REFERENCIA:
Texto que trata sobre; clases socioeconómicas, la primera muestra de la anarquía para un niño, sobre la calidad editorial de estos tiempos, la doble moral, sobre mujeres alfa, sobre el género literario, sobre la amistad pura de los niños, sobre las conductas infantiles en adultos, conceptos sobre caviar, subte, adsence, la hipocresía, la iniciación en el mundo editorial que no necesariamente te vuelve en un poeta, los grupúsculos, el sentir de un escritor, sobre la poesía, el poco tiempo libre, sobre un reencuentro de dos ex amigos, o sobre el destino...
Fuente Wikipedia: Caviar: es una expresión política
de uso coloquial utilizada
para referirse a quienes
proclaman tener
convicciones de izquierda mientras
llevan una vida acomodada y con ciertos lujos, o
que sus posturas son ambiguas y que carecen
de compromiso serio con la acción política.
En ocasiones, también
es usado el término contra
aquellas personas de
izquierda que presumen
posturas enteramente
intelectuales sin compromiso
real23 o contra
aquellos quienes se identifican
con una izquierda reformista alejada de asuntos de clase
o anticapitalistas en
sí. Por extensión, en algunos países
se aplica el
calificativo caviares, para referirse a las
personas consideradas
pertenecientes a la izquierda
caviar.45 El término
es principalmente utilizado
por la misma izquierda para cuestionar actitudes
contradictorias o reformistas de ciertos personajes
de la vida política.
Subte: hace referencia al
adjetivo, underground
suele aplicarse a artistas que
no están auspiciados
comercialmente por las empresas
que explotan el
arte, y generalmente no quieren estarlo.
SUBTECAVIAR
(relato)
El modo más seguro de corromper a
un joven es enseñarle a apreciar más
a los que piensan como él, que a
los que piensan de otra manera".
Friedrich Nietzsche.
Todo comenzó con el grupo de "los cinco".
Ahí había dos niños con una propensión a la obesidad bastante notoria. Sin
embargo, eso no fue obstáculo para compartir con sus demás compañeros. Los tres
niños restantes, dos de ellos eran hermanos, lo que servía como una especie de
alianza para lo que fuera, pero a veces también se traicionaban entre ellos.
Por último, estaba Efraín, que era el de menor estatura pero con una
perspicacia silenciosa que se reservaba muchas cosas y, en el momento menos
esperado, arrojaba sus estrategias.
Sus juegos y juguetes eran de acuerdo a la clase
acomodada de aquella época: skateboards, morey, fútbol con un balón profesional
de cuero, o competencia de carritos de juguete de marcas como Tonka, Corgi y Hot
Wheels. Y, por supuesto, videojuegos. La tranquilidad reinaba en sus vidas
hasta la irrupción del género musical conocido como heavy metal. Este nuevo
interés llevó a cuestionamientos sobre aspectos relacionados con la estética en
la vestimenta, la incorporación de parches y cambios en el estilo de cabello.
Estos cambios marcaron el inicio de una nueva etapa en sus vidas. En ese
momento, todos ellos tenían once años de edad, una edad considerada perfecta
para aventurarse a explorar el mundo por sí mismos en esa época, y cada día
parecía un eterno verano lleno de posibilidades.
Frecuentaban clubes de campo, piscinas y disfrutaban de un mundo de comodidades y lujos compartidos. En caso de que alguien no estuviera asociado, inmediatamente era extendida una invitación. En este aspecto, un sentimiento de solidaridad se manifestaba de manera prominente. Su lugar de encuentro y entretenimiento solía ser el parque central, hasta que un día hizo su aparición un niño de la misma edad que todos, llevando consigo un skateboard que ninguno había visto antes. A pesar de que todos provenían de una posición económica acomodada, ninguno en el grupo había tenido la oportunidad de contemplar un modelo tan innovador. Todos quedaron impresionados, y este niño, de naturaleza sociable, se acercó y ofreció la oportunidad de probar su skateboard. Todos se formaron en fila, y de inmediato lo acogieron en su grupo. Así, pasaron de ser cinco a ser seis. Su nombre era Richard, y el siguiente paso fue invitar a sus nuevos amigos a su hogar. En efecto, vivía a tan solo dos calles de distancia de sus compañeros. La diferencia radicaba en que su residencia era notablemente lujosa. En ocasiones, su padre pasaba a verificar con quién se encontraba su hijo. Se le vio en dos ocasiones, siempre con un puro en la boca, un pañuelo de seda en el cuello y conduciendo un descapotable Mercedes Benz de color amarillo pastel, como si el tono hubiera sido meticulosamente seleccionado para él.
