Noticias Internacionales

Powered By Blogger

martes, 26 de marzo de 2024

Asi es cuando juegas limpio, ojo.

Ayer viendo videos de ufc en una de las peleas mas recientes:  Adesanya con Pereyra. Pereyra que logró vencerlo (casi en una carniseria) le dijo a su rival que acababa de perder: yo te respeto mucho, ha sido un honor estar a tu lado. Adesanya le respondió: Yo también tengo el mismo sentimiento, gracias. 

lunes, 25 de marzo de 2024

Visitando a los colegas del arte, y compartiendome profundas y controversiales historias que en algun momento desatarán temas de inspiración. Por lo pronto  uno de ellos ya me propuso ser su biográfo. Tema que no descarto, gracias por los momentos, el rostro siempre lo expresa todo, todo.
Abrazo inmenso!!

 

jueves, 21 de marzo de 2024

@enricodiazbernuy /Relatos insperados/ EL NACER AMBIVALENTE / Enrico Diaz Bernuy @antirelatos

El nacer

ambivalente

 Si pudiéramos vernos como nos verían los demás,

 nos desvaneceríamos en el acto

Cioran

 Transformada en una víctima, así se le ofrece una identificación, (identidad) y ella la acepta, en parte porque fue engañada pero más fuerte que el engaño…, es porque hubo de por medio un acto de “control”.  Entonces la señora Alejandra, en parte si es que esta no es la más importante, fue porque se entregaba así al abandono de la responsabilidad siendo esto una especie de pago como adoptar la identidad de víctima.

Reconocimientos exigidos frente a ella misma. Y una ausencia de moral juega un papel crucial en su decadencia. Frente al espejo y mirándose a los ojos se dijo así misma:  “si soy una víctima, entonces todos me deben algo” y no tengo que asumir ninguna responsabilidad. Por cierto, si había tanta coherencia en su pensamiento no entendí porque derramó una lágrima en aquellos instantes.

Entonces una de las cosas que me he preguntado. Aquí va algo que me dejó reflexionando es que en tal sentido, el sentido de la vida sería la cantidad de “significado” en lo que  consta la vida de cada uno, (que esto sea como la primera teoría).

Y si fuera el caso de las medidas en que podría  proporcionar a la cantidad de responsabilidad que decides asumir.  Sería extraño que sea así, por que la responsabilidad es una especie de peso y es difícil asumirla, pero cualquier emoción positiva que sientes , tu control de la ansiedad, tu control sobre el dolor, tu control para no romperle la cara a alguien, o tus medidas de resistencias dependen de la activación de estos sistemas que te permiten avanzar hacia una meta deseada.

Entonces cuando más completa y pesada sea la meta más satisfacción habrá en la observación que te estas moviendo hacia ella, ya sabes esto y es algo que ya has observado en tu propia vida cuando estas comprometido en algo en lo que crees.  El tiempo pasa adecuadamente fluye como si fuera un arroyo tan susurrante cuya melodía erosionara un mineral oscuro para transformarlo en una gruta donde adentro se haya un panal.

Esta grata sensación puede ocurrir cuando estás revisando un artículo relacionado de alguna forma con algo que quieres aprender.  Por que crees que esa información te vaya a ayudar, aunque sea difícil  en lenguaje, te involucras en ello, lo recuerdas mejor, lo procesas mejor y no es tan probable que te quedes dormido o busques distracciones, al fin y al cabo estamos hablando de un panal donde los insectos más hermosos usan alas, crean miel. 

En resumen, puede someterte en ello y sería muy interesante si eso fuera proporcional al grado de responsabilidad que estás dispuesto a asumir. 

Creo que se puede argumentar fuertemente a favor de eso. También he pensado a menudo lo siguiente: imagina que puedes ofrecer a las personas una elección , podrías decir  “tu vida no tiene sentido”, ¡por supuesto que los nihilistas sonreirían de oreja a oreja! 

Y claro con esa lógica coincide en que  no hay significado en tu vida. Por lo tanto, debido a eso no hay razón alguna para que aceptes ninguna responsabilidad así que puedes vivir una vida libre de responsabilidades sería el camino rápido, lo fácil, pero su condición de lo fútil es innegable.

