Intentos órficos para las letras y las bellas artes

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viernes, 19 de agosto de 2016

Para mi va el café y la literatura...

Cada escritor es un universo complejo en busca de una estrategia sólida para la batalla diaria con una hoja en blanco. La inspiración no es, muchas veces, un trabajo mecánico por muchos años que se lleve escribiendo. Es por list_640pxeso que existen multitud de autores célebres con métodos de escritura curiosos.
  1. Acostarse. Este no es uno de los más extraños que hemos encontrado, si es sin embargo uno de los más comunes. Para algunos autores acostarse es sinónimo de inspiración para expresarse mejor. Mark Twain, George Orwell, Edith Wharton, Woody Allen o Marcden Proust pusieron en práctica con éxito ésta teoría. Todos ellos podían pasarse largas horas tumbados en el sofá o en la cama mientras las musas venían de visita. Incluso, Truman Capote llegó a asegurar que era un escritor “totalmente horizontal”, pues no podía pensar ni escribir bien a no ser que se encontrase acostado.
  1. De pie. Al otro lado del punto anterior encontramos a los escritores que prefieren hacerlo de pié. La escritura vertical es una seña de identidad de Hemingway, Charles Dickens, Virginia Wolf, Lewis Carroll o Phillip Roth. Como curiosidad, muchos expertos han confirmado que escribir, y trabajar en general, de pie es muy positivo para nuestra salud.
  1. Escribir con tarjetas. Nos adentramos en sistemas más extraños de la mano de Vladimir Nabokov, autor de Lolita, que escribió gran parte de sus obras en pequeñas fichas. Al escribir escenas no secuenciales, podía ordenarlas de otra forma en el momento que quisiese. Nabokov guardaba siempre algunas de estas fichas debajo de la almohada por si la inspiración le cogía en mitad de la noche. Cuanto menos una forma diferente de plantear una obra, y difícil.
  1. Código de colores. El escritor francés Alejandro Dumas desarrolló sus novelas de aventuras históricas como Los tres mosqueteros y El conde de Monte Cristo usando un peculiar código de colores al escribir. Puede ser difícil de imaginar, sin embargo este genio de las letras fue muy específico  respecto a las paletas de colores utilizadas en sus obras. El azul era para novelas de ficción, rosa para la no-ficción y amarillo para la poesía.
  1. Colgado boca abajo. Colgarse boca abajo es la cura para el bloqueo del escritor, al menos esto es lo que opina el célebre Dan Brown. Según el escritor, cuando realiza esta “terapia de inversión”, consigue relajarse y concentrarse mejor en su labor. Cuanto más lo hace, más se siente aliviado e inspirado para escribir.  Otro hábito extraño del autor del Código Da Vinci es tener un reloj de arena en su escritorio. Cada vez que pasa una hora deja de escribir para hacer flexiones, abdominales y estiramientos.
  1. Representar diálogos. El galardonado guionista de El ala oeste de la Casa Blanca o The Social Network, Aaaron Sorkin, confesó en una entrevista que se rompió la nariz mientras escribir. ¿Cómo le ocurrió esto? Le gustaba representar en voz alta sus diálogos y en una ocasión, al dejarse llevar, se golpeo de forma accidental contra el espejo.
  1. Escribir desnudo. El hábito secreto de Víctor Hugo era escribir desnudo. Si, escribir sin ropa. Cuando se enfrentaba a unas fechas de entrega muy apretadas para una de sus obras les dio órdenes a sus sirvientes de que le retirasen toda la ropa para que no fuese capaz de salir de casa. Únicamente disponía de una manta para terminar de escribir su historia, al parecer el método funcionó bastante bien.
  1. Beber mucho café. 50 tafas de café al día. Ese era el extraño ritual que seguía el autor Honoré Balzac para alimentar su escritura creativa, a más de uno le hubiese sacado de los nervios. Algunos estudios culminan que Balzac apenas dormía mientras escribía sus obras. Otro autor adicto al café era Voltaire, conocido por beber hasta 40 tazas de café al día.
  1. Al agua patos. Este método creativo es el más extraño que me he cruzado hasta la fecha. Si bien el autor de este método no es exactamente escribir, se trata del inventor más prolífico de la historia. Yoshiro Nakamatsu, con más de 4.000 patentes. El inventor/científico/humanista cuenta que su proceso creativo consiste en sumergirse en un tanque de agua. Nakamatsu está convencido de que la falta de oxígeno «que lo lleva a un estado cercano a la muerte» es su mayor fuente de inspiración. Tan seguro está que incluso inventó un bolígrafo para escribir sus ideas debajo del agua.

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