Con remates en cromo adornando los guardafangos. Este caballero exhibía todas las características de un individuo aristocrático, o quizás un magnate, o incluso, posiblemente, ambas facetas a la vez.
Richard relataba sus vivencias en
Estados Unidos, donde había adquirido las habilidades de skateboarding que tan
hábilmente demostraba. Poseía cabello castaño, pecas que adornaban su rostro y
se expresaba con términos y giros lingüísticos desconocidos para sus
compañeros, que sonaban ajenos al idioma inglés.
Su afinidad se forjó principalmente
con los hermanos del grupo, mientras que su relación con Efraín se mantenía más
distante. Con el tiempo, no solo logró integrarse plenamente al círculo de
"los cinco", sino que también emergió como su líder indiscutible. Es
difícil precisar si este cambio de dinámica se debió a su habilidad para
relatar historias fascinantes sobre sus viajes y aventuras, su posesión de los
juguetes más exquisitos, o tal vez la convergencia de todos estos factores
deslumbró a sus compañeros de juego.
No obstante, en esta narración sobre
la primacía de la amistad, surgen competencias, celos y rivalidades culturales.
Las riñas entre ellos rara vez trascendían más allá de raspones y empujones al
suelo, como si se cuidaran de no lastimarse el rostro para evitar las
reprimendas de sus respectivas familias. Pero lo verdaderamente significativo
en esta historia se relaciona con una chaqueta.
Un día, Richard hizo su entrada con una chaqueta de Blue Gene que ostentaba un logotipo en la espalda en forma de la letra "A". Este símbolo, por supuesto, representaba la anarquía, siendo la icónica "A" encerrada en un círculo.
Naturalmente, todos los presentes comenzaron a
hacer preguntas al respecto, pero el más intrigado por la prenda era Efraín.
Aunque se sintió atraído por la chaqueta, en ese momento su elección de
vestimenta se inclinaba más hacia bandas como Kiss, Def Leppard o Iron Maiden.
Por lo tanto, el joven lo desestimó inmediatamente, diciendo: "No me
preguntes nada si eres un seguidor del heavy metal". Efraín quedó aún más
confundido.
Fue entonces cuando Efraín tuvo su primer encuentro
con el símbolo de la anarquía directamente de boca del hijo de un magnate. Sin
embargo, la explicación que recibió fue bastante vaga y poco esclarecedora. Más
tarde, el niño mencionó: "Mis primos me llevaron a un concierto de
G3". Este comentario dejó al grupo de los cinco, que aspiraban a
convertirse en metaleros, sorprendidos al encontrarse con un niño perteneciente
a una familia adinerada que abrazaba la ideología anarquista. En resumen, se
encontraron con un niño que exhibía logotipos y parches relacionados con el
rock, todo a la temprana edad de 12 años. Fue en ese momento cuando comenzaron
a comprender que la anarquía no se trataba de una filosofía política, sino más
bien de un género musical, al menos esa fue su primera impresión.
Posteriormente, Efraín ingresó a un internado escolar, lo que provocó un distanciamiento en su amistad tanto con sus amigos del grupo de los cinco como con el niño anarquista rockero, en quien no confiaba del todo.