Y en el medio de la futilidad te vistes como un mendigo  solo por pose. Todo el mundo sabe que ni siquiera  necesitas trabajar para vivir cómodamente, viajar e ir de fiestas. Esos perfiles normalmente ocurre con el respaldo financiero anónimo, secreto que no lo dicen a nadie, es un secreto a voces…

Pero la señora Alejandra era un caso extraño, ella no se vestía como mendigo.  A veces era inocultable el dispendioso gusto por los bolsos de mano que le gustaba lucir. También es cierto que estuvo largos años apasionada de su trabajo, resistiendo a su arbitrario jefe. Sin duda, ella tenía una vocación por el aprendizaje que la ataba de alguna manera a esa empresa. Un aprendizaje que aspiraba a alcanzar en convertirse en “maestra en costura”, y sí que lo logró.

En su mundo paralelo o mundo oculto  llevaba consigo  una retahíla  de búsquedas impulsivas por placer pero la contraparte es que no llega a ser “significativa”, la pena de todo es que ella no veía más allá de ese oscurantismo. Esta sería la primera apariencia del panal misterioso que se encontraba en la gruta que anteriormente mencioné.

O podrías decirle a alguien: ¡o podemos hacer lo contrario! —¿y lograr así hacer una vida significativa? Difícil no crees..., Entonces solo será tan significativa como la cantidad de responsabilidad que estés dispuesto a cargar y luego podrías preguntar, qué elegirían las personas que todos hacen ruido de querer tener una vida significativa.

Pero si el precio que pagas por eso, es la aceptación de responsabilidad… Entonces no es tan obvio que la gente elija el significado sobre las búsquedas sin sentido y atrás de todo  el dogma como ente manipulador.

Si eso pregunta que no tienen que preocuparse por nada de lo que hacen (por dogma) y eso es precisamente lo que se ofrece al abuelo, y es interesante donde su primo Abelardo y el gato son tipos de poca monta y el camino patológico que le ofrece al abuelo no es el peor de los caminos patológicos.

Lo que ocurrió es que en el momento más crítico de su salud emocional, estos dos sujetos aparecieron en la vida del abuelo. Y el peor de todos era el abuelo.

Supongamos que se trata de una sola palabra: “tentación” , y esa es la tentación de abandonar la responsabilidad y entregarse a la búsqueda impulsiva de placer a corto plazo, siempre es el corto plazo todo es a corto plazo.

Quizás lo que ocurre en estos tiempos sea significativamente el problema que practica el hedonismo excesivo, búsqueda desenfrenada de placer inmediato descuidando responsabilidades y significado (los temas significativos). A largo plazo, este enfoque puede llevar a la falta de propósito o relaciones superficiales con consecuencias perjudiciales para el bienestar, amistades pasajeras, interfaz de intentos cíclicos símil a la gran rueda del samsara.

El primer paso para escapar de este círculo vicioso es justamente que te encuentras atrapado en él y tu conciencia invade a todo como si tú mismo te impregnaras en cada cosa, y las cosas te atrapan…

 Tal es el caso de la hija del abuelo (Alejandra) un poco neurótica con proporciones elevadas de negatividad y tal vez un poco enfermiza con diversas dolencias menores, pero dolencias al fin y al cabo, siempre le dolía algo. 

Como padre, en este ejemplo edípico tienes que tomar decisiones constantemente sobre cómo tratar a esa niña , una decisión es bueno una decisión. Claro, para hacerle un bien por el día de hoy; —no tienes que ir a la escuela por que no te sientes bien, —está bien.

Pero si tomarías la misma decisión al día siguiente y al día siguiente.  Imagina que la niña evite responsabilidades como consecuencia de capitalizar sus problemas de salud,  eso no sería bueno para ella.

Imagina entonces que estas cosas no se las pude decir a Abelardo, por la misma razón que hay cosas que no se las puedes decir a un nihilista. Es un tema de conciencia, y la conciencia para que lo entiendan algunos; es como el paladar.  Tener un buen paladar en gastronomía es fundamental. O también puedes recordar,  (a modo de ejemplo), cuando tú eras niño y tu  mamá te decía: sé consiente con lo que estás haciendo con ese deporte. ¡El problema contigo es que no eres consiente! Bueno, quiero decirte que tu mamá usó adecuadamente esa palabra.

