Escrito por el erudito
Llinares
Las maneras útiles,
inútiles o desastrosas de ayudar a los demás
Hace
muchos años que ya no está de moda ser religioso, pero la hipocresía de la
gente no ha cambiado nada: la inmensa mayoría quiere seguir aparentando que son
buenas personas a pesar de ser ateos. Quieren demostrar
El
problema es que todas esas intenciones tratan de materializarse con
razonamientos en primer grado. Como se ha dicho muchas veces, los razonamientos
en primer grado suelen propiciar acciones inútiles o peligrosas que muchas
veces producen más daño que beneficio.
Casi
nadie es capaz de entender los efectos encadenados que producirán cada una de
sus acciones a lo largo del tiempo. Todos toman las decisiones con la vista
puesta en el efecto inmediato, en el resultado obvio imaginado, como si su
acción pudiera desarrollarse en un tubo de ensayo completamente aislado de la
realidad y no tuviera interacciones con el resto de la sociedad.