-fake- |
Es interesante esta breve semblanza porque cuando uno escucha: "Todo está podrido", "somos los de abajo", "viva la anarquía", "gente de mierda" "la cultura es ua mierda o la cultrua no existe" o muchas frases más con el mismo discurso, invita a pensar o interpretar que hablamos de una clase socioeconómica "determinada"... Cuyo lugar de residencia pertenece a los asentamientos humanos, o a los alrededores de la ciudad, o los cerros con cruces que parecen pequeños escorpiones que intentan copular el pezón de una mujer gigante, una mujer de color tierra. Y como ya ven, aquí no hay ningún escorpión ni mucho menos mujeres gigantes con grandes pezones. Los años transcurrieron y Efraín, en su periodo universitario, se reencontró con aquel joven anarquista que ahora había madura en un hombre. A pesar de que más de una década había transcurrido desde su último encuentro, Efraín identificó de inmediato el distitivo lunar en el centro de la nariz respingada de Richard.
Entonces, como los inicios de algunas conversaciones a veces se inician con un poco de chismografía, o anécdotas triviales; digamos "para romper el hielo" o para retomar temas pendientes...
Efraín lo felicitó y le dijo que acaba de ingresar a una universidad
nacional en las afueras de Lima.
Richard le dijo: "Pues yo comencé rápido. A pesar de que soy
estudiante, ahora soy padre, y bueno, mi familia me apoya con el tema de mi
mujer", sostuvo con cierta satisfacción. "Pero claro, ellos tienen
sus rollos mentales", —agregó.
—"¿Así, cómo es eso?", dijo Efraín.
—Nada, viejo, imagino que debes saber que el padre abraza al hijo, el
padre se acerca al hijo, el padre deposita afecto y atención al hijo. De la
misma forma como la madre al hijo, el hermano mayor al hermano menor, o el tío
al sobrino. Pero en mi familia, las cosas eran al revés, el sobrino tenía que
dar servidumbre al tío, el hermano menor al hermano mayor, y así…
"Ah, ya comprendo, veo que eran otro tipo de valores", dijo Efraín.
Richard se había convertido en un hombre robusto, risueño y cuya picardía revelaba cierta imaginación de un probable origen poco halagador para su vida. Pero, al fin y al cabo, de alguna forma supo capitalizar su pasado. Ya no era el niño delgado, renegón, con delirios de innovación y agresivo.
En aquel encuentro con Efraín se había convertido en un gran conversador. Un conversador con quien se le ponga en el camino. Curiosa característica que, si se sabe dirigir, el límite puede cruzar el cielo. Pero como todas las historias, siempre hay un "pero", y esta vez tiene que ver con que en la vida de alguien, a veces, las metas pueden ser evidentes abismos para la verdadera autorrealización.
—"Pero cuéntame de ti, si sigo hablando de mí me odiarás, jajaja", dijo Richard, dueño de una empatía jamás antes mostrada.
"Tienes todo el aspecto de rockero. Ahora que te veo con tu pelo
largo, en verdad me haces recordar al niño tímido y metalero que conocí."
—"De metalero ya no queda nada, muy de vez en cuando escucho para
recordar nomás. Hoy me dedico a temas paralelos a lo que mencionas, pero si
tienen que ver con el arte."
—"Ala, qué bacán suena eso, cuéntame."
—"Quiero volverme escritor o poeta."
—"¿De verdad? Pero que recuerdo, tu padre era músico."
—"Sí, lo era, cantante."
—"¿Y por qué no te metes a la música? Creo que eso es un punto
intermedio."
—Ahora que lo expones de esa manera, no te puedo negar que en algún momento reconsideré entrar
en ese mundo. A veces me imaginaba como pianista de jazz o bajista de heavy
metal o rock pesado.
—¿Y por qué no lo haces? —dijo Richard.
—Porque eso significaría mermar tiempo a la literatura. Y la poesía es
lo que más requiere tiempo y entrega. No sé si comprendas a qué clase de tiempo
me refiero. Prácticamente deberías ser artista o literato para que entiendas
que esto no es un juego, es una condición de vida que prima la entrega. Te
hablo de disciplinas académicas verdaderamente exigentes.
—Entonces por que son famosas las grandes bohemias de los escritores ¿y sus largas noches?