Entonces la regla con una niña así sería: —te voy a empujar hasta tu límite por que, cómo vas a descubrir con lo que puedes hacer y si no puede averiguar qué puedes hacer.  De lo contrario no podrá hacerse camino en el mundo en absoluto.

Pero Abelardo estaba tan feliz con su hija enfermiza que de alguna manera esas dolencias le daban cierta garantía a que la niña no crezca o no se haga fuerte. Y si no crece su hija jamás podría irse de la casa. Lo que pasa también es que Abelardo tenía un matrimonio terrible y abusivo. Una esposa  cuya naturaleza era ser tiránica, que se había encargado de espantar a todos sus amigos y especialmente a sus amigas.

Todas esas torceduras de su psique se manifestaran en alguna de esas decisiones.  Hablo de Abelardo porque la tolerancia en estos casos es el elemento más grave. Aquí, quien tolera es el más enfermo (Abelardo).

‹‹Durante la adolescencia, mi hija enfrentó varias enfermedades graves, lo que nos llevó a tomar decisiones difíciles. Dado que no había pautas claras, debíamos interpretar constantemente sus síntomas y determinar la mejor forma de actuar. A menudo, optábamos por no alarmarnos en exceso, ya que era crucial entender la verdadera gravedad de la situación. porque necesitábamos saber y ella necesitaba saber qué podía hacer a pesar de  esos problemas›› . —Dijo Abelardo—.

Sin embargo, una de las cosas que realmente intenté explicarle es que nunca debes usar tu enfoque a la enfermedad como una excusa para no hacer nada.   A  veces no te sientes bien, no lo sabes por que a veces cuando no te sientes bien puedes hacer más de lo que piensas y a veces puedes hacer menos de lo que piensas , no es algo obvio, pero a veces así ocurren las cosas. —Retrospectiva—

Esta pequeña tentación pasa por tu mente y piensas realmente no quiero hacer lo que siento hoy, y como no me siento muy bien así que no tengo hacerlo y si haces eso cien veces, no sabes cuan enfermo estas y estas en problemas reales. Porque no solo estas enfermo sino que también te has traicionado para usar eso como una excusa. Para no cumplir con tus responsabilidades y creo que si ambas cosas te sucedieran al mismo tiempo estas en un problema real.

Sin duda, cuestionar cada aspecto de su vida es  revelar como el acto más revolucionario en esos momentos de mi vida. Aspirando de alguna forma o a que mi conciencia alcance la libertad, atendiendo con esmero a los matices de mis preocupaciones.  Entonces un nuevo reino se vislumbraba sobre ese atardecer (el de mi vida)  Y así una  libertad germinaba en mí, justamente  cuando la duda se instalaba en mi vida.

Probablemente la libertad genuina no prospera sin la nutrición constante de la crítica. Surge un dilema significativo cuando uno comienza a cuestionar y acepta la falla inherente del sistema ético. Desde ese punto de inflexión, la soledad se instala gradualmente, al dirigirse hacia el propio ser y desvincularse de las distracciones que cautivan a la multitud  la estética es el punto de inflexión.

Pero eso no significaba que la soledad tiene un origen de vacío existencial. Para los materialistas medidas de ego o para los espiritualistas ausencia de meditación espiritual oración , rezos, mantras etc.

Sea lo que sea no sé en qué momento perdí a los que llamé como amigos y la soledad galopante rondaba en cada segundo en mi vida. Al principio quería adjudicarme gran talento para cosechar ex amigos, quizás por mi nutrido espíritu crítico o mi intolerancia a la doble moral.

Pero el innegable vacío existencial no dejaba paso a verme completamente descontrolado a mi ego. Sin embargo y aunque aparente revelar una contradicción  yo no creía creerme más que nadie, por lo contrario, siempre intenté servir a los que me solicitaban algo pero encontrarme con el abuelo en sus últimos años de vida no solo me permitió hacer una acto de autocrítica que tanto me faltaba, sino que era como la vida me decía algo más sobre las cosas infames que había hecho con mi vida. Por que en esta vida todo cuenta, incluso hasta en lo que fantaseas, por lo tanto estaba jodido.

