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lunes, 4 de septiembre de 2023

Latidos de lealtad ------- Relato breve de Enrico Diaz Bernuy

 

Latidos de leatad  

Relato breve

Así me demostró  que desde cierto punto de vista, nos lleva la delantera en la evolución debido a las necesidades básicas que requiere para sentirse “realizado”. 

Necesidades básicas que lo conducen no solamente a la sencillez, sino a entenderlo todo como el paso natural de la vida y la delantera que nos lleva con la conexión con la naturaleza.   Llevándonos así a un abrazo con lo esencial; saber qué día habrá luna llena, saber a qué hora de levantarse, enterarse minutos antes que ocurra un sismo, o minutos antes que vendrá alguien a casa, echarse en un día soleado como si  se revitalizara,  recargado así para que  cada día fuera un amanecer renacido.

Él no requiere de instrumentos de gps para llegar a lugares, acortar caminos, ubicar a su especie.  Es como si la red social que usara estuviera focalizada en una intuición perfeccionada a niveles más allá de los límites de los bits o los bytes que nosotros hemos erigido.

Él no requiere encontrar carnet o algún documento de identificación,  sin embargo, recibe información que no la da ningún documento de identidad o carnet de extranjería, pues de lo que te hablo es de su olfato.

Su olfato le da una lectura de todo lo mencionado, la edad de su congénere ,  la alimentación que lleva,  en qué condiciones duerme, que sexo es,  temperamento tiene, o que dosis de estrés atraviesa. Incluso  el estado de salud.  Luego de  tamaña lectura él y sus congéneres deciden aceptar o rechazar el vínculo de acuerdo a la clase social que pertenezca, o coincidencias de experiencias compartidas.

Tal veredicto tan solo con el olfato. Sentir la familiaridad o  sentirse amenazado, sea por incompatibilidad de vínculos o experiencias compartidas le servirá inmediatamente para tomar la decisión de conocer de cerca a ese ser  o simplemente,   tomar distancia.  Incluso así sean de la misma raza o  especie biológica. 

Sabe que en cuestión a identidad son de mundos opuestos o aunque estén alejados ambos viven cosas muy cercanas. Para cualquiera de las dos opciones entre ellos deciden si se aceptan o se rechazan. Finalmente, su brújula es una intuición perfeccionada. Lo interesante es que jamás comete errores. Su infalibilidad es un misterio para mí.

Por otro lado, de alguna forma me demuestra  un profundo sentido por la gratitud, un camino a la sencillez, y todos sabemos  a donde conduce la sencillez. Así que los disforzados o pedantes, tienen tanto que aprender de estos pequeños de cuatro patitas.


Y para darte un ejemplo; él recorre 3 o 6 cuadras conmigo y cuando regresamos  a casa siente que ha recorrido “el mundo entero”  (el universo en un guijarro). La gratitud en su máxima expresión. No te exagero su carita me lo dice, sus suspiros lleno de reflexiones que no logro entender o su forma de caminar cuando va de regreso a casa.  Él es uno cuando sale, y cuando regresa es otro, creo que más sabio...

La verdad que en cierto modo su expresión de gratitud es fehaciente.

Cada vez que puedo o me inspiro: le hablo de Dios. Puedo asegurarte que me pone muchísima atención, le digo insistentemente que jamás se sienta solo. Le digo eso porque cada vez que me ausento por motivos de trabajo, se angustia o se siente abandonado, algo así.

Cuando le hablo de Dios sus ojos brillan con una atención profunda, tal cual  entendiera la llama divina que arde en su interior, al lado de su alma. En este diálogo íntimo, encontramos un puente entre dos mundos, yo con mi lenguaje de las palabras y él con sus miradas o los cambios que hace con su respiración.

"Mi querido amigo", —así le digo.  Su condición es de   carecer del lastre de nuestras  ambiciones que no podemos controlar. Por dar más ejemplos, él no quiere ser famoso. Eso ya es un enigma.

 Y aunque  evite de todas las formas  hablar de mi especie, temo decir que él no solo es lector de sus congéneres sino también que su lectura va dirigida a  los humanos.

Puede detectar la dosis de nuestro estrés, decaimiento, desmoralización o ira. ¿Cómo lo sé? Lo demuestra con su comportamiento. Ahora él es un perro mayor, recuerdo cuando lo adopté ya era adulto y recientemente le ha dado por romper los confortables.  Ante este cambio en su comportamiento no veo muchas opciones.   

Indudablemente, antes de adquirir nuevos muebles optaré por la adquisición de mobiliario en forma de tablas, con el propósito de que, en ausencia de mi presencia, se evite que él rompa de nuevo los confortables. 

Cuando estoy  de mal humor,  me da por encerrarme en el cuarto donde están todos los libros, lo llamo mi bunker librero, a veces no lo dejo entrar. Luego salgo y siento su preocupación, se resiente conmigo luego me perdona.  Los machitos somos así, al final se nos pasa todo.

Lo conocí muy sociable con la gente, los niños, los perros. No es buscapleito, ni se siente aludido, ardido ni ofendido por todo. Por su puesto que con la carencia de ego que tiene..., su vivir marcha a otra frecuencia. 

Es glotón, curioso, pensativo y siempre, pero siempre  me escucha. 

 

 


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