—Esa es la idea pintoresca, lo vendible. Detrás de ello hubo mucha entrega, al fin y al cabo es una noche; nadie en su sano juicio podría soportar una vida con un activismo social celebratorio perpetuo. Son disciplinas en donde tienes que poner no solo tu corazón sino también tu alma.
—Asuu, por tu forma de hablar casi hasta me estás convenciendo, creo.
—¿Convenciendo a ser poeta?
—No, en lo exigente que es tu vocación.
— Si pudieras entender el tiempo que te absorbe.
—No, noo, claro que te estoy entendiendo. Solo hay que escucharte hablar
para cree que lo que dices es verdad.
—Gracias hermano.
—Y lo peor es que cuando va pasando el tiempo, sientes que el camino es cada vez más largo y ves siempre lo mucho que te falta para el logro de un gran verso, la palabra perfecta en el momento perfecto es haber escalado una montaña, y la pausa.
—Pero me hablas como si tuvieras 20 años de experiencia y eso no es así.
—Es cierto, pero hay una parte de mí que ya ha vivido todo esto que estoy
volviendo a vivir, es difícil de explicarte.
—¿Me hablas de la reencarnación?
—Sí.
—El punto, es que uno debe apelar a una pausa que das como quien hace un respiro o busca generar interés en el que te está escuchando. Así mismo es cuando escribes. La poesía, el género más ambicioso, al que la mayoría entra por cierta temporada porque en el fondo sienten que poco o nada pueden aportar en el arte del verso. Y otros con una terquedad directa al precipicio o a la excelencia. Yo no sé si estaré yendo al precipicio, pero te aseguro que lo tomo muy en serio, aquí no existen payasadas ni atajos. Los grandes caminos son largos.
—Pero no puedes negar que en estos tiempos la industria editorial es
distinta a la de hace 100 años. —Dijo
Richard.
—Antes tenías que haber escrito prácticamente una obra maestra, ahora todo es publicable, todo.
Antes te publicaban las editoriales, ahora la gran mayoría son departamentos de impresión donde solamente tienes que pagar. Prácticamente no es, ni la sombra, ni el sentido, ni la mística, de lo que es traer al mundo un libro.
—Ahora cualquier puede escribir un libro de poesía de 500 páginas . Te imaginas
un libro de 500 páginas, pues ya llegamos a esa Era. Te hablan de libros publicados como si
hablaran de papas, te hablan en veintenas para arriba.
—Pero tampoco entiendas que lo que escribas te convierta en escritor ni
mucho menos en poeta.
Sin embargo, todo lo que escribes sí puede ser un escaño a tu destino.
Asumiendo que tu destino o anhelo sea hacer una obra de arte en la literatura
universal. Si es así, "el camino se hace al andar", como dijo un
poeta. Si esa fuera la búsqueda, y el andar fuera disciplinante hay esperanza en el sendero.
—Oye hermano si sigo conversando contigo terminaré como escritor creo jajajjaja
— Mmmmm creo que te estoy incomodando entonces.
— Noooo, para nada, más bien cuéntame qué posibilidades sientas
que te pueda dar la literatura.
—Con la literatura tienes la
posibilidad de convertirte en un emperador y sentirlo, en la fantasía, pero
sentirlo. Pero lo más bello del acto creador de la literatura es examinarse a
nivel molecular.
—Ese es un punto de vista muy tuyo, un enfoque que
quizás si lo aplicas puedas lograrlo con muchas otras profesiones…
—No lo sé, solo te hablo a
título personal.
— El punto es que empiezas a conocer más tus
limitaciones pero de una forma distinta, y las traspasas sea en el hediondo
paisaje recién descubierto puedes tomar asiento. Puedes reposar en aquel estanque cuyos reptiles surgen, te puedes a
poner a conversar con ellos, incluso hasta te puedes hacer amigo.
—Pero te vas de la realidad, huyes de este país de mierda.
—País de mierda, jajajajja
hablas como yo cuando era niño.
