Mi intento de ser una persona consecuente, leal con las personas con que me rodeo, intentar y esforzarse en mejorar me conduce a un camino exigente en donde en corto o mediano plazo, ves con claridad como las personas te muestran sus verdaderos rostros y su integridad. Y es que esto no lo digo por una persona, en realidad son varias…
Intentar ser una persona impecable es como el camino del guerrero, al final te das cuenta de que muy pocos se quedan con tu compañía. En este intento y esfuerzo de ser consecuente con valores que de alguna manera te hagan mejor persona no necesariamente te hace merecedor de estar rodeado de amigos o amigas. Este afán repercute al trabajo literario que uno lleva en marcha o en el lado artístico no se puede ocultar las dimensiones de nuestra percepción, de nuestra sensibilidad, de nuestra nobleza, claro, si es que la tienes… Bien claro me dijeron que en la poesía es como un medidor de mentiras, quien mienta en sus poemas, no es poeta.
Enrico Diaz Bernuy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario