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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Sobre Londres en tren. Gustave Doré. 1870 - [i]Coketown constituía el triunfo del realismo [...]Era una ciudad de ladrillo rojo, es decir, de ladrillo que habría sido rojo si el humo y la ceniza se lo hubiesen consentido; como no era así, la ciudad tenía un extraño color rojinegro, parecido al que usan los salvajes para embadurnarse la cara. <BR> <BR>Era una ciudad de máquinas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de humo que no acababan nunca de desenroscarse, a pesar de salir y salir sin interrupción. Pasaban por la ciudad un negro canal y un río de aguas teñidas de púrpura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios llenos de ventanas, y en cuyo interior resonaba todo el día un continuo traqueteo y temblor yen el que el émbolo de la máquina de vapor subía y bajaba con monotonía, lo mismo que la cabeza de un elefante enloquecido de melancolía. <BR> <BR>Contenía la ciudad varias calles anchas, todas muy parecidas, además de muchas calles estrechas que se parecían entre sí todavía más que las grandes; estaban habitadas por gentes que también se parecían entre sí, que entraban y salían de sus casas a idénticas horas, levantando en el suelo idénticos ruidos de pasos, que se encaminaban hacia idéntica ocupación y para las que cada día era idéntico al de ayer y al de mañana y cada año era una repetición del anterior y del siguiente.[/i] <BR> <BR>Tiempos difíciles. Charles Dickens. <BR> <BR> <BR>La gran producción de ilustraciones para libros del pintor francés Gustave Doré ha eclipsado una de sus propuestas más honestas nacida del realismo de su época. En 1869, Blanchard Jerrold sugirió que trabajaran juntos para producir un retrato de Londres. A Jerrold se le ocurrió la idea de plasmar The Microcosm of London hecho por Rudolph Ackermann, William Pyne y Thomas Rowlandson en 1808. <BR> <BR>Doré firmó un contrato de cinco años con la editorial Grant & Co, eso implicaba que tenía que pasar al menos tres meses al año en Londres. Cobró la suma de 10000 libras esterlinas por año. El libro London: A Pilgrimage, con 180 grabados fue publicado en 1872. Aunque fue un éxito comercial, a algunos críticos no les gustó la publicación. A muchos les disgustó que Doré mostrara en su obra la pobreza existente en Londres. Fue acusado por el "Art Journal" de "fantasioso más que de ilustrador". La "Westminster Review" denunció que Doré hizo un boceto del pueblo, de la realidad que se vivía en ese momento. En definitiva de mostrar la triste realidad que todos intentaban ocultar. - FotologSobre Londres en tren. Gustave Doré. 1870
Coketown constituía el triunfo del realismo [...]Era una ciudad de ladrillo rojo, es decir, de ladrillo que habría sido rojo si el humo y la ceniza se lo hubiesen consentido; como no era así, la ciudad tenía un extraño color rojinegro, parecido al que usan los salvajes para embadurnarse la cara.
Era una ciudad de máquinas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de humo que no acababan nunca de desenroscarse, a pesar de salir y salir sin interrupción. Pasaban por la ciudad un negro canal y un río de aguas teñidas de púrpura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios llenos de ventanas, y en cuyo interior resonaba todo el día un continuo traqueteo y temblor yen el que el émbolo de la máquina de vapor subía y bajaba con monotonía, lo mismo que la cabeza de un elefante enloquecido de melancolía.
Contenía la ciudad varias calles anchas, todas muy parecidas, además de muchas calles estrechas que se parecían entre sí todavía más que las grandes; estaban habitadas por gentes que también se parecían entre sí, que entraban y salían de sus casas a idénticas horas, levantando en el suelo idénticos ruidos de pasos, que se encaminaban hacia idéntica ocupación y para las que cada día era idéntico al de ayer y al de mañana y cada año era una repetición del anterior y del siguiente.
Tiempos difíciles. Charles Dickens.

La gran producción de ilustraciones para libros del pintor francés Gustave Doré ha eclipsado una de sus propuestas más honestas nacida del realismo de su época. En 1869, Blanchard Jerrold sugirió que trabajaran juntos para producir un retrato de Londres. A Jerrold se le ocurrió la idea de plasmar The Microcosm of London hecho por Rudolph Ackermann, William Pyne y Thomas Rowlandson en 1808.
Doré firmó un contrato de cinco años con la editorial Grant & Co, eso implicaba que tenía que pasar al menos tres meses al año en Londres. Cobró la suma de 10000 libras esterlinas por año. El libro London: A Pilgrimage, con 180 grabados fue publicado en 1872. Aunque fue un éxito comercial, a algunos críticos no les gustó la publicación. A muchos les disgustó que Doré mostrara en su obra la pobreza existente en Londres. Fue acusado por el "Art Journal" de "fantasioso más que de ilustrador". La "Westminster Review" denunció que Doré hizo un boceto del pueblo, de la realidad que se vivía en ese momento. En definitiva de mostrar la triste realidad que todos intentaban ocultar.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Auge en el inicio de la era digital.


