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lunes, 13 de septiembre de 2021

Por Enrico Diaz Bernuy . El confort de la estética y sus quebrantos


        

El confort de la estética y sus quebrantos

 

 

 Si cerráis la puerta a todos los errores, la verdad

también se quedará afuera

 Robindranath Tagore

 

 Si fuera posible que, con la escritura se alcance al arte en su totalidad, y de esa forma pueda lograr efectos tan parecidos como si fuesen poderes divinos. Dicho de otro modo, el “ser” estaría presente en la obra. Un ser (nuestro lado divino) que, mediante cada código en letra por letra, fuera un espejo de nuestro yo más profundo. Tal mérito, no solamente rompería el canon, sino que estamos asumiendo de antemano que ese mismo escrito rige los lineamientos sobre el concepto de escribir correctamente. Un lineamiento probablemente paralelo al oficial, pero ambos lineamientos comparten  a veces un mismo propósito: Claridad en la transmisión de información.

Lo interesante de la “escritura creativa” es que el iniciado comienza cuando inicia “una carrera” al fin y al cabo, obtener dinero por lo que escribes es un oficio más.  En donde nace, crece, se logra y finalmente se estanca. Es ahí donde viene a mi mente el concepto sobre el estancamiento de la estética. Obvio que hablamos del confort, y es preciso dejar claro que, ante tal confort, existe un quebranto (el autor dejó de crecer).

Lo real es que aquel manuscrito catalogado para cuento, relato, novela crítica, reseña, poesía, o artículo. Cada género mencionado posee su propia estética, su estructura en donde el autor nace y renace. Puede ser considerado como una obra divina en el sentido del creacionismo. Pero no podemos dejar de lado al autor. El autor dónde queda en esta historia sobre el manuscrito. Al autor hay que ponerle especial atención porque el autor del poema o el autor del libro logró eso, por su dinamismo intelectual. Y que no se entienda que dinamismo intelectual nos haga imaginar a un sujeto petrificado en una silla escribiendo sin salir a ningún lado. Para comenzar el estar sentado pensando y escribiendo puedes quemar así tantas calorías como si salieras, si existe un desgaste físico. El hecho; “salir de casa”, esta intrínsecamente ligado al desarrollo intelectual. Es importante saber del autor, claro que muchos en algún momento hemos deseado quedarnos con la obra, y separar al autor de su libro.

Pero cuando pasan los años y algunos ponemos un especial interés por la literatura casi a idolatría, no podemos evitar mirar y segurile el rastro a la mano que empuñó cada palabra sobre aquel papel. ("mano que empuñó cada palabra", que se entienda como metáfora). Ese ser qué vivió para poder expresar tales ideas, conceptos, estéticas, y sobre todo, contenidos. Algo que tiene que ver con lo que estoy expresando es:

« La Ilíada y la Odisea eran textos que no eran leídos como se leen hoy  día, como hoy día leemos los textos, esto es, por placer, porque nos gusta, en fin, porque placer en un texto. En ese momento, 800 a.C, en el momento en que se escribió la Ilíada, durante todo el tiempo que se ha escrito la Ilíada y la Odisea —que eran consideradas por el pueblo griego exactamente como hoy día el pueblo cristiano considera la Biblia, esto es, eran consideradas como el centro mismo del conocimiento del pueblo griego— se inicia el pensamiento griego y ahí se inicia la filosofía griega, se inicia en esa relación en entre lectura popular, lectura de pueblo y las obras de Homero, consideradas como obras divinas. El análisis de la poesía. Enrique Verastegui. [sic]». 

«La vejez comienza cuando se pierde la curiosidad»

 José Saramago

Es como si nos volviéramos pequeños dioses cuya creación la estamos codificando con cada palabra en la que tejemos. En esa urdimbre, en algún momento se tiene que finalizar y ahí; alguien algún día lo leerá. En mercadotecnia dicen que lo más importante es saber; a quién va dirigido tu producto. Luego de eso, podemos pensar y reconsiderar todo lo que debe llevar tu producto. Dicho de otro modo, conocer a tu público determina el destino. En este caso, el texto que hemos redactado, pasará a ser algo parecido a un producto y muchos de los autores siempre saben a quién le están escribiendo.