Lleno de pensamientos fragmentarios y siempre deshonesto hacia los sentimientos que me unían con Alejandra porque entre ella y yo, recién habíamos cumplido tres años de matrimonio, tres años de falsedades, que por un lado tanto bien habían hecho a mi vena creativa.  Eso jamás podré negarlo.

Pero haber conocido al abuelo, o sea,  a su padre me habían hecho reconsiderar  muchas cosas, ver a ese hombre era como ver una parte de mi vida oculta. Entonces ese era el caso del abuelo, un sujeto que la vida le había declarado abiertamente en muchos aspectos el tema de la adversidad. Un sujeto que aprendió a poner humor hasta en los momentos más dolorosos, parecía un artista o era un artista. Y fue así que empecé a percibir un nacer ambivalente en donde comienza con esa mirada al pasado en que todos optan, cómo una mirada compasiva y profunda hacia una  infancia lejana, un infancia perdida y recordando al abuelo y su tenacidad sobre todo.

Desde ese momento muchas cosas me empezaron a impactar, el sol por ejemplo, su intensidad estaba cambiando. Que por cierto en uno de esos días el  sol se había puesto con la misma vivacidad que tienen los perros de los mendigos. Esa vivacidad llena de agonías y silencios en resumen, faltaba poco para que sea las cinco de la tarde y el sol con los mismos ardores dictaba el paso de un perro lanudo a punto de arremolinar su cuerpo para acabar con lo vivido y todos callaban en un esplín disforzado y a la vez con la resignación diaria… Las cosas inacabadas, lo proyectos truncos y la escasa financiación en las maquinaciones de las redes sociales hacía que todo gire en el mismo círculo, los mismos ex amigos, los mismos odiadores e incluso algunos con sus envidias.  Al fin y al cabo jamás  serás criticado por alguien que hace grandes cosas, siempre serás criticado por alguien que hace  menos cosas que tú. Ese fue un perfume que reconocí al instante: (a los hipócritas) Pero cómo me gustaba seguir el juego, quería saber hasta dónde llegaban pero lo que no tenía en el presupuesto era que una parte de mi era peor que ellos. Al menos hipócrita no fui.  

En un día de neblina y clima templado de esa costeña ciudad ocurrió algo extraño. Como dijo Ricardo Palma: “una mujer siempre esta detrás de todo”

Y sí, fue una señorita de lo que trata esta experiencia,  no recuerdo si me encontraba con  un espléndido humor pero ella al recibir esa energía inmediatamente correspondió lo suficiente que me dio pase a preguntarle mas cosas, luego ella me preguntó cosas tontas como; usted viene siempre aquí, es que recién es mi tercer día en este trabajo. Le dije que vivía a dos cuadras y fue algo que en su rostro reflejó cierto agrado o admiración.

La felicité por su ingreso en el trabajo, le desee toda la suerte del mundo y mi sonrisa llena de sinceridad finalizó esa palabras en las que a su vez mi imaginación hacía recorridos a escenas indebidas…

 Eso creo que es energía y así fue lo suficiente para que a la próxima vez cada uno,  nos saludáramos de frente llamándonos con el nombre. Hasta que un día ella me dijo, mañana saldré temprano aprovecharé en buscar unos productos. E inmediatamente me ofrecí por si quería que la acompañe. Sin dudarlo me dijo, gracias por su puesto.   Algo en mi interior se iluminó.

Conocer a esa belleza sin duda me alejaba de reconciliarme con el pasado, a pesar que sabía muchas cosas del padre de mi esposa Alejandra. Y ahora que estaba frente a esta señorita con cuerpo de gacela era el motivo en el cual podía hacerme olvidar de todo lo vivido y comenzar de nuevo. Tenía que ver las cosas positivas de lo que en esos cortos tres años había construido con mi esposa.

Quedó claro que  había perdido una voluntad que me dirigida hacia un proyecto de vida. Pero mi vida no es como escribir un libro. Un libro puedes corregir, arrancar páginas y tirarlas a la basura o volver a escribir la historia. Exponer argumentos por estética o para reflexión. En mi vida tenia que hacer las cosas de frente, con determinación. Pero a la gente le gusta que la palabreen y jamás saber la verdad. Quizás por que al escucharla saben perfectamente que no la van a entender o no les va a gustar.  

