Intentos órficos para las letras y las bellas artes

Intentos órficos para las letras y las bellas artes

lunes, 31 de julio de 2023

Disco Completo (Estepario)

Escribe: Natalia Machado

 


LEON TOLSTOY CON 58 AÑOS, EN RUTA DE MOSCÚ A YASNAYA POLIANA EN 1886.

Como un mendigo, con las ropas sencillas y el hatillo, recorrió caminando los 180 kms que separaban ambas localidades. En 1886, 1888 y 1889, Tolstoi viajó tres veces a pie de Moscú a Yasnaya Poliana. En cada uno de los viajes fue acompañado por distintos amigos y seguidores.
De origen noble, Tolstoi se transformó, renunciando gradualmente a los caprichos y comodidades de una vida rica. Realizaba trabajos físicos, vestía con ropa de calle, se hizo vegetariano, entregó a su familia toda su gran fortuna y renunció a los derechos de propiedad literaria.

Escrito por Roberto Gonzales Short (Reseña Literaria a mi relato).


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RESEÑA:

En el meticuloso y depurado relato DESAGüE DE AMBICIONES, el escritor peruano Enrico Diaz Bernuy convierte un caótico escenario familiar, muerte del patriarca y trifulca de sus hijos, en una suerte de jaula psicológica en la que sus personajes conquistan un cierto protagonismo en su barrio, envueltos en una serie de recriminaciones mutuas. Por un lado, tenemos al hermano que regresa del extranjero (bien dicho 'sin pena ni gloria'), quien ostenta tener la urgencia de eliminar un Testamento, con ello lograría hacerse con la millonaria suma en dólares (igual buscan hacer los demás).
Aquí tenemos la plácida cotidianeidad de varios ancianos que se ve perturbada por la muerte del padre de estos, este escenario impone una 'clientela' cada vez más interesada en conocer el desenlace del drama, los vecinos son ya parte del tristemente célebre show. Así, atrapados entre el apego por el dinero y las ambiciones desbordadas, los personajes se ven empujados a una clandestinidad moral, o sea, a fingir que amaban al viejo y que ellos, cada uno por separado, son el legítimo y único heredero de la fortuna.
Estos dramas son como el Covid-19, sacan lo mejor del ser humano, de ellos en cambio, salió lo peor de sus corazones. Aunque a Diaz Bernuy le interesa tanto el lado siniestro del relato como lo oscuro de la naturaleza humana, en cierto sentido, este escritor busca establecer un paralelismo entre el nihilismo moral de los hermanos y su propia delicadeza a la hora de capturar, con su Pluma, los gestos en los que se juega el destino de los personajes: las miradas furtivas de ambición entre cada uno de ellos y su público no invitado al triste espectáculo, o los cuidados que los lectores dedican a imaginar el final de esta historia.

DESAGüE DE AMBICIONES: Obra corta. Pulcra. Oscura y mesurada en sus insinuaciones de cierre. Argumentalmente equilibrada y desmedidamente frontal con la realidad de muchas familias.

Roberto González Short. Periodista.


domingo, 30 de julio de 2023

 Sage Ashtavakra dijo:

Conociéndose a sí mismo como Dios,
y ser y no ser solo imaginación, ¿qué debe aprender, decir, o hacer el hombre libre de deseo?
Consideraciones como
"Soy esto" o "no soy esto"
están terminados para el yogi
quien se ha quedado en silencio
Darse cuenta de que "todo es yo mismo".
Para el yogui que ha encontrado la paz,
no hay distracción ni un solo punto, ni conocimiento superior o ignorancia,
sin placer y sin dolor.
- Ashtavakra Gita. XVIII. Versos 8 - 10.

Comentario literario a mi texto.

ROBERTO GONZÁLEZ SHORT

Director de Prensamerica Chile


Pichelingue de Bar (Los hombres viven su muerte y mueren su vida), un rotativo imaginario en movimiento, un desplome del Yo y mis recuerdos, antes de morir. En este nuevo trabajo de Enrico Díaz Bernuy, hoy me adentro en lo no escrito, en lo apenas insinuado de sus líneas.

