¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
Tú también, oh Princesa,
En tu fría habitación
Miras las estrellas
Que tiemblan de amor y de esperanza.
Pero mi misterio está cerrado en mí,
¡Nadie sabrá mi nombre!
No, no, lo diré sobre tus labios
Cuando la luz brille.
Y mi beso disolverá
El silencio que te hace mía.
¡Ganaré! ¡Ganaré! ¡Ganaré!
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