Para mis ahijados Gianluka y Giuliano
Entonces te diré cómo persiste en su suerte el mástil de un nacimiento…
A donde lo alto se eleva en significado; y sus frutos nacen por las
palabras. El pensamiento crea, el
proclamar, el augurar a una voz. Es
horadar al futuro. En alta voz, y no vienen pájaros a trinar. Un vehículo fulminante de tres ruedas con
grandes parlantes intoxica con su esencia ritmos de sugerencias exaltadas. Con los vaivenes como si derramara diatribas en su camino. Dos
árboles frutales nos defienden. El paisaje no comete errores.
Incendios sugerentes, de
esa forma acabó una tarde y a la vez , nació un manantial. (Una promesa o un
llamado a la esperanza). Apelar y
encomendarse a los dioses que nos escuchan.
Nos miran, a los dioses que no nos podemos ocultar y en el medio de este
llamamiento y estas presencias; dos niños están en el corazón de sus padres, de
su abuela y de su bisabuela y de mi corazón.
El paisaje no comete errores.
Entonces te diré como persiste la esperanza, y cómo las cosas más
nobles pueden cruzar caminos, para que surja una historia en la frescura de una
tarde luminosa.
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