lunes, 12 de junio de 2023

Un poema de Enrico Diaz Bernuy

 

PARA ENCENDERLO TODO

de  Enrico Diaz Bernuy

Entre los relámpagos se levanta una espada, y a la vez con tanto parecido al zigzag  de pinceles limpísimos. Estos actos son marchas del entusiasmo como mis lejanos optimismos sobre el campo de las manchas. Sombras que tejen paredes hasta los cielos.  Sobre los vientos que una vez moraron en la pureza y hoy esos mismos aires son fuegos ardientes para volver a las personas en hielo palpitante, hieráticos.

De avisadas falsedades y ello gira a este planeta que escribe, suelta su lenguaje con los hilos de los relámpagos y de la misma forma lo borra todo,  sobre todo;  te olvidan con los oscuros  sonidos de lo intrascendental. Lo burdo, lo superficial como una niebla aurea que solo sirve para extirpar  a los extirpados, los anquilosados, “los aniquilados”.  Los estrépitos de los leones sobre los especiales verbos que yacen en espiral de esos vientos.  Que fueron fuego y que esos fuegos hoy solo hielan.  

Así es   entender la caída de mis pensamientos.  Esa nieve color tierra que se convierte en una serpiente luminosa salida del propio cielo. Y así, se desliza sobre los ríos de mis costas. Una época me reía del movimiento de los indignados, una época pertenecí al bando de las estatuas que se unen con el cielo blanco como un papel herido, (exhalaciones, yo los entendía).

Esa misma nieve es esquiva como quien veo a las personas ruidosas donde sus sonrisas son de estío y dulces hipocresías, almíbar como el veneno y amantes del mendrugo salarial. Entre ellos se compran y entre ellos se abrazan.

Por eso labrar sobre estas lecturas para memorizar, para olvidarme de mi, para olvidarme de ellos, para pensar en el corazón del ave que quiere escucharme como un perro que usa pico. O como un alma que lee mi alma o para entender la raíz de las direcciones y de las intensidades de los lóbulos al crecimiento.

Escribo sobre los relámpagos que salen del calor de mi Manos…



sábado, 10 de junio de 2023

Chismografía Literaria y un poco de filología sobre «ahorrar», «alarma», «alma» ...

Chismografia Literaria y un poco de filología sobre «ahorrar», «alarma» y «alma». ///// 🇵🇪 🇵🇪 🇵🇪
 Episodio 9 en la tercera temporada del programa: "Destinos del Color y el Verbo". Se menciona al diccionario Pan Hispánico de Dudas de la Real Academia Española y una breve revisión a los sonetos de Pablo Neruda y a algunos  otros escritores.

viernes, 9 de junio de 2023

Ahí en el 12:27 de Rex tremendae y lacrymosa


Pensar en tu muerte y sus consecuencias es una forma de "saber".
Y como señala Cervantez en su libro don Quijote; "uno es hijo de sus obras".

jueves, 8 de junio de 2023

Es difícil de creerlo, pero es real.

                                              El frenesí de las serpientes

Tras ocho meses de hibernación en madrigueras subterráneas, las serpientes rayadas o serpientes jarreteras (Thamnophis sirtalis) de Norteamérica emergen en masa en primavera formando grandes aglomeraciones para reproducirse durante dos o cuatro semanas.


Y DIOS HABITA EN CADA CUERPO


Hay que reconocer que causa gracia.

Aunque no  estemos hablando de un lingüista de renombre , hay que reconocer sobre su destreza al usar la ambigüedad para generar comentarios (por Facebook) «Cada vez que un amigo se gana un premio, algo se muere en mí. [sic]».   Debería decirse: gana un premio.   Pero si el escritor dice "se gana" es que está insinuando que el origen es fraudulento. Asumiendo que  los  premios  deberían de obtenerse  “por el mérito”.  Con ese entendido, el narrador al sostener <<que algo se muere en mi corazón>> esta diciendo que ese acto de falto de impecabilidad de su amigo, de alguna forma lo está hiriendo. 

miércoles, 7 de junio de 2023

No estoy seguro si es mi imaginación, pero has percibido alguna vez que "los maestros", muchas veces tienen una sencillez que a veces no encaja con su obra. 

