CÁMARA POPULAR DE LIBREROS “AMAZONAS”
36 AÑOS AL SERVICIO DE LA CULTURA Y
EL ARTE
Jr.
Amazonas 401. BARRIOS ALTOS, EL CERCADO
11 DE
SETIEMBRE.
Presentación
de mi libro ESGRIMA LUMINOSA -poesía-
Quiero
expresar toda mi admiración a los difusores culturales.
Está en ellos la persistencia por promover y dar un espacio a quienes estamos iniciando
en el mundo de
las letras.
Ellos que
también son
escritores o artistas y su arte lo ponen a un lado para dar espacio a los que comenzamos.
Era una gata pensativa y su pelaje brillaba como el oro.
Estaba sentada encima de una banca. Parecía una espectadora que esperaba el show y
como siempre soy muy puntual, pude verla.
Sentí su mirada que me decía algo, probablemente me dijo: ¿quien eres? ¿Por qué estás aquí?
Yo estaba vestido con un terno oscuro de aquellos que solo se usan en ocasiones especiales. Llevaba conmigo mis libros y la redacción
hecha a mano alzada sobre la exposición
o mejor dicho el pauteo de lo que iba a
hablar.
Poco a poco llegaron los escritores, algunos nos reconocíamos con la
mirada y el saludo cortes con el movimiento de cejas delataban la distancia que
cada uno deseábamos mantener, ahí no más, brother, ahí no más…
La gata se incomodó por la
presencia del público y sigilosamente se retiró arrastrando su sombra entre las
demás sombras.
Finalmente llegó el organizador, un señor llamado Rafael Altamirano responsable de la conducción y
organización del evento. Me preguntó por mi hijo, ya le había avisado que yo iba a presentar mi
libro en exclusiva compañía de él. "Mi adorado que tiene cinco años" y
quería estar acompañado de él.
Le expliqué que estaba con
gripe y con calentura, por eso me
encontraba sin él. En realidad no
avisé a mucha gente mejor dicho ni siquiera lo publiqué en el
facebook. Mi vida social no es tan abundante
y tampoco me esmero para que lo sea.
Asistieron solo dos o tres amigos
muy cercanos vinculados a las letras. Y una amiga experta en fotografía, pero
ella no pudo asistir.
A las 5:35 inició a la ceremonia. Empezaron a recitar poesía. Algunos señores declamaban
con todo el estertor sentimental
y sin disimular nada, conmovieron
en cierto aspecto. Reflejaban lo que en
parte son o lo que desean ser y que no
pueden ocultar, otros solo leían pero de la misma manera las palabras dejaban llegar a uno: cuestionar o escarmentar.
El frío helaba a todo el público, los niños corrían, jugaban alrededor del programa cultural, —poético—.
Luego,
cruzó un perro y podría jurar que estaba
interesado de alguna manera en lo que estaba ocurriendo, aunque primero mostró
bastante interés en jugar con su cola o morderla para ser exacto. Definitivamente la cultura estaba al alcance
del pueblo e incluso de los animales domésticos que se encontraban sueltos.
Dentro de la lluvia de ideas que
estuve atravesando recordé ese
pensamiento que alguien dijo: crecemos de
dos formas, con el
dolor o el entendimiento.
Y esta es la tercera vez que presento un libro
al público y lo hago solo. Quizás es un acto suicida mejor dicho un suicido por tercera vez.
Presenté mi libro, no llevé hoja
biográfica basada en lo que había publicado ni mis estudios, ni mencioné los
premios obtenidos. Dije mi nombre y el título del libro que estaba presentado. No
dije que era escritor y mucho menos poeta, solo dije el título del libro que había
escrito. ESGRIMA LUMINOSA. Después me centré
mucho en la estilística del libro dividiéndolo en dos partes.
La primera parte: unos poemas de
índole amatorio en donde convergen las pasiones del enamoramiento y la
esperanza enfocada sobre un mundo utópico.
La segunda parte: poemas sumidos
en el clamor, el naufragio de la soledad como cantos de un espíritu
solitario a modo de antítesis de la
primera parte. Eso correspondiente al tema del "fondo".
Referente a la forma del texto en
general señalé las figuras literarias
que más veces repetí como el hiperbaton y prosopopeya. Luego de leer algunos poemas realcé el sentido hermético de mi trabajo literario
como una voluntaria búsqueda en donde uso un rumbo desbocado a través de un vocabulario esmerado
y que mis metáforas se basan en cierto aspecto por medio de símbolos como resultado de mi introspección.
Y como algo anecdòtico… cuando
terminó la ceremonia y todos nos estábamos retirando la gata se había
echado en lo alto de la biblioteca y
miraba a todos. Al sentir mi mirada me miró fijamente, de nuevo. Yo sonreí con timidez y cuando me retiré me siguió mirando hasta que
la distancia nos separó por completo.
A continuación algunos poemas de
mi libro:
ESGRIMA LUMINOSA
Poesía
Era un lobo con sed y esa exploración
me convirtió en un Minotauro.
