Intentos órficos para las letras y las bellas artes

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martes, 4 de abril de 2023

DESAGUE DE AMBICIONES de Enrico Diaz Bernuy 2023

C

 

 DESAGUE DE AMBICIONES   

SEGUNDO ROUND


Muchos son los que buscan las gafas sin saber que ya las llevan puestas. Mientras que otros se pasan la vida cambiando de gafas. No te asienta eso. “Cariño mío, acaba ese juego”. No hay nada afuera que sea más grande de lo que llevas dentro. Para mí también es muy difícil dejar de ver afuera, pero la lucha jamás debe abandonarse... —El joven Carlos, sostuvo en un tono conciliador —.

 

Ella lo miraba con un inocultable afecto que relucía su mirada. Su mirada llena de luces, pero sobre todo; comprensión hacia donde iban las palabras de Carlos.

 

Sin duda, en aquella época tenían una amistad tan sólida que le podía decir esta clase de cosas. Confianza suficiente como para expresar con total libertad su afecto. También le dijo: Ten la absoluta seguridad que comprendo en su totalidad los conflictos familiares que arrastran tus acciones. El rastro “es evidente”. —Señaló—

 

Los problemas que tienes con tus hermanas no llegan ni al codo frente a los problemas que vivo con mi familia. Por eso, te comprendo muchísimo. En ese sentido tenemos bastantes cosas en común.  —Dijo Carlos —.  Sin embargo, se había hecho la idea que Carlos, por alguna razón, venía de la familia perfecta.  

 

Al fin y al cabo ya era de noche. Fue un gran almuerzo juntos. Puesto que toda la tarde estuvieron caminando por el malecón miraflorino.  — ¿Tanto así Carlos, por qué dices eso?, ¿tan grades son los problemas que tienes con tu familia?

 

— Sí, porque en mi caso ya pasamos al siguiente nivel.

—¿Así, y cuál es ese nivel?

— El testamento.

— Ups fallecieron tus padres, cuanto lo lamento…

— Solo falleció mi padre, mi madre está delicada de salud.

 

Carlos le dijo: “prefiero dejar la moto estacionada para acompañarte a pie a tu departamento. Quería seguir conversando con ella para que sepa más cosas sobre su vida,  las tantas cosas hechas y su vastedad.   Vida que de alguna forma quizás no pudo disfrutar con su compañía. Era una sensación de abrirle las páginas de su vida. Los hechos acerca de los sueños truncos y los logros.  Era algo que casi nunca le había pasado,  era extraño. Más allá de la confianza porque le llenaba de una emoción cálida.”

 

Él sabía que si la llevaba en su moto, el viaje sería demasiado rápido, de tal manera no podría seguir conversando con ella. Con el ruido del motor, su atención puesta en la ruta, etc.

 

Ella lo entendió y seguía sonriendo con su misma mirada llena de luces, parece que sentía cierta ternura hacia él.  Le preguntó sobre las  entrevistas que había recibido, las reseñas y esas banalidades.

 

Sin embargo, en esos momentos era imposible no hablarle con el corazón y le empezó a revelar sus inquietudes que en aquella época le llenaban la cabeza de preocupaciones; por aquel afán a destacarse. Por los versos y en las conquistas de esas cúspides, —su inmadurez involucraba estar a la espera de la aceptación—, el reconocimiento, (el anclaje) etc. Los dolores de cabeza y sus apetitos por el café.

En fin, las insensateces que todos, en algún momento de nuestra vida no pudimos controlar.

 

Ella se puso muy seria con él. Carlos dio por hecho que ella se estaba molestando o decepcionando de él.  Carlos se empezó avergonzar demostrando así, una rotunda incapacidad por disimularlo, parecía un niño que jugaba con sus pies.

 

Pero su respuesta lacónica y verás al mismo tiempo de ella, provocó un silencio justo en la última cuadra que estaban  por llegar a su departamento. Un silencio de  parte de Carlos.