En la vida o mejor dicho en mi vida, arrancar una página o comenzar de nuevo “sería siempre volver atrás”. (Fracasas con una fracasaras con todas). Pues si no solucionas las cosas con una,  con la siguiente dudo mucho que las pueda solucionar. Pero esto no es un tema unilateral, ambas partes deben tener esa voluntad. Esas palabras las tenía dentro de mi corazón por un tema de ética o mística. En otras palabras, tenía que hacer mi último intento con mi esposa sin embargo no había descartado la auto invitación que hice a esa señorita con cuerpo de gacela blanca. Y así habiendo tomado ambas decisiones, había una parte de mí que no quería perder a Alejandra.

Pero tampoco que se convierta ella en la esposa del abuelo. Ante todo, este camino cuando nos vimos se volvió intransigente exigiéndome sobre unos temas que en este momento me hacen recordar que tampoco era un santo. Mi dedicación excesiva hacia mis cosas (mi ensimismamiento) había forjado un  distanciamiento cuya siembra fue como  de pequeños monstruos similares a los que se encuentran en aquel enigmático cuadro de “el jardín de las delicias”.

Ese cuadro sin duda para esta experiencia es ciertamente revelador. Como los pasos del recorrido visual reviven no solo la teoría de la creación del mundo sino, los estadios de la condición humana o la figuras clave de esta humanidad como es la idea de el paraíso pacífico de Adán y Eva hasta las condiciones apocalípticas de un mundo donde desde el suelo aparecen diminutas y horrendas criaturas frente a paisajes donde la lujuria está representada y la palidez de las personas se impera como si por dentro se hallaran sin vitalidad o sin nada por dentro.  

A pesar de estar en un mundo saturado de personajes animalescos todos en un completo vacío como la misma mirada agotada. Igual que mi mirada. Cuando le dije a Alejandra. Tenemos que viajar, y a pesar que sentí un cansancio corporal en el que desconocía su origen, ella antes de responderme se puso de pie y me dijo: 

Descansa en paz. 

Se dio media vuelta y se fue del cementerio.  Bajé la mirada y vi mi cuerpo translucido justo cuando una sombra de esas estatuas cripticas se cernia sobre mí,  señalando  mi propio transito hacia la muerte que a la vez era mi nuevo nacimiento.


jueves, 7 de marzo de 2024


Entre armas soy el rayo;
entre vacas
Soy la vaca que cumple deseos llamada Surabhi;
Yo soy el progenitor, el dios del amor;
entre serpientes soy Vasuki.
- Bhagavad Gita. (10.28)

viernes, 1 de marzo de 2024

Las cosas más difíciles en mi vida es escribir y pintar, siempre tengo tantas dificultades. Yo no puedo jactarme de decir que escribo un cuento en dos dias, (de un tirón). Ni mucho menos un poema. Es un esfuerzo casi espiritual lo que me demanda, te deja hasta con un tick, luego pasa. Pero jamás olvidas la tención psiquica. Luego de un tiempo revisas lo pintado o lo escrito y sientes que hiciste algo sincero, eso es un logro, o que hiciste algo hermoso, profundo, sensible. Y estas sensaciones ya subsana cualquier costo, siempre.

Enrico Diaz Bernuy

jueves, 29 de febrero de 2024

 "Dejemos de llamarlo ""Inteligencia Artificial"" y llamémoslo por lo que es y hace ""software de plagio"" porque "no crea nada, sino copias obras existentes, de artistas existentes, modificándolas lo suficiente para escapar de las leyes de derechos de autor. "

Este es el mayor robo de propiedad intelectual jamás registrado desde que los colonos europeos llegaron a tierras nativas americanas. "
Noam Chomsky, New York Times - 8 de marzo de 2023

jueves, 22 de febrero de 2024

ROTHKO !!!!

 EXPOSICIONES

MARK ROTHKO, EL ARTISTA MALDITO QUE NO PUDO EVITAR QUE SUS OBRAS ACABASEN COLGADAS EN LA PARED DE TU SALÓN

POR MARIO CANAL

‘Mark Rothko en su estudio, 53th Rue, New York’, Henry Elkan. 1953
© Henry Elkan, The Rothko Family Archive

La Fundación Louis Vuitton de París dedica una retrospectiva al pintor ruso Rothko que abandonó sus estudios de ingeniería en la Universidad de Yale con el firme propósito de conmover a través del arte, pero que acabó convertido en un recurrente elemento decorativo.

