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domingo, 17 de septiembre de 2017

Hace unos días estuve revisando algunos escritos en este blog y vi el uso de la palabra POPULACHO, CHUSMA.  Quizás alguien pueda haber mal interpretado su  significado.  Así que veo conveniente explicarlo poniendo un ejemplo con un hecho real basado en una noticia que estuvo como titular en varios periódicos, aquí en Lima.  

Se trata sobre la liberación y finalización de la pena carcelaria que tuvo una ciudadana peruana inculpada por terrorismo. Dicha señorita finalmente cumplió su condena con 25 largos años en la cárcel.   Finalmente  salió libre y se fue directo a su casa en el distrito de Miraflores. Hecho que salió en titulares. Por otro lado,   los recontra figuretasos de las redes  sociales no paraban de señalar que dicha ciudadana debería irse al extranjero y que nadie la quería tener cerca. Incluso en el colmo del desparpajo querían hacer marchas o manifestaciones sumándole algunos vecinos de ese distrito. La verdad desconozco si lograron hacer su  dicha marcha.  Fue ese acostumbrado halo de burlas,  señalamiento de la gente haciendo mella de la situación civil de esa ciudadana. Por algún motivo vínculo toda esa actitud a esa misma chusma de la que siempre me he referido que no involucra en absoluto el barrio en donde vives, ni la carrera profesional a la que das tu vida. Yo no tengo en absoluto alguna compatibilidad ideológica de ningún tipo con dicha señorita y tampoco podría juzgar o evaluar o fiscalizar sobre la proyección ideológica o vacío existencial que la hizo agruparse a  tal esfera social acusada. 
Definitivamente hay que tener un hígado especial, estómago y corazón para atribuir un juicio sobre el destino de alguien.  Probablemente se trate de otro caso de  holgazanería   mental o  carencia  de proyección propia,  o simplemente una muestra contundente del equilibrio      sentimental. Por tal, esta clase de sentimientos aflore el tema metal e intelectual de la proyección al que estan sujetos.  Algunos, extremadamente sujetados e hinchados como sapos en un ensimismamiento tan asqueroso que de alguna manera han asumido un poder para hacer mella del caído, de aquel que cometió un error,  e incluso de aquel que habiendo su pena carcelaria de igual forma son motivo para el odio y las burlas.
Ese es el verdadero populacho, la chusma, mejor dicho: la súper chusma (los amos de las burlas y el cargamontón) que radica en cualquier distrito o estrato. Me hace recordar cuando le dieron el premio nobel de literatura a un rockero.  Muchos se rasgaban las vestiduras, semejantes envidiosos  nomas.  En fin, es solo mi opinión. Tema cerrado.

Enrico Diaz Bernuy

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