Pichelingue de Bar es esa cita final con nuestra existencia, nuestro último brindis, nuestra Zarpe final. Ese brindis que Enrico nos propone hacer ya cuando todo está perdido, se trata de un relato corto de supervivencia y drama solipsista.

Pichelingue de Bar se destaca por tener un solo protagonista: El Narrador, aunque éste mencione a otros personajes, al final de cuentas se trata de un Final colmado de recuerdos, uno que recalca en su narrativa minimalista con efímeros diálogos de una Pandemia recién apenas en retirada.

Este asunto de que Los hombres viven su muerte y mueren su vida, se centra en cómo Diaz Bernuy nos conduce por los recovecos emocionales de un hombre solitario y sin nombre, quien es un experimentado navegante que se encuentra en medio del océano oscuro al fin de sus días, en un velero a manera de cantina o bar de poca monta.

Unas accidentadas relaciones humanas son las agitadas olas que arremeten contra este velero existencial que nos presenta Enrico, una tormenta de hipocresías y mentiras como moneda en curso para determinar a quiénes funan o a quienes aceptan en el Perdón Social de las censuras inmediatas.

Con cada copa el velero choca más fuerte y sigue a la deriva en el mar de fracasos y recuerdos tristes que llegan a la memoria, dañando gravemente el casco de la autoestima. A partir de ese momento, Nuestro Hombre se ve inmerso en una batalla angustiante por sobrevivir mientras intenta reparar su ya decrépito velero y encontrar una forma de llegar a tierra firme. A fin de no morir.

Pero este relato llamado Pichelingue de Bar no se limita a ese trance en la cantina, profundiza también en un mundo de putas, círculos de sobornados y desesperados, un retrato de poetisas y mujercillas, pseudo vacunas y las ricachonas del Rotary Club, es una despedida cruda. Sin aplausos ni perdones que dar o pedir. Es el Final.

A lo largo de cada publicación de Diaz Bernuy, exploramos temas de resistencia, determinación y el enfrentamiento de un ser humano contra la adversidad en su forma más pura. Enrico es, en definitiva y finales cuentas, el Amo de su propia historia, esa que se desarrolla en un entorno desafiante y aislado.

Siguiendo por esos callejones de la mente, seguimos los desafíos cada vez más difíciles que Nuestro Hombre enfrenta a medida que el agua y los suministros morales escasean, el tiempo empeora y su situación se vuelve cada vez más desesperada. Sin la posibilidad de pedir ayuda, Enrico enfrenta a su personaje a la soledad, la fatiga y los peligros del cierre de esta cantina de muerte, mientras busca cualquier posibilidad de salvación en cada línea que publica en Prensamérica.



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martes, 25 de julio de 2023

El frustrado de la semana, ptm.

Dime de los que alardeas y te diré de lo que padeces!!!


Quien se jacta de sí mismo, carece de auténtico valor. 
Lao tse


 TANTOS TITULOS PARA TENER UN AUTOESTIMA POR LOS SUELOS, ¡VERGUENZA AJENA !

jueves, 20 de julio de 2023

Erik Satie

Relato de Enrico Diaz Bernuy / Pichelingue de bar

  

Quien es autocomplaciente, no irradia luz.
Quien se jacta de sí mismo, carece de auténtico valor.
Quien se glorifica no durará mucho tiempo.