Quizas ese elemento los hace más grandes.  Y eso se percibe—,  es como si no se dieran cuenta de su genialidad.   Que distinto al ego de algunos escribanos. Algunos. 

Entre siniestros se entienden, y yo me pongo a cantar


 


 

Un poema al ave que me visita

Ronco el universo rosa las inexhaustas nubes, llena de esa embriaguez. Que de castillos  acuda a un todo construido como palabras exactas, verbo encendido para decir que todo silencio es rectitud  y fuerza en sus adentros en algunos los meandros de  los crecimientos. 

Donde no tienes que burlarte de nadie que bastante comedia, hay ya, en tus adentros; flujo,  vientos…  teoría de grafos, aristas —cíclicas—, estupendo sendero de los caminos cruzados, en sí, solitarios e imponentes (aluviones)  Cosas que no ocurren con un abandono.

 Pero sí con carmín de ardores,  y tripas en los cimientos, encaje así algún vocablo lleno de paz.  Es la única fantasía, logro y fantasía  capaz; que se tuercen en esqueje embriagado del yugo de quien se glorifica así mismo, el autocomplaciente y su voltaje.  

Tu que eres ave de los edificios  —escucha estas búsquedas en las que te encuentras—. 

Tus lentes oscuros se parecen a los míos, nuestra oposición nos une, antes fui como tú,  Para reconstruirse: los temas silenciosos siempre son de alguna gran verdad, los temas silenciosos siempre son fundamentales.

Vaya el trino  delirante ensendidas esencias, hechos con montañas de silencios, cruento de lumbres. Algo así fueron   los pasos en los que extrañé lo que mucho has vivido con tus grandes vuelos certidumbre solo hacia las  perspectivas, las alturas, su símbolo sobre el bramante.

Así nació el conjuro, nuestra nueva familiaridad donde la razón no posee fuego, la razón solo infundía insanas acciones navegantes en  yugos. Eso quise decirte, pero no encontré la forma; y desde ahí empezaste a visitarme con tu plumaje imperecedero. Elegante hasta en  tus abismos como tu pico  sincero,  como tus apetitos.  O quizás tú de mi ya lo has entendido todo  con tus trinos,  y tus fuerzas.



Enrico Diaz Bernuy

viernes, 26 de mayo de 2023

El DESTINO DE LA PALABRA: ¡Adelfa! /// Enrico Diaz Bernuy

Según el espiritualista y poeta uno no debería decir: yo soy yo, ni yo soy el que soy.

 Di­ yo soy Tú

- Jelalludin Rumi.