AMark Rothko le persiguió toda su vida la tragedia íntima de ser considerado un pintor de salón. De salón de lujo, se entiende. De salón de clase alta cuya decoración intenta conjugar las cortinas, la alfombra y el sofá con el Rothko más oportuno. Él, que siempre luchó por evidenciar la poesía y la trascendencia de su obra, asumiría este hecho a base de vodka, barbitúricos y hábitos alimenticios poco saludables. Hasta que, según el relato oficial, ese cóctel le mató en 1970. La versión oficiosa, pero que, a día de hoy, muchos apoyan como veremos más adelante, es que fue asesinado por su último galerista. Un hombre de pocos miramientos que conocía el potencial económico de las casi 800 obras almacenadas por el pintor en diversos lugares y que harían las delicias de las socialités de todo el mundo, deseosas de colgar en sus paredes el Rothko que todo millonario que se precie debía tener en su salón. Cientos de cuadros sublimes que convertirían a ese galerista, a su vez, en multimillonario.

Rothko era un tipo grande, discreto, callado. Cuando en una cena en su honor vio la disposición del salón y cómo un sofá ocultaba parte de un lienzo suyo, no haría comentario alguno según testigos presenciales. Quizás ese carácter se formó, como el de muchos otros emigrantes a EEUU –su verdadero nombre era Markuss Rotkovičs y nació en la actual Letonia, entonces Rusia zarista–, bajo el síndrome del impostor y con la sensación de pertenecer a una segunda clase. Quienes le conocieron, dicen que nunca dejó de tener un carácter ruso. Y que apenas sonreía. En cualquier caso, su familia, que en su país de origen vivía sin problemas económicos, sufrió la pobreza al morir el padre, al poco de llegar a Portland, Oregón. El joven Rothko vendería periódicos en la calle para ayudar a su familia a salir adelante.

‘Mark Rothko en su estudio, 53th Rue, New York’, Henry Elkan. 1953
© Henry Elkan, The Rothko Family Archive
‘Autorretrato’, Mark Rothko. 1936

La excelente exposición que le dedica estos días la Fundación Louis Vuitton de París se inicia con los primeros cuadros que realizó el pintor a finales de los años 30, una vez abandonó los estudios de ingeniería en la Universidad de Yale, a la que accedió con una beca. La vida de la calle, y también las visiones de carácter expresionista del metro de Nueva York –ciudad a la que fue a buscar fortuna como artista–, remiten posiblemente a las imágenes urbanas que impregnaron su mirada mientras vendía periódicos al vuelo, recién llegado a esa tierra prometida. Y constituyen una excelente serie en la que se percibe ya el interés por las superficies monocromas y de una cualidad vaporosa, que se convertirán en el eje principal de su trayectoria. Un ejemplo de este tipo de campos pictóricos lo encontramos en el fondo sobre el que pintó su Autorretrato (1936), que preside la sala de exposiciones, y en la que él mismo se ciega la mirada con unas lentes de color oscuro.

Tras una transición pictórica hacia el surrealismo durante los años 40, también de gran calidad y en la que las formas abstractas pero lineales, muy dinámicas y en ocasiones semifigurativas, poseen una raíz mitológica, aparece el primer cuadro en el que ya no hay nada más que bloques geométricos cuadrados que flotan en el lienzo. Es el principio del famoso estilo Rothko, en torno a 1949. El principio de un lenguaje que le llevaría a tener un éxito inaudito, pero no por las razones que él pretendía.

‘California’, 1965, David Hockney
‘Nº 8’, 1949. ‘Untitled Blue Yellow Green on Red’, 1954. ‘Nº 7’, 1951. ‘Nº 11’, ‘Nº 20’, 1949. ‘Nº 21, Untitled’, 1949. Mark Rothko.

