Hace como un mes aproximadamente, visité a un amigo que
recientemente ha obtenido un doctorado en lingüística hispánica. El motivo de
mi visita fue para obsequiarle mi último libro de prosa y verso titulado A MIXTA OSCURIDAD. Cuando se lo di sentí algo de confianza por el resultado logrado,
mi semblante no lo ocultaba. Él me lo hizo saber. Pero también le dije mientras
que se lo daba como si intentara excusarme
por la falta del prefacio. Además, le enfaticé que él era la primera persona que leería mi
libro ya impreso. Tenía una especie de
sentimiento como si me excusara
por alguna errata. Y sin dejarlo hablar
le mencioné unas obra de Bryce Echenique. que es, más que seguro que antes de ser
publicada ya la ha leído y “corregido” más
de 3 personas, mínimo. Por su puesto que no es mi caso, en realidad uno va con
lo que puede. Yo tengo varias amistades que podría molestarlos y pedirles el
favor para que lo revisen. Pero no lo hago por que sé que ellos andan liados
escribiendo sus cosas, además a las personas que estimo, a pesar de eso, no me
siento con tal autoridad o capital económico para solicitarles favores así.
Mi amigo:
—Tú crees que la obra de Mondrian fue corregida por otro. O los cuadros de Picasso fueron revisados por
otra persona. O los versos de Verlaine
pasaron por otras manos, o Baudelaire entregó sus versos para que los
corrijan. Enrico, ya debes darte cuenta
que cuando hables de una obra de arte a nivel pictórico o literario como los
autores que te he mencionado. La obra tiene toda la esencia y sello de un único autor.
representan las infinitas horas de
soledad y concertación, pero sobre todo, Trabajo. Ellos no van de farra por la
vida, son vidas entregadas a trabajar.
—Sus obras en tales circunstancias poseen la esencia de lo genial, tienen
vida propia, mejor dicho, tienen alma.
—Claro que te entiendo, por lo mismo muchas no tendrán una
oportunidad en el “mercado” editorial “convencional”.
Esas obras no, muchísimo menos son obras
que puedan tener una oportunidad de encajar en los nichos de los concursos
literarios.
—Además, veo que tienes tu sello
editorial para publicar tus cosas. Quizás algún día lo logres, o quizás ya lo
hiciste.
—En cualquiera de las dos
opciones, continuaré. Pero uno no es de hierro, el cansancio siempre asalta, y te
estresa. Es como si a veces me ahogara o navegara en donde no se avanza Nada.
—Es normal eso, simplemente debes ser más fuerte que el hierro.
—¿El acero? Jajajaj Con este frío unas copas no caen mal, jamás.
Entre sonrisas me dijo, recuerda el rostro de esas personas de las
que te he hablado.
Después de eso saqué de mi mochila una botella de vino. Su mujer se
acercó para participar en la conversación. También nos preguntó si vamos a ir a la marcha en contra del gobierno. Luego
de eso ya es mi vida privada.
Para finalizar; hoy mi libro ya lo corregí dos veces, incluso hasta
la portada la cambié. Ahora sí, lo dejo
descansar para retomar otros proyectos literarios.
Saludos red.
Enrico Diaz Bernuy
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