Hace unos días estuve revisando
algunos escritos en este blog y vi el uso de la palabra POPULACHO, CHUSMA. Quizás alguien pueda haber mal interpretado su
significado. Así que veo
conveniente explicarlo poniendo un ejemplo con un hecho real basado en una noticia
que estuvo como titular en varios periódicos, aquí en Lima.
Se trata sobre la liberación y
finalización de la pena carcelaria que tuvo una ciudadana peruana inculpada por
terrorismo. Dicha señorita finalmente cumplió su condena con 25 largos años en
la cárcel. Finalmente salió libre y se fue directo a su casa en el
distrito de Miraflores. Hecho que salió en titulares. Por otro lado, los
recontra figuretasos de las redes
sociales no paraban de señalar que dicha ciudadana debería irse al
extranjero y que nadie la quería tener cerca. Incluso en el colmo del
desparpajo querían hacer marchas o manifestaciones sumándole algunos vecinos de
ese distrito. La verdad desconozco si lograron hacer su dicha marcha. Fue ese acostumbrado halo de
burlas, señalamiento de la gente haciendo mella de la situación civil de esa
ciudadana. Por algún motivo vínculo toda esa actitud a esa misma chusma de la
que siempre me he referido que no involucra en absoluto el barrio en donde
vives, ni la carrera profesional a la que das tu vida. Yo no tengo en absoluto
alguna compatibilidad ideológica de ningún tipo con dicha señorita y tampoco
podría juzgar o evaluar o fiscalizar sobre la proyección ideológica o vacío
existencial que la hizo agruparse a tal
esfera social acusada.
Definitivamente hay que tener un hígado especial, estómago y corazón para atribuir un juicio sobre el destino de alguien. Probablemente se trate de otro caso de holgazanería mental o carencia de proyección propia, o simplemente una muestra contundente del equilibrio sentimental. Por tal, esta clase de sentimientos aflore el tema metal e intelectual de la proyección al que estan sujetos. Algunos, extremadamente sujetados e hinchados como sapos en un ensimismamiento tan asqueroso que de alguna manera han asumido un poder para hacer mella del caído, de aquel que cometió un error, e incluso de aquel que habiendo su pena carcelaria de igual forma son motivo para el odio y las burlas.
Definitivamente hay que tener un hígado especial, estómago y corazón para atribuir un juicio sobre el destino de alguien. Probablemente se trate de otro caso de holgazanería mental o carencia de proyección propia, o simplemente una muestra contundente del equilibrio sentimental. Por tal, esta clase de sentimientos aflore el tema metal e intelectual de la proyección al que estan sujetos. Algunos, extremadamente sujetados e hinchados como sapos en un ensimismamiento tan asqueroso que de alguna manera han asumido un poder para hacer mella del caído, de aquel que cometió un error, e incluso de aquel que habiendo su pena carcelaria de igual forma son motivo para el odio y las burlas.
Ese es el verdadero populacho, la chusma, mejor dicho: la súper
chusma (los amos de las burlas y el cargamontón) que radica en cualquier
distrito o estrato. Me hace recordar cuando le dieron el premio nobel de
literatura a un rockero. Muchos se
rasgaban las vestiduras, semejantes envidiosos
nomas. En fin, es solo mi
opinión. Tema cerrado.
Enrico Diaz Bernuy
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