autor: Enrico Diaz Bernuy
(proyecto para mi tercer libro de poesía)
LOS CINCO FUEGOS DEL ARTISTA
LOS CINCO FUEGOS DEL ARTISTA es un poema de largo aliento inspirado en el acto de la creación artística o literaria. Debido a su extensión tuve dividirlo en cinco partes o mejor dicho “cantos”. Los coros que están después de cada estrofa están escritos en Latín y traducidos al español, pero al final del poema si el lector junta los cinco coros del poema. Es ahí donde surge otro poema y que probablemente engloba la voz poética y la razón de su creación.
1.- Madurez
2.- Entrega
3.- Soledad
4.- Hogar--
5.- Fe
Madurez
—canto primero—
¡Prudencia! Cuando mires al oriente y lleves el sándalo al hombro para convencerte a ti mismo que tienes algo en este mundo.
¡Prudencia! con el carbón consagrado la luna recorrerá en la cima de nuestras hombros al cuidado de cada destino y los hacedores de este intento o nuestras intenciones de un sueño que surgió en esos segundos de nuestra madurez.
¡Oh espíritu! Llegas siempre a la edad de los trece años, ¡o cuando cumples 25! ¡o cuando sabes amar!,
carmina et emphasis in contraria
(poesía y énfasis en tus contrastes)
¡Oh!
¡En esta cúspide la madurez nos da un soplo para poder sobrevivir a nuestros propios cantos de florecimientos, así…, solo salen las cosas sutiles!
Lo demás son los ensayos requeridos.
El heliotropo, geranio y anís son los perfumes en las carreteras de los ruiseñores y en esos lugares los niños se sienten augusto para jugar y de esa manera alcanzar y palpar un sueño que solo es valorado en nuestra madurez.
carmina et emphasis in contraria
(poesia y enfasis en tus contrastes)
Así la poesía corre en la magia de este devenir; la poesía posee un pulso y su espíritu es la madurez de un gran corazón. Y sus venas coinciden en muchos hilos de este delirio ataviado de un instante entre todos los instantes de una vida. Así como el don de la mujer es la intuición, el don del hombre es tener claridad con sus palabras.
No hay otro camino para la idea de vislumbrar palabras sobre los orificios del amor y la madurez yace en la médula del firmamento y así el cedro se eleva para eclipsarlo todo con la conciencia de esta fe se crea el verso y se toca la madurez.
Fotografías, distancias, y la misma gramática para poder vivir un instante más allá de las navegaciones, el olvido del todo es un suspiro en la madurez.
CANTO CUARTO
Hogar
En el hogar hay suicidios y resurrecciones que llenan arcones y dan movimiento en nuestras rutas que reza una palabra que esperar de los otros.
Hogar! Tu guardas mi desvelo, mi esfuerzo de sonámbulas acciones que piensan en mi madre, el legado a mi hijo o con la imagen de un poema que me bebo casi todas las noches y lo tengo que olvidar para poder vivir ante mí mismo.
in illis spiritus Domini cogit
(en las fuerzas de estos espíritus)
En el hogar nace la hoguera de un latido que me embalsama y me sustenta a tantas veces que he querido y he extrañado para seguir y crear un trazo sobre el verbo diligente, franco, luminiscente; así retoña un alma sobre los seres que la rodean y funda la flama que me mueve o el bastión donde se cimentan mis ficciones.
in illis spiritus Domini cogit
(en las fuerzas de estos espíritus)
¡Hogar! Resumes en cada sombra un deseo perdido, extraviado, que desea encontrar su fruto y toda la fuerza está en una unión o desunión en donde uno siempre termina anhelando las respuestas de una vida compartida…, una vida que siempre es difícil compartirla pero que al final uno termina anhelando su razón, nutriéndose de su esencia.
in illis spiritus Domini cogit
(en las fuerzas de estos espíritus)
La recirculación del todo bombea y cimenta un futuro que no podemos obviar como una urdimbre de laberintos cuyo efecto se define como una reverberación, el fruto es el presente en el que solemos mirarnos.
Entre tantos dioses que hay en nuestros pasados…, las personas que estuvieron a nuestro lado para dar matiz a una escala, matiz a una palabra, matiz a un alma que forma el hogar.
Foto cortesía de Edgar Cooper |
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