de Enrico Manuel Diaz Bernuy
Espiga,
Sustentador y Esperanza
(En dos actos; verso y prosa)
EL
mago desaparece el sentido de la inclinación
Es
el juego donde los relieves aterrizan
auras; enfoques reveladores,
A las
masas mentales, yugos, de espejos lúcidos
sobre la mesa.
A
las dudas sobre el infinito en tus lágrimas
Yo
espero perder ese yo, de esos entendimientos
De
la postración de las flores de loto
Sentidos
en el ser, al atma, y ambos en espiga al sustentador
Enormes
pesos invisibles. Omnipotencias corolas de una escena
Espero
perderme y olvidar todos los relieves vividos, la soledad del sable,
El
aleteo del ruiseñor
Que
me da las revoluciones los nuevos aires
En
los bordes de un manantial
Que
brota un aparejo consolidado a la esperanza
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Yo lo vi, con su cara color blanco plástico en las actividades del extravío, con sus artificios en la tristeza (pululando). La absoluta tristeza es cuando las lágrimas salen solas sin que llores. Se te llenan los ojos de lágrimas, ni siquiera te sientes triste, (yo lo sé) te limpias la cara, intentas mirar algo interesante por la ventada, (yo lo sé) y ves que todo está sucio afuera, no es una suciedad física.
Es como si un ente pululara
por todos lados con pasos cortos, zapatillas punta de hule blanco, pasos
rápidos, pero pesados, y algo en esa intensión lo haya aplanado todo.
Lo absoluto se ha hecho presente en una perversión espigada, sustentador de afanes, reverberación... heridas en el lado mas profundo del pozo (yo conozco el pozo, pero tú conoces sus fondos) Luego te das cuenta que ese ente eres tú mismo. Luego comprendí que tú jamás hiciste alarde de nada.
Agotado buscas leer algo, todo te aburre o te cansa, recuerdas aquellas viejas noches de tus lecturas que te sacaban a flote, recuerdas la pureza de tu sonrisa en las fotos, tus antiguas miradas a mamá, prefieres no hablar, y por fin, te das cuenta que debes escribir algo.