ESGRIMA LUMINOSA
La paz es santa y la guerra también.
Y la libertad de una lágrima une a cientos.
La oscuridad.
El enfado de la interrogante destruye las
carreteras.
Las torres de los encapuchados se elevan a humo
oscuro.
La oscuridad.
La oscuridad acecha en un mar de espadas.
Las estrellas del cielo se establecen en los cuarteles.
La oscuridad.
Y se desperdiga una sola promesa de acabar con todo.
Este caos hasta el último aliento.
La oscuridad.
A este inicio encarnizado de la prepotencia.
La libertad de la fe y el fundamento de un dolor.
La oscuridad.
Obran así; las libertades de venerar la noche.
La oscuridad.
En una esgrima santa y luminosa que recién dio su inicio.
La oscuridad.
La oscuridad se establece.
En el ayer todos eramos hermanos...
Enrico Diaz Bernuy