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jueves, 27 de julio de 2023
domingo, 29 de enero de 2023
LIBRO DE POESÍA: ESGRIMA LUMINOSA Edición electrónica (libro completo) Autor: Enrico Diaz Bernuy
Mientras que mis colegas se jactan de escribir varias veitenas de libros. O hacer libros de poesía de mas 500 páginas... (mejor no comento). Yo con mucha satisfacción y poca humildad quiero presentarles uno de los libros más importantes que he escrito en mi vida y que fue, prácticamemente mi lanzamiento al mundillo cultual y los grupúsculos correspondientes. Y por su puesto, mi infinita gratitud por los momentos.
© Enrico Diaz Bernuy
ESGRIMA LUMINOSA
Poesía
Era un lobo con sed
y esa exploración
me convirtió en un Minotauro.
Loco con ese amor dorado, el fuego hacía
su danza que convulsionaba y en el medio
de ese lenguaje febril, me cubrí justamente
cuando mi cuerpo estaba con ella y en ese
vórtice, mis sentidos, como consecuencia
de aquellas caricias y lamidas por las
mismas lenguas doradas que nos iluminaban
flameantes del fuego.
Cuya metodología cuántica, sutil y pura, me
permitió entender que en realidad el todo
en sí, lo que me rodeaba no era más que
abusiones y este paisaje sexual me dejó el
sabor a mar de ella.
Recuerdo su fragilidad, su delicadeza
pindárica, aguerrida, libre, con la filarmonía
de sus labios y mis besos.
En este trámite, esta experiencia de cuanto
era capaz… y esas gotitas tremendas que
recorrían de sudor por mi cuello eran
doblemente humectadas con su lengua.
Sus pechos brillaban con un broncíneo
tono, como una parte del infierno se hubiera
desplegado sobre ella, era como una
montaña de deseos y además era sumisa
y suculenta, y blanda, y suave, y acuosa, todo
ello con esa cabellera enramada, enrulada
de esencias místicas que brotaban desde
lomas intimo de ella.
De todas las formas delataban el alma
que la gobernaba y que sería capaz de
volver loco a cualquier hombre.
La contorción que hacía con sus
caderas, cada vez que la penetraba me
removía como si ella intentara estrujarme
con una sed infinita, la sed que tenía una
hembra excitada, madura, matemáticamente
experimentada, lumbrera de mi destino
y con toda la fuerza de esta historia su amor
me había iluminado.
.
La
morada
Tus ojos son en mis ojos.
Mundo de un raudo deseo.
Arcilla
fina de mi juicio mordiente.
Arcilla trigueña.
Me dejaste sorber.
Un
soplo de nieve derretida.
Que atolondra mi carne.
La fuga siempre desflora
la primavera.
El encuentro arde el incendio.
De nuestros frutos
atados.
Nuestra sombra una morada.
Evidente de encausar
cosechas.
Entonces esto es insigne.
La morada de una
noche eterna.
QUERIDA DE MI
VIDA
El latido que
nace del todo, me enseñó a amarte.
LABIOS
Y te beso…
El yo…, cede al deseo.
Quieta y ambigua.
Donde abrevan tus labios
oscuros
en mis
besos… Demasiada devoción.
nos desarraiga
Boca MIEL
Linda, oscura…
Encadenada a mi delito.
Contra cualquier voluntad.
Tus manos besadas.
Sólo delatan
las pirámides de tus destinos.
Juntó el
hálito de las noches.
Qué glacial hará
Encarnar mis noches…
Estás jadeante y extenuada…
La noche propaga la miel que
cursa.
La
espiral de juncales dulces que me diste para hacernos sal.
En donde el alma se convierte
en agua.
Tus labios con los míos ya no
buscan nada.
RESPIRAS
Caemos a la tierra
semejante al otoño.
Tostados encajes me enseñan
los bienes.
La respiración.
Luciérnaga cautiva un dulce
acorde.
Para tenerte a mi lado.
Yo te canto.
Tus estoques habían
vientos.
Y eres inocente.
Ahora espejo donde el arco
iris.
Nos enseña el umbral, — tu
fértil lecho.
Eres toda, y sin sombra.
Osita
Del más vivo
recuerdo de tus manos.
Solamente recuerdo
el Temblor de tus besos.
Ideario de una
amistad
Su sola luz
vaciada pintora con el pincel sobre tu rostro.
Para tamborilear
tus latidos el roce inflexible de mis labios, —te beso.
Por las lindes
perdurables… A ti, e inmensa.
Sumado a la
lírica de los aires que dejaste en mis recuerdos.
RUTAS
( )
Una estrella ancla una
hábil mano.
Que me conduce a ti y a las
rutas,
de tu cuerpo
principalmente .
Cuando te sueño.
TU
El atributo recompensa lo
mejor de mí.
El verbo de un alma hallada.
Para la
semántica de mi vida.
El atributo halla
y desplaza.
La flor
perdida de tener una esperanza propicia.
Un jardín en mi alma.
Mujer
mía
En las formas inventadas.
