Rimas a Rímac
Visito
a mis colegas para conocer de más cerca
a la soledad.
Como
la plántula que se recuesta frente al precipicio.
Lustrosas
rocas como son los principios
paisaje arenal, delirantes ladridos sin potestad.
Para
mi quedarme en esos sitios es verme a mí mismo.
Mis
limitados sentidos “sutilezas de extrovertido”…
Pensar
en la fama es tan infantil
Sinuosos
senderos, laberintos del uno mismo.
Con
los tristes extravíos al final
solo
te rescatará tu soledad.
Entre
el precipicio y las rocas se corona una cascada
amontonada
de añoranzas,
que
el hambre por logro te deja con hambre.
Pueril
deseo por la fama triste enjambre
cuyos
logros quedan polvorientos escaparates.
Revelas
así que tú luzcas “tus escapes”.
Insustancial
del uno, atardeceres en grisáceo pelambre.
Saldré
a vender mis libros en cualquier lugar,
lo
hago solo por ayudar a mi hogar.
Aunque
sé que muchos te olvidaran
siembro
en la cascada un iris que sirva
para
los silencios del cantar.
Suelen
ser los pensamientos solo juegos.
Crueles
yugos como los amontonamientos…
Nos
cubren y nos ahogan siempre como fuegos.
Para
eso lo mejor es cantar
que
todo es unidad.