Mejor léanlo:
CORAZÓN DE MANDARINA
Como si quererte
fuese el trámite
más sencillo y
menos democrático
de la existencia: he
renunciado a las
renuncias, por algo
de nube de cobre y
algo de prado de jade
y algo de bestias blandas
y libres y sin minerales
y algo de estancia de
gran polilla y no madero
pero algo sí de pan crujiente
y una jarra de leche tibia y
algo de esta modestia
de no morirme, de nunca
morirme nunca más, para
aceptar de cara, pecho y
manos, como una vasija a
la imagen celeste de un
hombre, la abundancia hueca
del silencio de la luz, del
tiempo, del amor. No poca
cosa es, entonces, estar
queriéndote y descocer las
sombras dientudas sobre
mi carne: un sepultado tirano
en el terciopelo del espíritu.
Resulta fácil como desgajar una fruta.
fuese el trámite
más sencillo y
menos democrático
de la existencia: he
renunciado a las
renuncias, por algo
de nube de cobre y
algo de prado de jade
y algo de bestias blandas
y libres y sin minerales
y algo de estancia de
gran polilla y no madero
pero algo sí de pan crujiente
y una jarra de leche tibia y
algo de esta modestia
de no morirme, de nunca
morirme nunca más, para
aceptar de cara, pecho y
manos, como una vasija a
la imagen celeste de un
hombre, la abundancia hueca
del silencio de la luz, del
tiempo, del amor. No poca
cosa es, entonces, estar
queriéndote y descocer las
sombras dientudas sobre
mi carne: un sepultado tirano
en el terciopelo del espíritu.
Resulta fácil como desgajar una fruta.