Cuadro expuesto en el museo San Francisco y Catacumbas
Titulado: El despertar tardío.
En aquel momento no encontré
mejor elemento, más contemporáneo para incorporar en mi cuadro como es partes
de la placa de una laptop antigua (en desuso). Como un reclamo al
amontonamiento de residuos electrónicos que se somete al planeta en estos
últimos tiempos. Lo interesante de
aquella sección fue la selección de partes, que es casualmente las que
contienen fragmentos de oro. El motivo
del cuadro es un paisaje urbano casi post apocalíptico (muy actual). En donde la construcción de torres esta
cimentada o pulsada por mecanismo electrónicos. Ciertamente un paisaje
siniestro, oscuro. Con colores muertos
pero que reflejan cierta intensidad en el mensaje del paso de la evolución
urbana sobre la naturaleza (un aplastamiento). Que por cierto, a pesar que es
un paisaje urbano no muestro ni una rama de árbol o de arbusto.
100cm x 100cm.
Materiales: Óleo y acrílico sobre lienzo y pan de plata
Motivo: Paisajismo urbano.
Técnica. Mixta con objetos incorporados.
Estilo: Abstracto contemporáneo.
Torres que precisamente no son de
departamentos, sino de oficinas que prácticamente están invisibilidades donde
no hay personajes o simplemente fueran espacios fantasmas. Todo en calidad derruido. Como si todo lo
malo que hubiera tenido que ocurrir, ya
ocurrió.
Es un cuadro como una mirada al
planeta representado por cinco torres afectadas e interconectadas (cinco
continentes) en donde lo único que se encuentra impecable es el asfalto tan
bien cuidado.
Una brea negra intacta señalada
por las líneas punteadas de una ruta vehicular a donde da lugar a nada. Pero que a la vez deja un mensaje sobre la
banalidad de aquel esfuerzo sobre el acto mismo de asfaltar la tierra es como
si fuera aplanar. Y que el sentido de aplanar nos deja en la metáfora a muchas
interpretaciones, pero todas no van a un sentido enaltecedor de la condición
humana, eso sí .
El trueno que cae y está a punto
de tocar las torres es como un mandato universal. Como dicen, la ley de la
naturaleza o también lo podemos ver como la providencia de la que nadie tendrá
escapatoria, nadie. Un escenario con
tintes cyberpunk en donde los avances tecnológicos lo único que hacen es
llevarnos al abismo…
Enrico Diaz Bernuy