más logrado acto de Castaneda? Para algunos el chamán huyó por última vez. Y quizá, con otros nombres y apellidos, esté disfrutando de su vejez en algún lugar apacible de EE.UU. o de ese México que amó tanto; quizá en alguna urbanización de clase media en Lima, o, por qué no, en su natal Cajamarca.
“La voz de don Juan me ordenó enfocar toda mi atención en la niebla, pero sin abandonarme a ella. Dijo repetidas veces que un guerrero no se abandona a nada, ni siquiera a su muerte” (Una realidad aparte)

(Esta es la ver