Lo que quiero es que la gente llore frente a mis cuadros igual que yo lo hago cuando escucho la Quinta Sinfonía de Beethoven”, diría el pintor. En una carta escrita al New York Times en 1943 junto al también pintor Adolph Gottlieb, ambos formaban parte del grupo de Los Diez, que rechazaban el academicismo y la pintura realista que entonces seguía promoviéndose en los museos norteamericanos, expresaría más claramente ese rechazo al arte decorativo: "Es una noción ampliamente aceptada entre los pintores que no importa lo que uno pinte siempre que esté bien pintado. […] Por eso profesamos un parentesco espiritual con el arte primitivo y arcaico. En consecuencia, si nuestro trabajo encarna estas creencias, debe insultar a cualquiera que esté espiritualmente en sintonía con la decoración de interiores; cuadros para el hogar; cuadros para encima de la repisa; fotografías de la escena americana; cuadros sociales; pureza en el arte; ollas premiadas; la Academia Nacional, la Academia Whitney, la Academia Corn Belt; castaños de Indias, callos trillados; etc”.

Desde los años 50 y hasta su muerte, Rothko se centraría en desarrollar un trabajo lírico y técnicamente mucho más complejo de lo que puede parecer a primera vista. Son los años en los que el expresionismo abstracto se convierte en el lenguaje artístico por excelencia y convierte a Nueva York en la capital del arte, arrebatando a París el preciado título. Sin duda, Rothko es uno de los miembros de este movimiento –junto a David SmithClyfford Still o Robert Motherwell– más cultos y letrados en filosofía, estética e historia del arte. Y de los que más éxito tiene, junto al también malogrado Jackson Pollock. La crítica y el mercado comienza a interesarse por ellos.

‘The Ochre Ochre Red on Red’, Mark Rothko. 1954
‘Light Cloud Dark Cloud’, Mark Rothko. 1957
‘Nº 14’, Mark Rothko. 1960

Las salas cuatro y cinco de la Fundación Louis Vuitton se centran en este periodo, en el que el formato de los lienzos de Rothko apenas varía. Sólo mudan los bloques de color –casi siempre vivos, alegres–, cuya densidad varía según los tonos que use y las dimensiones de los mismos. Su estilo es reconocible, genera bienestar, a diferencia de otros pintores de su generación, que reflejan el momento histórico de cambio y tensión, en plena guerra fría, con estéticas más violentas, como las de Pollock. En fin, Rothko es el pintor ideal para tener en casa. Sobre todo, si pega con las cortinas. Él era conocedor de este hecho y luchaba contra él si estaba en sus manos hacerlo. Por ejemplo, cuando a principios de los años 60, Rosemary Kennedy le pidió un par de cuadros para ver cómo quedaban en su casa, él rechazó frontalmente su petición. Y cuando otra compradora quiso cambiar el cuadro que había adquirido por otro más vivo, porque el que se llevó la deprimía, Rothko no aceptó que se llevara otro y le devolvió el dinero.

UNA INUSUAL OFERTA

Conociendo esta oposición a que sus cuadros tuviesen connotaciones decorativas sorprende que Rothko aceptara una propuesta inusual. Crear en 1958 varios lienzos específicos para uno de los salones del restaurante Four Seasons, que ocupaba los bajos del rascacielos Seagram’s: un gran monolito negro situado en Park Avenue y proyectado por el arquitecto Mies van der Rohe. El restaurante, diseñado por el interiorista Philip Johnson, también incluiría obras de Picasso y Jackson Pollock. La principal razón por la que aceptó fue porque le daba la oportunidad de crear una serie de lienzos que tendrían una unidad de estilo y permanecerían unidos. Por primera vez realiza una serie cerrada en sí misma. Introduce, de alguna forma, la idea de instalación en su obra.

No se sabe hasta qué punto a Rothko le aseguraron que su obra colgaría en una antesala del restaurante. En cualquier caso, se lanza de forma entusiasta a crear piezas de gran formato, muchos más grandes de las que hacía hasta entonces y que tenían una escala humana pensada para ser disfrutada por un solo individuo. Tras una serie de descartes –el primer lienzo de esta serie puede verse en la exposición parisiense–, y dos viajes a Europa en los que toma inspiración de los grandes maestros de la pintura italiana –de manera más concreta, el ambiente meditativo de los frescos de Fra Angelico en el Monasterio de San Marco, Florencia–, Rothko cambia de planes. Y de aproximación, también. Se decide por pintar una serie muy diferente de lo que venía haciendo hasta entonces –los bloques horizontales superpuestos– y usa tonos más semejantes al color burdeos, de gradaciones oscuras, solemnes.

