FE
Al final de todo
si cuenta la huida.
Cuenta el ropaje plumaje
en nuestros intentos,
Por eso existe
una fe perenne
en la creación
que nos imbuye,
en una fe que todo
puede volver a comenzar.
Al final si cuenta el final.
La fe artística
es una siembra en la libertad
de lo que imaginamos de la libertad.
La fe,
es la fe en las cenizas
y ahí…,
¡te vi!
¡Oh, Dios de las cenizas!
El halo de tus ojos
resolvieron mi ceguera
y me enseñaste
a poder ver.
¡Oh Dios Ceniza!
Dios de lo acabado,
lo
finalizado,
que me instruye a una visión
en donde
sentí que una musa pudo ser real.
Mi fe me volcó a la arcilla y al crayón.
La fe te hace buscar la palabra adecuada
de aquel verso que dejaste abandonado
en
ese sueño.
Una vez más lo inacabado retorna
como todo
lo
que abandonamos,
o como todos los que nos han
abandonado.
Y en el reino de todos los abandonos,
existe la rotación,
el eclipse de un abrazo sincero.
Con el que alguna vez soñamos
y pocas veces vivimos.
Por navegar en la ilusoria órbita
en el reino de la deslealtad.
En tales manifestaciones ominosas
una vez apareciste
con tus ojos ceniza…,
tu sonrisa señorial.
Atiborrado,
constante
de escurridizos mensajes
directos a mi corazón.
Y los acechadores que tengo en mi mente
se desvanecieron…
La legitimidad de esta oscuridad
puso el pulso en el andar,
Cuya fe esculpe o descubre
lo que en verdad estamos hechos.
Autor: Enrico Diaz Bernuy
******Poema que forma parte de mi libro A MIXTA OSCURIDAD******
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