— ¿Hubo un factor que te ha motivado para escribir poesía?
Creo haber hecho poesía toda mi vida. Antes incluso de haber
escrito novelas, tuve, necesariamente, que hacer ejercicios literarios con la
poesía. Será por eso que quizá mi prosa está muy influenciada de un ritmo
lírico que utilizo (no a propósito) para contar una historia. Pienso que al
escribir un cuento o una novela es otra forma de hacer poesía. Al fin y al
cabo, la poesía es madre de los demás géneros.
—¿Cuál de tus libros es el que te ha enviado a la reflexión
más tiempo, luego de haberlo escrito o simplemente pasas a otro tema?
Naturalmente, todos
los libros que escribo conllevan un espíritu reflexivo desde el momento mismo
que concibo el proyecto literario, es más, mientras estoy en el proceso de
escritura hay reflexiones a borbotones en todo plano, por lo tanto, creo que
cada libro es un proyecto, un rosario de reflexiones y la renovación de un
nuevo compromiso con el lenguaje, con la literatura.
—Cuando está falto de inspiración, ¿dónde o cómo la
encuentra de nuevo?
Gracias a Dios, no he pasado por esa crisis. Cada vez que me siento a escribir es para la estructuración de un libro, para hacer anotaciones en el proyecto o para desarrollar la historia. Siempre debo tener planeado que debo hacer, antes de sentarme frente al ordenador. No obstante, cuando siento que ya fue suficiente por ese día, entonces dejo la máquina, apago todo y leo un libro, veo televisión o juego con mis hijos.
—Políticamente como te defines
Es un poco complicado. Ideológicamente me considero un
hombre de Izquierda, porque creo en las reivindicaciones sociales, en la lucha
de los pueblos, aborrezco el capitalismo salvaje que impera hoy el mundo, el
neoliberalismo y toda forma de abusos de los imperios. Me considero
antiimperialista. Apoyo a Venezuela, a Ecuador y considero a Bolivia un ejemplo
político y económico a seguir. Pero también creo el Dios, estoy en contra del
matrimonio homosexual porque destruye la familia primigenia que ha permitido
que hoy la raza humana aun exista. No milito en ningún partido político ni
simpatizo con ninguno.
—¿Si tuvieras solo un mes de vida que libro te gustaría a
leer o releer ?
Releer El Gato y el Ratón de Günter Grass
—¿Si el arte es revolución en cierta medida crees que estas en
ese camino?
Hay que hacer dos diferencias: entre el escritor, el
intelectual y la obra de arte de estos. Desde luego, un escritor o intelectual
debe cuestionar permanentemente el sistema imperante, no podemos dejarnos
avasallar por lo que existe, por el establishment, debemos tener una posición
clara políticamente, una posición firme frente de lo que es o debiera ser los
valores de una sociedad, sobre la contaminación ambiental, contra el atentado a
la cultura o a la privatización de la educación en fin, diversos temas que
considero el escritor debe tener un compromiso inclaudicable y no ambiguo. En
cambio, respecto a la obra, en mi caso, considero que debe dársele intrínseca
libertad, pues una obra de arte no tiene
por qué estar sujeta al sujeto.
—¿Tienes libros que constantemente los relees y cuáles son?
Siempre trato de releer la obra completa de Milan Kundera,
de Gabriel García Márquez, de Umberto Eco y a Julio Cortázar, a Juan Ramón
Jiménez y a Pablo Neruda.
—Qué crees que la creación literaria a aportado a tu vida?
Todo, absolutamente, todo.
—¿Qué libros recomiendas a alguien que se inicie en la
creación literaria?
Depende. Si va para poesía o prosa. Si va para el primero,
que lea a los clásicos españoles de saque y luego la nacional, que es muy
buena. Y si va para el segundo, que lea las mil y una noches, a Faulkner y los
cuentos de Gabriel García Márquez.
—¿Qué libros
recomiendas a alguien que aspire a iniciarse en el hábito lector?
Que se lea mi
saga de novelas infantiles El Galeón Verde (risas).
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