‘Nº 13 White Red on Yellow’, 1958. ‘Nº 9, Nº5, Nº18’, 1952. ‘Green on Blue Earth-Green and White’, 1956. ‘Untitled’, 1955. Mark Rothko
‘Red on Maroon’, 1959. ‘Black on Maroon’, 1959. Mark Rothko

De regreso a Nueva York en diciembre de 1959, con el restaurante ya inaugurado, aunque sin haber entregado aún sus lienzos, decidió ir a cenar al Four Seasons con su mujer. Al mirar la carta y ver el ambiente elitista del local, diría: “Cualquiera que coma este tipo de comida por estos precios, nunca va a prestar atención a mis cuadros”. Así que devolvió el dinero y rechazó colgar allí sus obras. Antes de morir, donó las serie Seagram’s a la Tate Gallery de Londres, con una cláusula que le obliga a mostrarlos todos juntos. Tal y como pueden verse en la exposición de la Fundación Louis Vuitton.

Este encontronazo, sin embargo, le abre una ruta en la que lo arquitectural, lo espacial y el trabajo de series cerradas le llevaría a lo que muchos consideran su gran obra maestra. La Rothko Chapel, en Houston, Texas. Una encargo de los mecenas John y Dominique Menil. El pequeño edificio de forma octogonal –diseñado en su origen por Philip Johnson– tiene varias salas en las que los cuadros sombríos y casi negros que Rothko comenzaría a pintar tras las serie Seagram’s generan sobras que crecen y decrecen según la luz natural que entre por la claraboya cenital. Es una capilla ecuménica, abierta a todas las creencias, y para la que Rothko realizaría catorce lienzos entre 1964 y 1967.

La exposición de París termina con una gran sala –donde se han incluido esculturas de Giacometti– en la que se ven cuadros bicromáticos: el gris y el negro se dividen el lienzo uno sobre el otro. El pesimismo y la depresión parecen ocupar ya todo el universo de Rothko. Sus problemas de salud, la separación de su mujer y el distanciamiento de sus hijos, así como la incomprensión del mercado frente a su visión trascendental del arte, se agudizan. Además, el arte pop y su exaltación del consumo le generan gran rechazo, por lo que abandona la galería con la que trabajaba, la Sidney Janis, que comienza a exponer a la nueva hornada de creadores pop, e inicia una relación con la galería Marlborough, propiedad de un tipo sin muchos escrúpulos de nombre Franck Lloyd. Rothko apenas pinta ya a finales de los 60, pero tiene acumulados centenares de cuadros que a valor de cincuenta mil dólares de la época sumarían cuarenta millones de dólares.

‘Untitled’, Mark Rothko. 1969
‘Grande Femme III’, Alberto Giacometti. 1960
‘Untitled’ y ‘Nº 8’, Mark Rothko. 1964

Su galerista le insiste –muchos dicen que le acosa– para que venda y Rothko, tremendamente debilitado, parece ceder y permite la salida al mercado de lotes enteros de hasta 40 piezas. El día antes de su supuesto suicidio, tenía una cita con uno de los colaboradores de Franck Lloyd para mostrarle su almacén más grande. Además de galerista, Lloyd era su albacea testamentario. El director de la galería, Bernard Rice, le había hecho firmar un contrato leonino en la época más desprovista de cualquier defensa de Rothko. Pollock acababa de morir también alcoholizado y el precio de su obra se vio multiplicado por cinco. Es de suponer que tanto Lloyd como Rice eran conscientes de este hecho, y de que lo mismo sucedería con Rothko. Las 800 obras alcanzarían un botín de valor casi incalculable.

Suicidio o asesinato, Rothko se convertiría tras su fallecimiento en un bestseller. Sólo hay que ver la interesante cuenta de Instagram @Collectorwalls para darse cuenta que sus obras son inevitables en las casas de cualquier coleccionista y millonario de la época. Sin embargo, la reverencia que el tiempo presente le muestra –además de seguir situándolo entre los pintores más valiosos en subastas– dan fe de una apreciación que va más allá del efecto decorativo de su obra. La percepción de esta se acerca para muchos a lo sagrado. Lo que él siempre buscó.