ESTO LO ESCRIBIÓ EL SEÑOR VÍCTOR CORAL, el poeta.
Sobre el floro que pasa por crítica literaria
Lo peor que le puedes hacer a un debutante en poesía, es marearlo con floros seudocríticos sobre su ópera prima. Un poemario merece siempre una atención esmerada y un rigor crítico implacable. Aun cuando el poeta debutante fuera tu amigo, o piensas publicar tu libro en la misma editorial. La ignorancia no siempre es atrevida; a veces es ingenua y se cree todo lo que le dicen. Y la sapiencia académica es a veces nada rigurosa y empalagosamente zalamera (casi siempre con intereses subalternos).
Cuando escribes una crítica poética y esta está llena de elogios y circunvoluciones lógicas para dar interés y otorgarle complejidad a la básica simpleza del poemario, te resulta difícil e inconveniente poner citas de este, algo que nunca debe dejar de hacerse, por respeto al lector y al propio crítico.
Pues cada elogio, cada característica, cada consideración positiva o negativa que señales sobre un poemario, necesita ser refrendado por una cita textual, para que el lector se dé cuenta de que no te estás confiando en tu "prestigio" académico para vender un libro primario como un texto fundamental dentro de nuestra tradición poética.
Lo contrario, a saber, florear al poeta e hipostasiar las pocas virtudes del poemario debutante, es una ligereza y una falta de respeto a la poesía, al poeta y a la ya de por sí maltraída crítica de poesía.
Demos, por ahora, el beneficio de la duda al crítico-poeta-académico que ha incurrido en este delito literario flagrante de optar por la falta de rigor para esconder las debilidades de un texto. Hemos leído cosas de él mucho más interesantes y sólidas. Esperamos que vuelva por esos fueros.
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