Intentos órficos para las letras y las bellas artes

Intentos órficos para las letras y las bellas artes

lunes, 26 de mayo de 2014

cumple........


23 de mayo, el día esperado.


Cuando finalicé la  Universidad, cada cumpleaños reafirmaba por alguna razón desconocida «volverme un artista, un escritor, un creador» y esto a la vez sumó una muralla de sueños,  que de alguna manera, o por su misma cualidad siempre los idealizaba basado en los representantes más importantes de los que para mí era  especialmente la literatura y la pintura  francesa particularmente. Me refiero a la   escuela simbolista.
Para los que ya saben a quienes me refiero entenderán  ahora que la influencia de la literatura francesa con  esa amplia gama de escritores evocados en atestiguar la preocupación de profundizar en las relaciones del hombre con el hombre,  marcaron mi manera de palpar la vida y de vivirla principalmente.
Cada cumpleaños desde la época que acabo de mencionar figura el perfil de distintos obstáculos que no permitían avanzar hacia mis sueños, pero lo más interesante de todo  es que llega un momento que ves a tus sueños que ya no dependen de ti, sino que están bajo la aprobación de los demás.
Cuando viví esa sensación rompí las cadenas y empecé a vivir de una manera diferente. Eso me produjo ciertas satisfacciones pero también una soledad que siempre me ayudó a poder continuar en mi creación artística como en la literaria. En la familiar  solamente encontré estar distante.

A pesar de todo con la fuerza de las redes sociales en las que participo por internet me hizo contactar,  entablar  y retomar lazos de amistad y cariño hacia personas que viven en mi mismo país y que nunca los veo en el mundo físico salvo en el virtual.
También sentimientos volcados a quienes  viven al otro lado de este continente y que probablemente nunca vaya a ver frete a frente.  Me gustaría mencionar pero sé que puedo olvidar a alguien más, - soy muy despistado y también  soy un sentimental.

Un amigo a quien respeto mucho me dijo:  «uno escribe para los demás» Yo le creí, pero al pasar el tiempo y al ver que mi novela no se vendía como esperaba y no había sido aceptado por la crítica literaria de Lima,  a pesar de todo seguía con la literatura que venía labrando o mejor dicho en donde  día a día  con una terquedad que sólo me demostraba un rasgo obsesivo en mi.
De esta manera retomar la creación de   mi tercera novela  me permitió entender que  solamente  escribía para mí, y  que  el público de Lima busca leer novelas con un lenguaje  popular o que incluso usen recursos narrativos como la replana era algo que descubrí, pero a la vez me    demostró   cómo van las tendencias o gustos por la lectura en mi país. 
Hablar de público es muy ambicioso de mi parte. Mi obra fue llevada solamente a las manos de algunos críticos y difusores culturales y tres librerías pequeñas que con gran esfuerzo aceptaron unos cuantos ejemplares de mi novela.
Respecto a los críticos  la entrega fue personal y a otros por correo.  En su mayoría recibí el mismo silencio que representa solo una cosa:
«El silencio» y el silencio es la nada, o sea «tu eres la nada», tú no existes o tu obra no existe o la suma de todo lo dicho.
Usted que está leyendo estas cosas dirá:  qué tiene que ver todo esto con tu cumpleaños?
Que en mi cumpleaños siempre rememoro todo como un «memorioso» similar al cuento de BORGES.   Ello me permite hacer un balance de mis victorias y mis derrotas, expresar esto me enseña a mí mismo mucas cosas.  Pero también a decirle a los demás quien soy. 

Y tengo que celebrarlo no dejar de beber un buen Vino color SANGRE es lo más saludable para esta voz que llevo.  

No soy muy asiduo a los bares pero en ocasiones me refugio en una solitaria mesita ubicada en mi departamento o dentro de mi oficina justamente cuando los ruidos han cesado y todos duermen. 
En esos momentos las burbujas que hay en la superficie de mi copa llena de vino SANGRE  forman entre ellas la ráfaga ordenada como una minúscula constelación esperando ingresar  por las compuertas de mis labios.
Ese rojo profundo como sangre viva y cristalina del vino me permite de nuevo rememorar la sangre que llevo, el ADN de mi vida es único. Al igual que cada persona es única, pero siempre uno tropieza y esa caída nos hace olvidar  de nuestra grandeza o nuestros poderes.
Celebrar mi cumpleaños  con  mi pequeño hijo es lo que más valoro en mi vida.  Sé que algún día él  no va a necesitarme, por eso me voy fuera de Lima sin ningún libro bajo el brazo al lado de  su tibia mano y en el medio de esta devoción sentir la grandeza de sus juegos imaginarios con el vocabulario que día a día está aprendiendo me hace sentir cada vez más vivo. 
Contemplar cómo juega con mis máquinas de escribir y reírme cuando las termina malogrando y yo tercamente las vuelvo a reparar o cuando con tanto amor me pide mis pinturas,  esto es un trajín, jajaja !
Y  también hay una devoción por mi parte. Sus ojos penetrantes lo devoran todo al igual que mi corazón. Sus ojos penetrantes son parecidos a los míos.

Finalmente estar lejos del urbanizado distrito de San Isidro era alejarme también del esmeril que día a día retumba y trina como una maquinaria letal. El distrito de San Isidro está en crecimiento y nunca para, —nunca—.  Excesivamente urbano, a veces ruidoso  y limpísimo.

Entonces viajar hizo cambiar  ese sonido por el crujido de los árboles y el azote del viento en toda la naturaleza. Ese estremecimiento sumado a contemplar la noche iluminada por el sinfín de estrellas, como un racimo. Me hacía dudar si todo lo estaba soñando o quizás yo sea un sueño de alguien más.
Pasar solamente 3 noches fuera de casa, en realidad creo merecerlo después de todo ya han pasado cuatro años que no hago algo  así.  Mi hijo tiene cuatro años y siempre he guardado el derecho a su privacidad y dudo mucho que cambie de opinión. 
Mi cumpleaños fue una  cosa sencilla, simple,  como el mismo reflejo de lo que es mi vida.
Este resorte de recuerdos figura la apoteosis de mi fuerza que reafirmo nada más lo que soy  y lo que hago con mi vida. Pero las horas llegaban a su fin el lienzo profundo del atardecer y sangriento no paraban de hacerme recordar          que en Lima espera mi novela. 
Responsabilidades laborales y que esas horas que viví cabalgando eL hermoso caballo plateado..., mi sangrienta novela esperaba por mi. 
No sé si este año pueda terminarla me exige tanto pero estos son los momentos que me debo llenar de ímpetu para poder continuar con mi vida y seguir trabajando en el silencio y el anonimato y las dulzura  de las noches  que alimentan mi corazón…




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