Tao Teh Ching de Lao Tse



PICHELINGUE  DE  BAR

(Los hombres viven su muerte y mueren su vida)

Por Enrico Diaz Bernuy




Frente a los misterios de cuando estas lejos, (el consumo aumenta, siempre). Arremeterte contra tus logros truncos, tus bohemias vaciadas sobre la pared sucia de tus diversiones.   Al fin y al cabo, muchas veces la libertad económica más juventud y sin contar con autoridades familiares te vuelve en un degenerado total. Ensamble a que eres muy sociable con aquellos alardes en las noches donde al día siguiente pierdes una lágrima… En el fondo te das cuenta que las cosas no van bien pero luego, lo olvidas…

El tiempo pasó y mientras que tomaba en un bar, nos pusimos a conversar. Luego se me ocurrió invitarte algo. Fui  generoso y tú empezaste desde el inicio con tu sinceridad. Solo por eso te respeté. Esa misma noche  conocimos a un sujeto que se disfrazaba de los indignados. Él era más acaudalado que cualquiera. Incluso más acaudalado que tú y yo juntos. El tipo era una alevosía…, de rutilante sonrisa y cigarrillos finísimos.


Sin duda era un “acaviarado del submundo” con sus  grandes viajes, derroches profanos que opacaban a cualquiera, únicamente en los márgenes de lo visual.  Tú y yo nos miramos para decidir si lo integrábamos al clan o lo lapidábamos.  Nuestra conversación nos había enviado de forma tácita a un pacto, la amistad, el club, la noche. Porque al fin y al cabo estábamos en el mismo camino y sentíamos que en esos momentos teníamos que ayudarnos. Sin embargo, frente a ese sujeto teníamos nuestras dudas. En realidad, es muy común mirar a todo el mundo con una desconfianza descomunal principalmente en esos lugares. Lo interesante es que, si todos sabemos que eso vamos a sentir, la pregunta cae de madura, ¿por qué todos terminamos en esos lugares?

Sabemos perfectamente que ahí jamás vas a conocer al amor de tu vida. Tendencia por la rebelión (poco probable), al menos esa apariencia tenía toda la historia, todo el discurso incendiario, explosivo, y muy crítico. Por su puesto que toda crítica era hacia los poderes. Jamás esa misma severidad se dirigía hacia nosotros mismos. Aquí éramos muy buenos criticando los poderes y sus abusos, pero jamás escuché a alguien tener la misma severidad con nuestra propia hipocresía, nuestra doble moral, la poca bondad en nuestros corazones. Donde a la hora de la hora lo primero en ponerse los tapa bocas éramos nosotros. Ahí rogando siempre por las pseudo vacunas.

O cuando andábamos siempre distanciados, muchos líderes y pocas cabezas, todos separados. Cada uno quería ser famosos con su club, ser la cabeza de su club, ser como una pequeña estrella del club. El punto  es que el tema de la autocrítica era cero, siempre.

Eso nos debilitaba y tú y yo sabíamos que jamás nos íbamos a unir. Estábamos ahí por nuestros egos y nuestros egos a la vez nos separaban. Pero eso nadie lo criticaba, éramos muy buenos  “en plan de crítica o plan burla”, pero jamás en autocritica.

Autodestrucción, decaimiento, o simple y vana soledad. Probablemente todas las alternativas mencionadas, es como un cóctel servido en vaso de plástico. Al final el sujeto nos presentó a tres poetizas como si hubieran salido de un cuadro  de Rubens.  Tan blandas por fuera y nacaradas. 

Ninguno de los dos podía negarse a una presencia así. Imprimían sobre sus sonrisas hondos delirios parecido a la canela y algún cítrico que anhelábamos descubrir, anhelábamos lamer de ellas… En el fondo de todo había insanas acciones entre nosotros, nada más que navegantes yugos, (esas mujeres nos habían cautivado).

El otro fin de semana nos volvimos a ver y no sé, cómo se me ocurrió hablarte de mi ex mujer… Y tú, lleno de la  inclemente semilla del infinito, me dijiste:  —“sé el alma que llevas y certidumbre solo hacia las alturas”—.  Luego con tus silencios me ayudaste a creer en mí. —Sé que esa no era tu intención, o tal vez si—. Nunca lo tuve claro. Nunca. 