Sin embargo, qué ocurriese si superáramos los niveles del purismo y pensáramos por un instante que, a quien le escribimos es a Dios. Si fuera así nos demoraríamos bastante en presentar nuestro concepto. Nuestra propuesta de contenido y de estética. Dicho lo mencionado, recuerdo claramente que cuando publiqué una edición limitada de mi libro "POESÍA PUZLE O EVIDENCIA DE LA INERTIDUMBRE". Publicado en el año 2016. Asumo ahora con más claridad que me encontraba en plena madurez literaria.

En el siguiente enlace sale un poema del mencionado libro. Y nada menos que una página de literatura de ultra-vanguardia de España. Ariadna-rc seleccionó mi poema para exhibirlo. http://www.ariadna-rc.com/numero68/lab05.htm

Pero cuando la gente, especialmente tus colegas observan que empiezas a pensar por ti mismo, y ya no como ellos. No es un tema para celebrar. (Para ellos no). Tampoco se debe confundir en que, no se trata de decir: espejito, espejito… ¿quién escribe más bonito?, ¿quién escribe más bonito?

A mi modo de ver, en ojos de un hombre que ama la creación literaria. Todo se trata de: Cuan capaz eres para realmente reinventarte en términos de creacionismo. (¿?). O estados anagógicos frente al verso. Y, que tanta oportunidad te das a ti mismo para ponerte a prueba frente a ese yo que solemos evitar… O prefieres continuar por el camino fácil de escribir las mismas cosas que escribes, porque en algún momento uno en realidad es, el pensamiento del pensamiento, (y pasa desapercibido). Por ejemplo no sabes, cuánto disfruto escuchar a mi colegas recitar. Es como si se convirtieran en sus propios poemas. Digo esto porque yo también he experimentado esa metamorfosis en la lectura, difícil de describir...

Por otro lado, podemos recordar a modo de analogía a la pintura de Botero, solo te da empacho. Todos los personajes de sus cuadros tienen la misma mirada y la misma obesidad sobre el báculo llamado, con mis propias palabras “el confort de la estética” (los quebrantos quedan a la vista). Y así algunos se eternizan. De tal manera, un sujeto sujetado, o en palabras de Octavio Paz: “la tradición por la ruptura”.  

En fin, cada uno es feliz a su manera. Pero este artículo también se trata sobre el confort de la estética (el camino fácil) y atribuir a   la redacción como “obra de arte” y qué mejor manera de comenzar por casa. Así que quiero compartir con ustedes los que aún siguen leyendo este artículo, que este año 2021 en mi libro “LAS LIBERTADES DE LA MONTAÑA”. En mi práctica poética no contento con las anteriores experimentaciones con el lenguaje opte con un trabajo lleno de ilustraciones que poco tienen que ver con el dibujo sino, como pequeños lienzos en hojas blancas en la que cada poema reposa sobre el mismo paisaje.   La misma libertad con una intensificación, del significante,  que deseo expresar especialmente en una frase.

Tal pretensión es a su vez como un reclamo a la simplicidad, pero a la vez, lenguaje críptico que da remesones.  Como si fueran finalizaciones hacia una mirada trascendental, con pocas palabras o con cuidadas palabras que redactan una historia o la historia en un verbo hacia lo inmarcesible... O sobre mi primer libro (iniciático). Que técnicamente fue mi iniciación. El primer libro de poesía que escribí: “ESGRIMA LUMINOSA”.  (Año 2014). Cuya metafísica y hermetismo no disimulan ni se guardan nada. Más que una lucha como de esgrima se tratara. La lucha interna que algunos ávidos lectores han sabido disfrutar, en cada página.

Entonces para finalizar este artículo sobre el confort de la estética y sus quebrantos. Sólo nos permiten palpar la realidad que es un remolino del cual todo poeta o narrador debe estar alerta para no incidir. Especial atención como si se tratase de un ciclo monótono en que te repites.  Como si navegaras en aguas de un remolino. Y te crees un navegante, pero en realidad no lo eres. Sólo así existe un único pronóstico: ¡Anquilosamiento! del cual poco probable será que puedas escapar por que la fuerza del confort posee cierta intensidad…