Soy partículas de polvo a la luz del Sol.
Soy el redondo Sol.
A la partícula de polvo
yo digo, quédate.
Al Sol,
sigue tu marcha.
Soy la neblina de la mañana,
y la respiración de la noche.
Soy el viento en la copa de la arbolada,
y la ola sobre el acantilado.
Mástil… Timón,
Timonel y quilla.
Soy donde se asentó
el arrecife de coral.
Soy un árbol,
con un loro entrenado
sobre sus ramas.
Silencio.
Pensamiento.
Y voz.
El aire musical,
viniendo de una flauta.
Una chispa de piedra.
Un destello de metal.
Las dos velas,
y una mariposa loca alrededor.
Rosa ...
y el ruiseñor
perdido en su fragancia.
Soy todas las clases de seres.
La galaxia girando.
La inteligencia evolutiva.
El ascenso ...
y la caída.
Lo que es,
y lo que no es.
Tú que conoces a Jelalludín,
Tú el Uno con Todo,
Dí quién soy yo.
Dí Yo soy Tú.
Rumí, el místico del amor
Jalal ud-Din Rumi, el mayor de los místicos islámicos, un extraordinario poeta del amor. Nació en Afganistán, pasó por Irán y vivió y murió en Konia, Turquía. Era un erudito profesor de teología, celoso en sus ejercicios espirituales. Todo cambió en su vida cuando se encontró con la figura misteriosa y fascinante del monje errante Shams de Tabriz. Como se dice en la tradición sufí, fue «un encuentro entre dos océanos». Ese maestro misterioso inició a Rumí en la experiencia mística del amor. Su agradecimiento fue tan grande que le dedicó todo un libro de 3.239 versos, el Divan de Shams de Tabriz. «Divan» significa colección de poemas.
La efusión del amor en Rumí es tan avasalladora que lo abraza todo: el universo, la naturaleza, las personas y sobre todo a Dios. En el fondo se trata del único movimiento de amor, que no conoce divisiones, sino que enlaza todas las cosas en una unidad última y radical tan bien expresada en el poema Yo soy Tú: «Tú, que conoces a Jalar ud-Din (nombre de Rumí), Tú , el Uno en todo, di quién soy. Di: soy Tú». O aquel otro: «De mí no queda sino el nombre; todo el resto es Él».
Esa experiencia de unión amorosa fue tan inspiradora que hizo que Rumí produjese una obra de 40 mil versos. Famosos son el Masnavi (poemas de cuño reflexivo-teológico), el Rubal-yat (canción de amor a Dios) y el ya citado Divan de Tabriz.
Propio de la experiencia místico-amorosa es la embriaguez del amor que hace del místico un «loco por Dios», como lo fue san Francisco de Asís, Santa Teresa de Ávila, Santa Xênia de Rusia y también Rumí. En un poema del Rubai’yat dice: «Hoy no estoy ebrio: soy los millares de ebrios de la tierra. Estoy loco y amo a todos los locos, hoy».
Como expresión de esta locura divina inventó la sama, la danza extática. Consiste en danzar girando sobre sí mismo y alrededor de un eje que representa al sol. Cada dzerviche –así se llaman los danzantes- se siente como un planeta girando alrededor del sol que es Dios.
Difícilmente en la historia de la mística universal encontramos poemas de amor con la inmediatez, la sensibilidad y la pasión de los poemas escritos por el musulmán Rumí. Es como una fuga de mil motivos que va y viene sin cesar. En un poema del Rubai’yat canta: «Tú, único sol, ¡ven! Sin Ti las flores se marchitan, ¡ven! Sin Ti el mundo no es sino polvo y ceniza. Este banquete y esta alegría, sin Ti quedan totalmente vacíos, ¡ven!
Uno de los más bellos poemas, por su densidad amorosa, me parece que es éste, tomado del Rubai’yat: «Tu amor vino hasta mi corazón, y se marchó feliz. Después volvió, se puso los vestidos del amor, pero, una vez más, se fue. Tímidamente le supliqué que se quedase conmigo al menos por unos días. Él se sentó junto a mí y ya se olvidó de partir»...
La mística desafía la razón analítica. La sobrepasa, porque expresa la dimensión del espíritu, aquel momento en el que el ser humano se descubre a sí mismo como parte de un Todo, como proyecto infinito y misterio abismal, inexpresable. Bien notaba el filósofo y matemático Ludwig Wittgenstein en la proposición VI de su Tractatus logico-pilosophicus: «lo inexpresable se muestra, es el místico». Y termina en la proposición VII con esta frase lapidaria: «Sobre lo que no podemos hablar, debemos callar». Es lo que hacen los místicos. Guardan un noble silencio, o cantan, como hizo Rumi, pero de un modo tal que la palabra nos conduce al silencio reverente.
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domingo, 21 de mayo de 2023

DESTINOS DEL COLOR Y EL VERBO. (Programa cultural)

Piensan todos igual porque de alguna forma fueron sobornados (sodomizados). Salvo que te sobornen por "ambición", al fin y  al cabo unos buscan dinero otros buscan reputación (ser venerados) Todos tenemos defectos o taras, pero a mi nadie me soborna por alagar a alguien. Pero como estamos en la era jamás antes vista "de la corrupción" en todos los aspectos de los grupos sociales. Decir estas cosas sin duda no te llena de "amigos", jajajaja.   Como si eso me quitara el sueño

Menciono esto porque una de mis actividades es hacer entrevistas, y si usted ha visto alguno de mis programas tenga por seguro que cada nota, comentario o entrevista realizada por mi parte es a gente que sin duda, en sus vidas han hecho algo MERITORIO. 

Mi postura es la meritocracia. En ese sentido, usted que lee esta nota tenga por seguro que tiene el más serio de mi compromiso.