—No para nada, con la
literatura enfrentas muchas cosas con otro estilo. Pero si no te cultivas de
verdad esos emperadores y esos mismo reptiles puede hacer posesión de ti, el
gran cantor puede hacerse un canto viviente. Sintiéndose así el personaje toma
por asalto al autor y los papeles se invierten y el autor termina como una presa.
Terminas parasitado con un dogma u otras cosas peores...
— No olvides que también como
un egóico de mierda, o eso ¿vas a negarlo?…
—El autosabotaje ciertamente es algo poético. El suicidio. Pero
dejemos de hablar de la literatura, cuéntame que carrera estas estudiando
—La misma carrera que mi padre.
—Cual…
—Abogacía.
—Felicitaciones, que
especialidad.
—Laboral, pero estoy evaluando
en pasarme a otra carrera que esté vinculada con los temas de la mercadotecnia.
—Pero volviendo al tema de tu
vocación literaria no crees que, con el tema del autosabotaje de alguna manera,
la apuesta en realidad es el camino corto, y este demuestra que quizás refleja
que el paisaje se vislumbra un adiós al
estoicismo. Quizás la falta de autoestima no es tan poético como lo sugieres.
—Viéndolo desde ese enfoque
creo que tienes razón.
Efraín dijo: Es bastante
ilustrador cuando te pones a conversar con alguien que en todo sentido oculta el
origen de su principal fuente económica para su subsistencia. Ocultar o de
alguna forma engañar...
Al interlocutor definitivamente
lo que te deja en una serie de alternativas, todas partiendo en que simplemente
no crees que esa persona pueda vivir de una fuente económica que nadie cree.
—¿Por qué me dices eso?, si ya te dije que mi padre es abogado.
—Un abogado con bastante éxito
financiero, un poco raro, ¿no? Sabiendo que esa es una carrera tan popular con
tanta competencia.
—Pero el punto no es tan importante saber cuál es la fuente, sino el origen del motivo por la que esa persona la oculta, eso sería entrar en un laberinto metal en el que se haya el origen del constructo sobre ocultar o mentir. Sentirá que no lo merece sentirá vergüenza o no será halagador para su ego. Temerá sentir la critica de sus colegas porque simplemente lo ponen en a ese sujeto en cierta ventaja (una relativa ventaja) ¿sentirá que no merece la entrada de ese ingreso? Sea lo que sea, el secreto a voces; que todo el mundo sabe y que cae de perogrullo ¿hasta dónde puede llegar la falsedad ?... en la condición humana.
—Creo que otra vez estoy dejando de entenderte...
Esto no se trataba de un crimen simplemente estoy tratando de revelar o reconstruir el tronco de una flor. La sabia conjugada que no termina en la misma plántula sino de algún tipo de fuerza o energía que se extiende y arropa de la misma energía (la falsedad) la carencia de transparencia, la carencia de honestidad. Casualmente la honestidad fue uno de los elementos en los que lo cautivó de ciertas personas hasta que encontró todo lo contrario.
—Y tú, ojala que no te conviertas en un escritor de vitrina, de catálogo, de recital, escritor donde los reflectores apuntan, en donde levanta el puño para la foto, o saca la sonrisa nostálgica y su mirada intrincada en algo que tienen mucha seguridad pero es una mirada opaca (sin la luz de sentirse feliz).
El tiempo pasaba y mientras aparecían los silencios, estos mismos generaban más temas…
—Claro, si todos la mirábamos. Era una trigueña más
orientada a la raza hindú, era bellísima. Parecía una pantera africana.
—Pues se terminó convirtiendo en una fulana rodeada de hombres y que se jactaba de no tener amigas. Al final nos dimos cuenta que de cada diez amigos de ella dos babeaban por ella, pero ellos jamás harían nada porque ya tenían pareja o cargaban con creencias en la que a ella la descalificaban. Los otros dos también babeaban por ella y estaban al acecho, esperando el momento, y los otros seis era para acompañarla para engañar al mundo que no estaba sola.