Así nació el conjuro, nuestra nueva familiaridad donde la razón no posee fuego, sino cenizas. Y a un metro estaban las poetizas.  Ahí se inició cierta competencia entre tú y yo. Sin embargo, por una extraña razón y en el medio de todos estos malabares ahí empezamos a ser amigos.  Hay algo importante en esta historia; el fulano y sus poetizas estaban presentes. Ya éramos un grupo. Pero eso no era garantía de nada. 

A veces disfrutábamos contemplar “al nuevo del clan”. Lo mirábamos como se   comportaba usando a las personas como marionetas y lo peor aún, con hilos construidos por migajas todo para rendirle aplausos. Él era un creador de mendigos que recibían migajas en un plato sobre una banca de plástico.

Un sujeto a estar acostumbrado en hacer sentir mal a los demás, o a comprarlos. Adaptarte a esto no solamente te vuelve pobre, sino que vivir así es un constante abismo. En donde tú mismo cavas para honras fúnebres en vida.

Ondrar para quedar  en el círculo de los sobornados, los indignados… Cómo compraba a esa pobre gente, con putas, drogas o limosnas. Con total claridad un espectro ondular. Sin embargo, el clan trataba de este tipo de historias sobre las máscaras, los sueños en el arraigo de la condición humana, el ego sobre todo.  En cierta forma, un mandato biológico que nos toca enfrentar para vivir con estas miserias. Siendo así que el verdadero sueño era romper estos grilletes: La evolución, la libertad, y no estar al lado de un sujeto sujetado a su hedonismo como un manojo de banalidades.

Sin embargo, esta clase de cosas eran parte del clan, “el camino”.  Estas cosas eran como piedras en el camino. Luego entendimos que las piedras en la vida, eran el camino mismo. De esta forma, nuestra evolución es el camino y el camino, es una piedra. La piedra en mención, tenía superficies que arañan te hieren y luego te hace más fuerte. Parte de esta carga era convivir con alguien y su protuberante hedonismo. O como diría mi hermano: “tiene ego como mierda”. Al menos desmotivado no vivía el hombre, y sabía divertirse, —eso hay que reconocer—.

Pasó el  tiempo y empecé a sentir que todo tendría fecha de caducidad. Incluso mi atracción por la narizona o la piernona, en realidad cualesquiera de las dos eran atractivas. Ambos sabíamos que quien tenía ventaja en ese tema era nuestro nuevo amigo del gabán negro, al fin y al cabo él las trajo. Él tenía mas dinero que nosotros y para esa clase de mujeres solo tienes su atención con dinero, como a las putas o a las mujercillas.

A veces pensaba que ni siquiera él se siente atraído por ellas, solo las tomó como trofeos (ellas eran artistas).   Era una verdad tácita. La técnica era en no publicarla, pero todos sabíamos que ellas eran sus mujeres cuando él lo deseaba, cuando él las compraba o él las sobornaba. Así era todo, y eso sirvió para irle perdiendo el respeto poco  a poco, también le perdí la admiración. Y una vez, entre copas le dije: si tan galán de galán eres, solo te respetaré cuando me presentes a tu nueva mujer una acaudalada que viva en las casuarinas, esas millonarias que pertenecen al club Rotary.  

—Me respondió: Eres un suicida de hablarme así. Sin duda  confirmas, una vez más tu tendencia equilibrista como aquellos que disfrutan de la cuerda floja, abusar del equilibrio como tantos deportes que se basan en eso, aquellos que practicas, jajajaja. Te hago recordar que en estos momentos no estás haciendo tus piruetas. En estos momentos el inconsciente simbólico (mismo la decodificación) lo revelas de forma preponderante, así como pintar, como si en tu vida no hubiera habido “colores”.

—Le dije:  —Quizás tengas algo de razón, pero gracias a tu engreimiento ni en el peor de los momentos perderás tu tendencia a ser “prepotente” y siempre doblemente engreído. Además, no me acuses de suicida que por ahí vamos en la misma senda, y tú lo sabes.

