Latidos de leatad
Relato breve
Así me demostró
que desde cierto punto de vista, nos lleva la delantera en la evolución
debido a las necesidades básicas que requiere para sentirse “realizado”.
Necesidades básicas que
lo conducen no solamente a la sencillez, sino a entenderlo todo como el
paso natural de la vida y la delantera que nos lleva con la conexión con la
naturaleza. Llevándonos así a un abrazo con lo esencial; saber qué
día habrá luna llena, saber a qué hora de levantarse, enterarse minutos antes
que ocurra un sismo, o minutos antes que vendrá alguien a casa, echarse en un
día soleado como si se revitalizara, recargado así para
que cada día fuera un amanecer renacido.
Él no requiere de
instrumentos de gps para llegar a lugares, acortar
caminos, ubicar a su especie. Es como si la red social que usara
estuviera focalizada en una intuición perfeccionada a niveles más allá de
los límites de los bits o los bytes que nosotros hemos erigido.
Él no requiere
encontrar carnet o algún documento de identificación, sin embargo,
recibe información que no la da ningún documento de identidad o carnet de
extranjería, pues de lo que te hablo es de su olfato.
Su olfato le da una
lectura de todo lo mencionado, la edad de su congénere , la alimentación
que lleva, en qué condiciones duerme, que sexo es,
temperamento tiene, o que dosis de estrés atraviesa. Incluso el
estado de salud. Luego de tamaña lectura él y sus
congéneres deciden aceptar o rechazar el vínculo de acuerdo a la clase social
que pertenezca, o coincidencias de experiencias compartidas.
Tal veredicto tan solo
con el olfato. Sentir la familiaridad o sentirse amenazado, sea por
incompatibilidad de vínculos o experiencias compartidas le servirá
inmediatamente para tomar la decisión de conocer de cerca a ese ser o
simplemente, tomar distancia. Incluso así sean de
la misma raza o especie biológica.
Sabe que en cuestión a
identidad son de mundos opuestos o aunque estén alejados ambos viven cosas muy
cercanas. Para cualquiera de las dos opciones entre ellos deciden si se aceptan
o se rechazan. Finalmente, su brújula es una intuición perfeccionada. Lo interesante
es que jamás comete errores. Su infalibilidad es un misterio para mí.
Por otro lado, de alguna forma me demuestra un profundo sentido por la gratitud, un camino a la sencillez, y todos sabemos a donde conduce la sencillez. Así que los disforzados o pedantes, tienen tanto que aprender de estos pequeños de cuatro patitas.
Y para darte un
ejemplo; él recorre 3 o 6 cuadras conmigo y cuando regresamos a
casa siente que ha recorrido “el mundo entero” (el universo en
un guijarro). La gratitud en su máxima expresión. No te exagero su carita me lo
dice, sus suspiros lleno de reflexiones que no logro entender o su forma de
caminar cuando va de regreso a casa. Él es uno cuando sale, y cuando regresa es otro, creo que más sabio...
La verdad que en cierto
modo su expresión de gratitud es fehaciente.
Cada vez que puedo o me
inspiro: le hablo de Dios. Puedo asegurarte que me pone muchísima atención, le
digo insistentemente que jamás se sienta solo. Le digo eso porque cada vez que
me ausento por motivos de trabajo, se angustia o se siente abandonado, algo
así.
Cuando le hablo de Dios
sus ojos brillan con una atención profunda, tal cual entendiera la llama
divina que arde en su interior, al lado de su alma. En este diálogo íntimo,
encontramos un puente entre dos mundos, yo con mi lenguaje de las palabras y él con sus miradas
o los cambios que hace con su respiración.
"Mi querido
amigo", —así le digo. Su condición es
de carecer del lastre de nuestras ambiciones que no
podemos controlar. Por dar más ejemplos, él no quiere ser famoso. Eso ya es un
enigma.
Y aunque
evite de todas las formas hablar de mi especie, temo decir que él no solo
es lector de sus congéneres sino también que su lectura va dirigida
a los humanos.
Puede detectar la dosis
de nuestro estrés, decaimiento, desmoralización o ira. ¿Cómo lo sé? Lo
demuestra con su comportamiento. Ahora él es un perro mayor, recuerdo cuando lo
adopté ya era adulto y recientemente le ha dado por romper los
confortables. Ante este cambio en su comportamiento no veo muchas
opciones.
Indudablemente, antes
de adquirir nuevos muebles optaré por la adquisición de mobiliario en forma de
tablas, con el propósito de que, en ausencia de mi presencia, se evite que él
rompa de nuevo los confortables.
Cuando estoy de
mal humor, me da por encerrarme en el cuarto donde están todos los
libros, lo llamo mi bunker librero, a veces no lo dejo entrar. Luego salgo y
siento su preocupación, se resiente conmigo luego me perdona. Los
machitos somos así, al final se nos pasa todo.
Lo conocí muy sociable
con la gente, los niños, los perros. No es buscapleito, ni se siente aludido,
ardido ni ofendido por todo. Por su puesto que con la carencia de ego que
tiene..., su vivir marcha a otra frecuencia.
Es glotón, curioso,
pensativo y siempre, pero siempre me escucha.