El enigma era su arte i el movimiento de su grandeza —lo
dicho, fue cúspide, su arte fue ser ave cantor, sutil, que lo destrozaba todo —pero—
a los corazones los idolatraba… también a la sangre que emergía en cada pedazo
de roca Toda esa Acústica para: a la
epifanía que tanto se esperó. E silbido de las flautas fue la señal de las máquinas
habladoras. Su arte en su sentido era la falsedad. Como el beso de la amiga que
no es tu amiga o el pulgar que enrumba rumor de un vacío de la —Pintura— de un
gris y ese tono como los silbidos solo sirven como los colores para crear fantasías.
Su arte aspira infierno del verbo i verbo con el significado luciferino «todo
conjuga», como la sonata a una amada amante que se descarna mirando a los
cielos mientras que el estigma de su enigma teñía sus más oscuros ojos como dos
fauces
eróticas del abismo…En estas profundidades me convertí en otro i mi mirada cambió
hacia ella. Lo eterno de toda esta fantasía es no volverla
a ver más, este regreso, a mí mismo me
sujeta de nuevo con, cadenas, aquellas que son parte del inicio en donde de alguna
forma es también… nació en donde yo sé lo que sueño y ella sabe
lo que ignora. A final de todo termino como los gentiles en agrado de mi silencio e arrobamiento de las letras
detrás de sus pasos…, hay gentileza cantada y en esta neblina cierta grandeza

No hay comentarios:
Publicar un comentario