 

Recuerdo con claridad que le dijo: tú has logrado grandes obras en esas disciplinas artísticas simplemente porque ya tienes un camino hecho, un camino de una vida pasada. —Tú ya tienes experiencia—.

 

Carlos le respondió: —Y si tengo tanta experiencia como dices, ¿cómo es que no he podido vivir de mi arte, es lo mínimo que cualquier oficio aspira.  Jamás esperé convertirme en un magnate, simplemente  pero que, al menos te dé para vivir. Creo que eso ya sería lo mínimo que cualquier oficio aspira. —Sostuvo con la mirada puesta en algo imaginario que lo resignaba—.

 

Siempre haciendo otras cosas para vivir e incluso muchos elogiaban sus habilidades de hacer dinero de forma independiente, pero jamás del arte. — Agregó—

 

Aquel comentario que le dejó enmudecido fue el siguiente: Uno está en la vida por una misión exacta. Sin embargo, en el camino uno va arrastrando avances de hechos pasados en “vidas pasadas” (uno se repite). Quizás ello; el “reconocimiento” y su respectiva monetización ya lo lograste antes. No estás aquí para experimentarlo de nuevo.

 

—¿Entonces por qué pinto? 

—Por repetición, es parte de tu esencia.

 —¿Y el logro?

—Ya lo has hecho anteriormente.

 

Ya faltaban pocos metros para llegar a su vivienda y se detuvieron al costado de una banca. Carlos aprovechó en sentarse  como si esperara que ella también se siente con él, continuó diciéndole:

 

—Los fracasos que tuve en mi pasado fueron por la falta de arrojo y pereza.  A eso sumarle estar rodeado de personas que no suman a tu vida. Que no te motivan a creer en ti e incluso a ponerte obstáculos mentales, como prejuicios, etc. Es como si volcaran sus fracasos o sus temores a uno. Y claro, uno en esa época era muy joven e inexperto. Luego pasó el tiempo y perseverar ya se volvió parte de mi estilo de vida.

 

— Pero siempre te vi alejado de muchas personas, el señor Chávez dice que tu moto contamina el ambiente con tanto ruido, y que muchas veces ha querido hablar contigo y tú ni le respondes el saludo. La señora Carla de la bodega dice que siempre te ve desaliñado, es como si no te importara tu apariencia.

 

—Sabes, eso me hizo pensar de ti que simplemente que estás ocupado en otras cosas.

—Te aseguro que son cosas más importantes que el aspecto físico.

— Wuouu con la egoicidad jajaja. Al menos me queda claro que eres un soñador.

Si, y muy romántico. Pero eso no quiere decir que me ponga a abrazar a todo el mundo, por lo contrario, me permitió cierta lucidez que me ha conducido a un distanciamiento con las personas a las que lastimosamente he logrado sentir hasta repugnancia. Señaló ondulando los labios como si no quisiera pasar su propia saliva

 

Yo sabía que este es un barrio muy distinguido.

Lamento desilusionarte, pero eso no significa nada.  Sostuvo Carlos

Que haya cierta prosperidad eso es evidente. La prosperidad material casi nunca va de la mano con el desarrollo o evolución espiritual

—¿Son malas personas?

Muy malas, son aberrantes.

Hablo contigo como si tú hubieras estado en otro planeta. ¿No te has dado cuenta?

Las personas actúan como si fueran inmortales y al mismo tiempo, como si no hubiera una justicia divina, parecen ateos. Lo interesante es que jamás una de esas personas ha reconocido su ateísmo.

—  En realidad en otros distritos también son así.

Claro, “el distrito” es un tema de complejo o prejuicio. Por supuesto que hay lugares más peligrosos que otros, pero aquí me estoy refiriendo a la esencia. El campo psíquico de las personas.

 —¿Crees que sean consecuencias del covid, repercusiones en  la salud mental?...