Auge del eBook: de cada cien libros publicados, 25 son digitales

El sector de los libros electrónicos crece un 3% respecto al año anterior y desde enero a septiembre de este año ha publicado 15.255 libros, lo que supone un 23% del total del mercado editorial español.

La tecnología está hambrienta. Poco a poco ha devorado todo lo que ha encontrado a su paso. Antes era normal ver a personas viajando en metro, autobús o en cualquier medio de transporte con un libro o un periódico. Hoy en día eso es casi impensable. La gente pasea con sus smartphones, tabletas o algún eReader, gracias a los cuales pueden bucear en Internet, hablar por Whatsapp con sus conocidos o introducirse de lleno en las páginas de alguna novela de misterio, aventuras,

terror o suspense.

Desde la aparición de estos dispositivos de lectura, la tendencia de los españoles ha dejado entrever un cambio de actitud importante. Parece que, poco a poco, los lectores prefieren pulsar un botón para pasar de página, a hacerlo de la manera tradicional. La Agencia del ISBN ha registrado, en los nueve primeros meses de 2012 un total de 15.255 libros digitales, lo que supone un 23% del total. Además, la cosa no se queda ahí. Las ventas de los eReaders han experimentado un crecimiento del 3% respecto al año anterior y desde 2009 la producción y la facturación han aumentado considerablemente hasta alcanzar más de 120 millones de euros en 2011.

Unos suben, otros bajan


Estos datos, que sin duda son negativos para los libros de toda la vida, son engañosos. A pesar de que en 2011 se vendieron en España dispositivos electrónicos con un valor de 72,6 millones de

euros, según un informe publicado por la Federación de Gremios de Editores en España (FGEE), sólo supone un 2,8% de la facturación total del mercado editorial.

Sin duda se trata de un avance muy positivo para la venta de este tipo de dispositivos electrónicos, pero el papel sigue teniendo fuerza. Desde enero hasta septiembre de este año el sector editorial español ha publicado 67.543 libros, por lo que la oferta de las editoriales es amplia. Aun así, según la FGEE, el sector está en una profunda crisis en la que lleva inmersa unos cuantos años.

El mercado del libro en papel español se movía en torno a los 3.000 millones de euros anuales y el pasado año facturó 2.772 millones, es decir, un 4,1% menos que en el ejercicio anterior, cifra que supone una venta de 286 millones de ejemplares durante 2011. Si lo vemos a largo plazo, desde 2008 hasta ahora, la caída de la venta de libros ha bajado un 18 por ciento, y la Federación de Gremios de Editores Españoles prevé que ese descenso aumente un 10% más hasta final de año.

Lo que está claro es que las editoras tienen que buscar una vía de escape y los libros electrónicos parecen la mejor opción para salir de la crisis, ya que es un sector que crece año tras año.

Amazon, el rey


El año pasado se vendieron en España 335.000 lectores de libros electrónicos, según un informe de la consultura Gfk. Los pronósticos para este año señalan que habrá un incremento del 30% respecto a 2011. Pese a ello, las ventas de este tipo de productos no están dando los resultados que se predecían. Es cierto que los nuevos dispositivos de Amazon y Kobo pueden impulsar las ventas hasta cerca de los 11 millones de eReaders en el mundo para este año, pero se quedarán muy lejos de los 27 millones conseguidos el año pasado.

Por su parte, la compañía estadounidense Amazon no parece darse cuenta de todo lo que ocurre. Durante el primer trimestre del año ha ganado 100 millones de euros, y a pesar de que supone una caída del 35% respecto al mismo periodo del año pasado, supera lo pronosticado por los expertos. Esto se debe principalmente a que según un estudio de Buzz Marketing Networks, su Kindle tiene el 47 por ciento del pastel en cuanto a dispositivo más vendido en el mundo. En el caso de España, tres de sus 'eReaders' lideran el mercado: Kindle 4, Kindle Touch y el Kindle Touch 3G, dejando el tercer y cuarto puesto para Wolder Mibuk y el dispositivo español BQ Cervantes.

A pesar de la cantidad de lectores vendidos, 285.000, según señala el estudio, la oferta de ebooks es muy superior respecto a la venta realizada. Javier Cortés, presidente de la FGEE, señala que "las empresas editoriales han realizado un esfuerzo muy importante para aumentar su oferta de títulos digitales, sin embargo, éste no se ha visto traducido en un aumento del consumo". Este dato resultaría extraño si no estuviese claro que la piratería ha entrado de lleno, también, en este sector.

La piratería es un escollo que toca todas las ramas de la cultura. Ya está en el cine, en la música y ahora parece que quiere apoderarse de la literatura. Esto es sin duda un gran problema para las editoriales y los escritores que ven mermados sus ingresos por este problema. Existen diversos sitios web que divulgan obras literarias piratas en la via digital, sin embargo aun no se toma una política adecuada para combatir ese fenómeno