Por Enrico Diaz Bernuy
El
vacío mental, con el reino de lo superficial ha llegado al límite materialista
de creer y servir de agente motivador a ciertos ciudadanos con teléfono móvil
en mano. Creer por lo que solo existe en el mundo virtual.
Ya
hay varios reportajes donde diversos seres sin mayor motivación recorren
lugares tras la añorada ubicación de un insulso diseño amarillento. No sé si
hay dioses o demonios detrás de esto pero, si está claro que los homínidos están
demostrando el verdadero perfil de su pensamiento. Tal realidad denota
definitivamente una escasez, de manera
que solo muestran la condición de una conciencia imperante
"disminuida" que se ha hecho presente por lo menos en
este último siglo.
Pregunto: ¿estaremos en el límite o faltan más abismos por descubrir?...
El
vacío mental, con el reino de lo superficial ha llegado al límite materialista
de creer y servir de agente motivador a ciertos ciudadanos con teléfono móvil
en mano. Creer por lo que solo existe en el mundo virtual.
Ya
hay varios reportajes donde diversos seres sin mayor motivación recorren
lugares tras la añorada ubicación de un insulso diseño amarillento. No sé si
hay dioses o demonios detrás de esto pero, si está claro que los homínidos están
demostrando el verdadero perfil de su pensamiento. Tal realidad denota
definitivamente una escasez, de manera
que solo muestran la condición de una conciencia imperante
"disminuida" que se ha hecho presente por lo menos en
este último siglo.
Pregunto: ¿estaremos en el límite o faltan más abismos por descubrir?...