 

Al principio lo pensé, y luego de darle muchas vueltas al tema; es la era en la que nos encontramos. Así va la humanidad si es que se puede llamar humanidad.

Al imperar la falta de empatía simplemente nos  conduce a condiciones de la más baja estofa.

 

—Como lo planteas, en ese sentido concuerdo contigo.   ¿Pero crees que todas las personas que viven en la prosperidad, son así?

—No creo que todos sean así, pero en mi experiencia jamás he conocido a alguien que marque distancia con esta realidad que te he expresado.

—Bueno, creo que ya se hizo tarde, a ver si el próximo viernes nos vemos.

—Claro, me he sentido muy feliz de verte.

Hacía años que no jugaba villar

Yo también lo disfruté mucho.

 

Cuando Carlos llegó a su casa, su hermano menor, que sufre de alopecia, le increpó que luego de perder el tiempo se dedique a limpiar la azotea. —Esa debe ser tu primera misión a primera hora de mañana, señaló—.

Es ahí donde perteneces, y no estar pensando en sueños de entrar en la política. Lo que él no sabía es que mi reunión en el partido político terminó siendo en un encuentro con una antigua amiga. Pero cuando alguien tiene el complejo de superioridad por las nubes, casi siempre va de la mano con el rasgo más preponderante: “ser un indolente”. Eso le quedó bastante claro a Carlos.

 

Simplemente, no le puedes contar las cosas que son importantes para ti.  Así que mantenerte bien distanciado hasta de tu propia familia es un acto de lucidez mental, básico.

 

Principalmente cuando tu aspiración es la evolución con miras a la excelencia. La evolución rara vez va con tu zona de confort, la cuadrilla  no siempre favorece ni mucho menos los familiares.

 

Al día siguiente, Carlos tuvo que ir a San Juan y se encontró con unos “colegas-amigos” de su vocación paralela (la escultura). Pero qué clase de amistad puede haber cuando el único interés es que tú te vuelvas en su subalterno. No le veo coherencia en términos de amistad.

Recuerdo aquella vieja frase de Marco Aurelio: “la peor esclavitud es la voluntaria”. Por  otro lado, sabía perfectamente que siendo negligente con pequeñas cosas no puedes confiar en los asuntos más importantes. En suma; imposible que le dedique tiempo a personas guiadas por un ego descomunalmente enfocado en resaltar.  Someterte a sus egos, no  gracias. Él ya vivió eso y sabía perfectamente que el anarquismo tradicional estaba extinto. Más se veía encumbrar egos…  

Mas bien, todo estaba teñido por un tono deplorable donde lo bizarro era la estética y muchas veces el contenido es decandete, no hay nada alentador ni positivista. Y Carlos había decidido ser un romántico.

viernes, 17 de marzo de 2023

Relato inédito 2023. Enrico Diaz Bernuy

 

DESAGUE DE AMBICIONES

Relato breve de Enrico Diaz Bernuy

 

Cuenta la leyenda que al quedarse viuda la Sra. Morales, los herederos a pesar que estaban suscritos en un testamento y debido a las escasas relaciones familiares que los unían. En ese ocaso de la vida, lo único que sobrevivían era las ambiciones de cada participante. Un mal testamento o un testamento del cual no satisfacía las ambiciones del hijo mayor, fue   motivo para hacer un reguero de ataques a sus hermanos. Era un todos contrata todos. Las ambiciones, la desigualdad frente a un patrimonio que bordeaba el millón de dólares. En donde  sobrinos y hasta vecinos habían puesto el ojo sobre dicha historia. Ya no se trataba sobre un testamento, se trataba de destruir ese testamento sea cual sea el precio con el ánimo de quedarse con todo.

Así era el sentir de algunos de los insatisfechos herederos (las iniquidades a la orden del día). No importaba tampoco la voluntad del fallecido padre. Tampoco la salud mental de la aún viva madre que presenciaba todo. Se trataba de obtener dinero sí o sí. Herederos que algunos sin carrera profesional, sin valores, sin oficios conocidos. Y otros con oficios poco valorados. Tres mujeres y tres varones.