Contenidas del soneto
oculto.
Ensueño en la ola de tenerte
mía.
Con mi arte cantor .
Italianizante celeste y hueco
donde habitas.
En mí, — Mía.
Con qué ola te veré
cautiva desasida
con este corazón.
TIBIA
Huida.
Entera.
Mía.
Perpetua.
Como el halo que
sale de tu alma.
Voladora del retorno a mi
vida.
Huida y perdida.
Para posar en mis
fantasías.
Cambios
Citaré tu
figura de alas abnegadas
La fiebre más baja es batir
semejanza
Una flor
amena de cortesías, de tesoros.
Empero, en qué cima
estival te convertiste
Abrigada de estremecimientos
para perdernos en la nada.
Citarè tu
figura de alas doradas…
El nido
Famélica me lames.
Y se desmelena la
quietud...
El enjambre de todos
nuestros cuerpos,
ponen el vicio de esa
vía
del reino donde anida
el deseo
de tenernos infinitamente
tantas veces.
La sangre del
SILENCIO
NAUFRAGIO
El naufragio ha calzado
la estancia.
La superficie.
La acérrima embriaguez
Como alfanjes brillan
De la estación del
exilio
En esta lúcida soledad
las venas me enredan en
el delirio.
Y las
lágrimas de esta grandeza me permiten vivir
En este naufragio.
El olvido
La lunación estaba
instalada…
Las lluvias con sus atuendos
Azotaban a desnudarlo
todo.
Sobre la estancia
Que estaba sin márgenes
Derramándose lentamente como
las manecillas del tiempo
Con ese petróleo copando el
lago
Con cierta embriaguez y
con delirio de una decisión.
Cargando una marea oscura pero
pura
La misma como el
ferviente deseo que
El olvido.
ESTANCIAS
Ahora llora mi alma
Ahora sale la cenicilla
Disfrazado de entusiasmo
Envolvedor Dinosaurio
Déjame existir
LA SEÑAL
CONCRETA DE UNA SOMBRA
A su luz para el cielo
Y terminamos en este
firmamento
Mansamente
Para posar la señal
Concreta de una
sombra
Cara a cara cada día
Con la muerte.
NUMEN
(para mi padre)
Solo
Sobre el pasto fatigado
El corazón de los
frutos
Solas las
piedras desnudas
El campo esta colmado
Por
pliegues de dulzura
Cabelleras de un
cielo transparente
Vientos rodantes que
abre la ventana alborada
Al cielo
robador de canciones
Y nieve
Y arrollo
De fiebres confusas en
las risas del alba
Siendo difícil como la noche
Acá cercano al
cambio de piel
El amor como el amor hace reir
con las lagrimas
El amor como el amor
Hace nacer
Los muros sus imágenes en
aullidos cuelgan
La respuesta en abrir la
puerta
Cuan sembrada a sus frentes a
nuestras frentes
Como un diluvio detenido
al alza de los capullos
Jugueteando sonidos
Soy un bajel espacial
De luces hacia
a dentro
En el que en la proa empuña un
puñal
Soy el bate
EL que en la popa
Se inflaman los márgenes
contradictoriamente
La dulzura del corazón Deja
abrazarse
Negro por unas manos
donde un infierno sonríe
El llanto del
rio de mi corazón
Sinfonías de silencios
que sólo creen en la soledad
Y recuperando en mi memoria
Hogueras de enjambre
El sudor alado de la
noche
Estoy fuera de masa
Letanía gritada
Al
duro deseo de durar
De pensada rada
Lucífera sin lugar
El exilio me hacia
navegar a profundidades
Alga móvil a un remolino
Constelado
El exilio ha calzado la
estancia
Piedra de furor
gramatical
En la vértice de mi
ser
A desmesurada
esgrima de palmeras
Venteada de vientos
sempiternos
Las formas de Mayo
Que llevo inconsciente
De confluencias
Pero cuando llorando caigo
De horror la
escarcha del horizonte
Una sombra pletórica
De alaridos
Horizontes cuyos capullos un
perfume corona
Como escudo de armas
En la
oscuridad de nuestras frentes
Marcando cantos
Las lluvias en sus técnicas
arcaicas
En su nacimiento
Epifanio de un
encuentro perpetuo
Y el crepúsculo sonríe en una fogata
brillante
Y me han instruido las
tinieblas
Que cuidan la oscuridad con
argucia lustre
Y luz y Luz máxima
Y luz descendida
En piélagos rebeldes
Estancia que desgasta su
misma musculatura
Mismas tinieblas que alimentan
crestas
Brillantes heridas atadas a la
gloria
¡Oh Dios mío!
Ahondar el barro, rodado por
el tiempo
Por tregua
Por luz
¡Oh Dios mío!
Oh unidad de los
universos…
Ayúdame porque el viento
llueve
Llueve el mirar
La razón ahondar el barro
Rodado por el tiempo por
tregua
Por luz
una soledad segura
pone el trance seguro
De confluencias desconocidas
al amor.