Loco con ese amor dorado, el fuego hacía
su danza que convulsionaba y en el medio
de ese lenguaje
febril, me cubrí justamente
cuando mi
cuerpo estaba con ella y en ese
vórtice, mis
sentidos, como consecuencia
de aquellas
caricias y lamidas por las
mismas lenguas
doradas que nos iluminaban
flameantes
del fuego.
Cuya metodología
cuántica, sutil y pura, me
permitió entender
que en realidad el todo
en sí, lo que me
rodeaba no era más que
abusiones y este
paisaje sexual me dejó el
sabor a mar de
ella.
Recuerdo su
fragilidad, su delicadeza
pindárica,
aguerrida, libre, con la filarmonía
de sus labios y mis
besos.
En este trámite,
esta experiencia de cuanto
era capaz… y esas
gotitas tremendas que
recorrían de sudor
por mi cuello eran
doblemente
humectadas con su lengua.
Sus pechos
brillaban con un broncíneo
tono, como una
parte del infierno se hubiera
desplegado sobre
ella, era como una
montaña de deseos y
además era sumisa
y suculenta,
y blanda, y suave, y acuosa, todo
ello con esa
cabellera enramada, enrulada
de esencias
místicas que brotaban desde
lomas intimo
de ella.
De todas las formas
delataban el alma
que la gobernaba y
que sería capaz de
volver loco a
cualquier hombre.
La contorción que
hacía con sus
caderas, cada vez
que la penetraba me
removía como si
ella intentara estrujarme
con una sed
infinita, la sed que tenía una
hembra excitada,
madura, matemáticamente
experimentada,
lumbrera de mi destino
y con toda la
fuerza de esta historia su amor
me había
iluminado.
.
La morada
Tus ojos son en mis ojos.
Mundo de un raudo deseo.
Arcilla fina de mi juicio mordiente.
Arcilla trigueña.
Me dejaste sorber.
Un soplo de nieve derretida.
Que atolondra mi carne.
La fuga siempre desflora la primavera.
El encuentro arde el incendio.
De nuestros frutos atados.
Nuestra sombra una morada.
Evidente de encausar cosechas.
Entonces esto es insigne.
La morada de una noche eterna.
NUMEN
(para mi padre)
Solo
Sobre el pasto fatigado
El corazón de los frutos
Solas las piedras desnudas
El campo esta colmado
Por pliegues de dulzura
Cabelleras de un cielo transparente
Vientos rodantes que abre la ventana alborada
Al cielo robador de canciones
Y nieve
Y arrollo
De fiebres confusas en las risas del alba
Siendo difícil como la noche
Acá cercano al cambio de piel
El amor como el amor hace reir con las lagrimas
El amor como el amor
Hace nacer
Los muros sus imágenes en aullidos cuelgan
La respuesta en abrir la puerta
Cuan sembrada a sus frentes a nuestras frentes
Como un diluvio detenido al alza de los capullos
Jugueteando sonidos
Soy un bajel espacial
De luces hacia a dentro
En el que en la proa empuña un puñal
Soy el bate
EL que en la popa
Se inflaman los márgenes contradictoriamente
La dulzura del corazón Deja abrazarse
Negro por unas manos donde un infierno sonríe
El llanto del rio de mi corazón
Sinfonías de silencios que sólo creen en la soledad
Y recuperando en mi memoria
Hogueras de enjambre
El sudor alado de la noche
Estoy fuera de masa
Letanía gritada
Al duro deseo de durar
De pensada rada
Lucífera sin lugar
El exilio me hacia navegar a profundidades
Alga móvil a un remolino
Constelado
El exilio ha calzado la estancia
Piedra de furor gramatical
En la vértice de mi ser
A desmesurada esgrima de palmeras
Venteada de vientos
sempiternos
Las formas de Mayo
Que llevo inconsciente
De confluencias
Pero cuando llorando caigo
De horror la escarcha del horizonte
Una sombra pletórica
De alaridos
Horizontes cuyos capullos un perfume corona
Como escudo de armas
En la oscuridad de nuestras frentes
Marcando cantos
Las lluvias en sus técnicas arcaicas
En su nacimiento
Epifanio de un encuentro perpetuo
Y el crepúsculo sonríe en una fogata brillante
Y me han instruido las tinieblas
Que cuidan la oscuridad con argucia lustre
Y luz y Luz máxima
Y luz descendida
En piélagos rebeldes
Estancia que desgasta su misma musculatura
Mismas tinieblas que alimentan crestas
Brillantes heridas atadas a la gloria
¡Oh Dios mío!
Ahondar el barro, rodado por el tiempo
Por tregua
Por luz
¡Oh Dios mío!
Oh unidad de los universos…
Ayúdame porque el viento llueve
Llueve el mirar
La razón ahondar el barro
Rodado por el tiempo por tregua
Por luz
una soledad segura
pone el trance seguro
De confluencias desconocidas al amor.