Insistió: —Jajajaja y tú, tanto museos, bah , ¿Que hubo en el pasado que no pudiste reconstruir o sanar?

—Todo lo que quieras pero a mí nadie me soborna  ni humano, ni extraterrestre sobre este planeta. Yo no soy como tus amigos de escasa autoestima o tus mujercillas. 

Su mirada se llenó de dolor porque sabía que yo no estaba mintiendo. Inmediatamente se puso de pie y se fue de la mesa. Probablemente estaba conteniendose de levantarme la mano, se retiró lleno de dolor e ira que practicamente son lo mismo. Yo estaba listo para lo que sea, incluso para pagar las cervezas que habíamos tomado y él como siempre con su aprovechamiento me dejó con la cuenta pendiente, en fin. 

Nuestra nueva familiaridad estaba jurada, sabíamos demasiadas cosas uno del otro y cuando se fue cargando su mochila se acercó al mozo como para despedirse y volteo a mirarme, me señaló con el dedo. Estaba seguro que le decía que yo iría a pagar las cervezas. Ya no me extrañaba nada de él.

Me dispuse a prender otro cigarro, pero hasta las ganas de fumar había perdido. Empecé a sentirme insatisfecho (me estaba pareciendo a él), a pesar que le dije todas sus verdades, sentía que algo faltaba, no sabía que. Ya quería irme. Y cuando me fui pensaba en mi alma, el alma de sus mujercillas, el alma de mi amigo. Recordé lo que una “hechicera y erudita” me dijo una vez: él ha sido tu hermano en un vida pasada. Esa idea me hizo entender porque lo estimaba tanto. No lo merecía, pero yo lo estimaba. El problema es que él es un alma joven, señaló la erudita, aparentemente tiene pocas reencarnaciones. Eso me hizo deducir por que era como actuaba,  y comprenderlo,  porque todo lo vivido es tan perecedero como un sueño que todo comienza frente a uno mismo, mirandote frente a un espejo y contemplando los yoes de tus hechos.

 

 

 

jueves, 13 de julio de 2023

Entrevista a Enrico Diaz Bernuy por canal Nacional Tv Perú.

No es muy complicado entender que al entrevistador, a veces no le da mucha gracia ser entrevistado. Sin embargo, siempre es un honor estar en la mirada y revisión por las cosas que uno hace, las cosas que uno cree y los sueños que laten en uno, y con  el día a dia, en este camino de lograr tus sueños o vivirlos; a veces de equilibrista o de piloto interestelar.     ---Click a la foto y podras ver la entrevista---

Click a la foto y podras ver la entrevista completa
Contar con mi programa: "Destinos del Color y el Verbo", sin duda es una manera de expresar el pensamiento y obra de las voces que requieren atención. Y ese fue uno de los motivos principales en la que fui convocado para el entrevista que tuve el día de hoy. Y por su puesto, a mi actividad laboral: "Restauraciones Da Vinci"

Agradesco al conductor del programa Juan José Sandoval conducor del programa TECNOLOGÍA PYME, "innova tu empresa". Del canal de cable: Nacional Tv Perú. 


https://www.facebook.com/NacionalTvPeru/videos/821709776267466


sábado, 1 de julio de 2023

Cuando te sientas vencido ante tus adversidades!!!! — Recuerda a este árbol —.


Lugar: Estambul 

 

Ayer vi en youtube la transmisión de un recital de poesía. Asumo que los lectores de este espacio, más de uno compartiran este gusto.  Uno de los poetas participantes de aquel evento dijo: Y por si acaso, "no se dejen engañar, aquí,  todos nosotros somos unas mierdas, ah". (sic) 

Yo me pregunto; alguien le puede hacer enteder al poeta que esta desperdiciendo tanta lucidez como para una buena novela. 

Dentro de las cosas que no comprendemos, ahi va una perla, cómo puedes resaltar el talento de alguien cuando esa persona no lo ve. (¿?) 

Poema: LA TORMENTA OCULTA. Leido por la poetisa Rox Fransheska