Uno de ellos radicaba en el extranjero y decidió  regresar a su país sin pena ni gloria, el otro  un sobreviviente.  Y así , todos en donde el hambre, la necesidad se unifica y la carencia de amor entre ellos encrudece el abismo, y ahí surgía una  esencia...

A una heredera se le ocurrió hacerse amiga de un vecino engatusándolo con el argumento que ella luego de lograr sus fechorías les iba a  rematar todo el patrimonio con tal,  que él la ayudara.

El vecino, otro ambicioso y dejándose guiar de su versión…, y ya sabemos que cuando una persona se deja “guiar de una opinión” y no corrobora o no pide a la otra parte su versión es porque sin duda; esa persona se ha parcializado por que ya tiene “un interés de por medio”.  (Bastante evidente).

Cuenta la leyenda que un verdadero yogui no huye como una rata, pero por su puesto que no estamos hablando de personajes levemente iluminados y mucho menos, espirituales. Por lo contrario, de acuerdo a los hechos relatados todo pertenece a una naturaleza demoniaca de cada uno de ellos, eso es evidente según las sagradas escrituras.  Gente espiritualmente insignificante, con una escasa visión del mundo que los pone en un sitial donde la insatisfacción está a la orden del día.

Pero los indubitables desafectos los hacían merecedores de otras  habilidades demoniacas, y eso se mostró desde el primer momento. ¿Cuál fue el primero momento? El primero momento es cuando un hermano confabula en contra de su hermano.  Y todo para desprestigiarlo con el ánimo de declararlo “hijo indigno” y expropiarle su herencia.

¿Cuáles fueron las otras habilidades demoniacas? El morbo por la acusación, la difamación. Aprovecharse de sus desventajas laborales, como si todo el mundo tuviera las mismas oportunidades (una visión llena de oscuridad).

Lo interesante o lo que me causó más extrañeza en esta historia es que el hijo mayor acababa de cumplir los 68 años de edad la que le sigue 67 la otra hija 66 y los mellizos 65 años (Todos ancianos). O ellos se creían inmortales o simplemente pensaban en sus descendientes.  

Entonces estamos contando una historia  no solo sobre el sufrimiento basado en el egoísmo, la ambición material, estamos hablando también en como las personas toman partido sobre una historia privada (familiar). Y esas personas parientes  lejanos,  o vecinos. Empiezan a sentirse bastantes atraídos ante el escenario caótico de una familia. Empiezan no solamente a tomar partido por los motivos antes mencionados sino se empiezan a burlarse o rasgar las vestiduras como si sus familias no tuvieran problemas.

Ahora resulta que ellos tienen familias perfectas (desagüe). Lo curioso es que ni en el palacio de los palacios no ocurre eso.  No existen las familias perfectas pero para poner las narices o parar las orejas “como los burros” en alerta hacia una familia con sus problemas… la naturaleza humana nos dicta otro mandato biológico:  la morbosidad.

Y estas cosas (desagüe) nos pueden pasar si no nos esmeramos en cultivarnos espiritualmente, los mandamientos biológicos imperan y los escenarios al costado de la casa de uno se vuelven circos en donde demuestran no solo el drama de la casa ajena sino, lo perdido en la vida que pueden estar algunas personas. Por parar las orejas o poner siempre los ojos a la casa del otro como si el desagüe fuera para uno, algo provechoso.  (Desagüe) Cero empatía.

Al fin y al cabo la vida de todo dios es una epopeya en donde el bien muchas veces no triunfa en esta era, la mentira y las difamaciones son los diamantes de la corona.  Las personas rectas y nobles no son escuchadas. Y estos que se han declarado adversarios a la verdad y a la belleza, finalmente terminan en la peor de las muertes, y eso,  sí es real.

 

DATO: Fotografia de desagues del siglo 19