La mujer más sola era ella. Luego me di cuenta que las que andan rodeadas de amigos son las que debes tener cuidado en no enamorarte suelen hacerte caca, (podrido por dentro y por fuera).
—Esto más
parece una antropología para arruinarte
el corazón.
—Jajajajaja.
Una mujer alfa, y ya sabes, que una mujer así, jamás de los jamases puede durar con un hombre
alfa.
—Es como las redes sociales. Todas se creen alfa.
Jajajaja.
—Y las que no lo son, son arrastradas porque esa
es la tendencia. "Que difícil es encontrar a una mujer inteligente, y que no sea
alfa".
—Y dime, sigues con el tema de la anarquía…
—Por su puesto, ahí entras y jamás sales. Siempre hay algo latente estés donde
estés…
—Aquí en Lima conocí el termino subterráneo
jajajajajaja. Pero que exije ciertas precisiones de por medio…
—Ala que interesante, ¡entonces cuéntame!
—¡Subterráneo! pero asociado adsense, ¡subterráneo! pero asociado al Ministerio de Cultura, ¡subterráneo! pero asociado a amazon.com , ¡subterráneo Facebook meta business suite!
—Jajajajaja.
—¡Subterráneo! pero asociado o rendido ante los elogios del museo de arte contemporáneo y así la lista es larga pero el más interesante de todos los subterráneos es el subterráneo caviar, el no necesita asociarse a nadie y por ende ningunea a todos ridiculizando aquel ánimo de monetizar.
—Como tu entenderás, jajajaja.
—Por su puesto que esto se debe a que un fulano así, ya cuenta con respaldo por algún legado económico familiar o empresarial. El subterráneocaviar jamás lo detectarás pero cumple un halo de misterio en que nadie sabe de qué subsiste.
Sin embargo, recorre el planeta entero con su
slogan tatuado en la frente como quien se jacta de algo o como quien intentara
reafirmar algo que quiere convencer a alguien,
o quiera convencerse así mismo.
En resumen, el tipo es un misterio y a la vez es un secreto a voces. Todo el mundo se da cuenta pero nadie lo dice.
En otro punto de vista es ¡un universo a medias! o
es un universo que fue sometido ante los adelantos tecnológicos de las redes
virtuales. La era tecnológica es aplastante y nadie se salva de los aplicativos
pero a su vez, de las expiaciones, rastreos, acecho a forro, la idiotez galopante de mirar a todo el mundo y así ignorar lo que
uno lleva dentro de sí y por ende
cultivarlo.
El empobrecimiento de los niveles de inteligencia
es alarmante y lo peor; que nadie lo dice. La gente anda estupididizada,
zombificados como tantas veces lo he dicho.
—En términos empresariales el punto de inflexión referido intrínsecamente al punto en el cual uno se reinventa o pereces en el intento porque ya viste venir la caída. La caída en el cuadro estadístico siempre viene luego de toda curva en donde se alcanzó el pico, o auge en su desarrollo. Entonces tampoco debemos de escandalizarnos sobre la ausencia de un purismo en determinada escuela o tendencia cultural llamada subterráneo.
Ni rojo ni azul, moradito rendidor; (caviar) |
—¿Que es más penoso? que se jacten de ir contra el sistema sin hacerlo “de verdad”…
O que solo demuestran que al único que traicionan
es a ellos mismos… (¿?)
Uno debe apostar con gente que “te lleve la delantera” no con bipolares o infantiles que te dejan mensajitos de audio chistosos que lo único que logran es revelar un deteriorado campo emocional infantil revelando así, toda carencia de no haber desarrollado. Probablemente vacíos familiares o sobreprotección hacia ellos, que al final los dejaron con una idea equivocada de su propia existencia, o de la amistad, o la vida…
Al final Richard le dio su tarjeta, se abrazaron como dos hermanos pero con la duda latente en saber si se volverán a ver…
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DATOS ADICIONALES: Se agradece a la escritora Rocío Hernando Orihuela por
las combinaciones lingüísticas creadas
respecto a los términos: SubteAdsence y SubteCaviar.