Intentos órficos para las letras y las bellas artes

Intentos órficos para las letras y las bellas artes

domingo, 10 de septiembre de 2023

Corrupto , corrupto !!!

 

"Corrupción. - El modo más seguro de

corromper a un joven es enseñarle a apreciar más a los que

 piensan como él que a los que piensan de otra manera".


Friedrich Nietzsche ,

Aurora

 

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Lucidez de novelista

 "Toda mi vida he deseado sentir esa unión con una gran masa de seres humanos que experimentan los integrantes de multitudes entusiastas. A menudo, este deseo ha sido tan fuerte que me ha llevado a la decepción personal. Me he imaginado sucesivamente como liberal, socialista y pacifista, pero, en el sentido más profundo, jamás he sido nada de esto: siempre el intelecto escéptico, cuando más deseaba su silencio, me ha susurrado la duda, me ha arrancado del fácil entusiasmo de los otros y me ha transportado a una soledad desoladora".

Autobiografía,
Bertrand Russell

Arte en Acción, Enrico Diaz Bernuy, técnica mixta, estilo: abstracto

¿Quieres leer algo profundamente materialista, insípido y mezquino?

 Creo que el aburrimiento es el principio de todo acto auténtico. Kierkegaard, uno de mis pensadores favoritos, escribió que es por aburrimiento, por aburrimiento de estar solo, que Dios creó el mundo. Entonces Adán estaba aburrido, así que Dios creó a Eva. Luego la gente solitaria se aburrió, crearon comunidades. Luego nosotros, los europeos, nos aburrimos, nos involucramos en el colonialismo. Ahora estamos aburridos en nuestra Tierra, queremos viajar al espacio. El aburrimiento abre el espacio, para nuevos compromisos. Sin aburrimiento, no hay creatividad. Si no te aburres, sólo disfrutas estúpidamente de la situación en la que estás.

Slavoj Zizek, 2014,
para The Guardian




Mira lo que los eruditos de mis redes sociales publican

 

La prueba de la Madre Tierra en esta estatua es visible desde los dedos puestos en las fauces de Varaah. Todo el universo está representado en el cuerpo de Varaah. Saraswati en su diente izquierdo y una deidad en su diente derecho. Los cuatro dioses están representados entre los oídos y los ojos de los Varah. La imagen existente de la diosa madre tierra es representada por los dedos mostrados en el labio de la boca en la imagen zoomórfica de Varah. La representación de todo el cosmos se ve en el cuerpo de la encarnación del Señor Vishnu. En el colmillo izquierdo de la figura se talla una imagen de un Saraswati, mientras que en el colmillo derecho de otro Dios está tallado. Las cuatro divinidades masculinas se representan en el área entre las cejas y las orejas.



Según Puranas, la madre Bhu-Devi se ahogó en una grave inundación debido a la violación del demonio Hiranyakashyap. El Señor Vishnu, el protector del universo,
liberó a la Madre Tierra de las garras del demonio como la encarnación de Varaah. Según las viejas tradiciones, la diosa madre tierra fue hundida en el gran diluvio por los actos malvados del demonio Hiranakshya. El Señor Vishnu, el preservador de la creación, en forma de la encarnación de Jabalí (Varahavatar) salvó a la madre tierra de las garras del demonio.


lunes, 4 de septiembre de 2023

poesía

Latidos de lealtad ------- Relato breve de Enrico Diaz Bernuy

 

Latidos de leatad  

Relato breve

Así me demostró  que desde cierto punto de vista, nos lleva la delantera en la evolución debido a las necesidades básicas que requiere para sentirse “realizado”. 

Necesidades básicas que lo conducen no solamente a la sencillez, sino a entenderlo todo como el paso natural de la vida y la delantera que nos lleva con la conexión con la naturaleza.   Llevándonos así a un abrazo con lo esencial; saber qué día habrá luna llena, saber a qué hora de levantarse, enterarse minutos antes que ocurra un sismo, o minutos antes que vendrá alguien a casa, echarse en un día soleado como si  se revitalizara,  recargado así para que  cada día fuera un amanecer renacido.

Él no requiere de instrumentos de gps para llegar a lugares, acortar caminos, ubicar a su especie.  Es como si la red social que usara estuviera focalizada en una intuición perfeccionada a niveles más allá de los límites de los bits o los bytes que nosotros hemos erigido.

Él no requiere encontrar carnet o algún documento de identificación,  sin embargo, recibe información que no la da ningún documento de identidad o carnet de extranjería, pues de lo que te hablo es de su olfato.

Su olfato le da una lectura de todo lo mencionado, la edad de su congénere ,  la alimentación que lleva,  en qué condiciones duerme, que sexo es,  temperamento tiene, o que dosis de estrés atraviesa. Incluso  el estado de salud.  Luego de  tamaña lectura él y sus congéneres deciden aceptar o rechazar el vínculo de acuerdo a la clase social que pertenezca, o coincidencias de experiencias compartidas.

Tal veredicto tan solo con el olfato. Sentir la familiaridad o  sentirse amenazado, sea por incompatibilidad de vínculos o experiencias compartidas le servirá inmediatamente para tomar la decisión de conocer de cerca a ese ser  o simplemente,   tomar distancia.  Incluso así sean de la misma raza o  especie biológica. 

Sabe que en cuestión a identidad son de mundos opuestos o aunque estén alejados ambos viven cosas muy cercanas. Para cualquiera de las dos opciones entre ellos deciden si se aceptan o se rechazan. Finalmente, su brújula es una intuición perfeccionada. Lo interesante es que jamás comete errores. Su infalibilidad es un misterio para mí.

Por otro lado, de alguna forma me demuestra  un profundo sentido por la gratitud, un camino a la sencillez, y todos sabemos  a donde conduce la sencillez. Así que los disforzados o pedantes, tienen tanto que aprender de estos pequeños de cuatro patitas.


Y para darte un ejemplo; él recorre 3 o 6 cuadras conmigo y cuando regresamos  a casa siente que ha recorrido “el mundo entero”  (el universo en un guijarro). La gratitud en su máxima expresión. No te exagero su carita me lo dice, sus suspiros lleno de reflexiones que no logro entender o su forma de caminar cuando va de regreso a casa.  Él es uno cuando sale, y cuando regresa es otro, creo que más sabio...

La verdad que en cierto modo su expresión de gratitud es fehaciente.

Cada vez que puedo o me inspiro: le hablo de Dios. Puedo asegurarte que me pone muchísima atención, le digo insistentemente que jamás se sienta solo. Le digo eso porque cada vez que me ausento por motivos de trabajo, se angustia o se siente abandonado, algo así.

Cuando le hablo de Dios sus ojos brillan con una atención profunda, tal cual  entendiera la llama divina que arde en su interior, al lado de su alma. En este diálogo íntimo, encontramos un puente entre dos mundos, yo con mi lenguaje de las palabras y él con sus miradas o los cambios que hace con su respiración.

"Mi querido amigo", —así le digo.  Su condición es de   carecer del lastre de nuestras  ambiciones que no podemos controlar. Por dar más ejemplos, él no quiere ser famoso. Eso ya es un enigma.

 Y aunque  evite de todas las formas  hablar de mi especie, temo decir que él no solo es lector de sus congéneres sino también que su lectura va dirigida a  los humanos.

Puede detectar la dosis de nuestro estrés, decaimiento, desmoralización o ira. ¿Cómo lo sé? Lo demuestra con su comportamiento. Ahora él es un perro mayor, recuerdo cuando lo adopté ya era adulto y recientemente le ha dado por romper los confortables.  Ante este cambio en su comportamiento no veo muchas opciones.   

Indudablemente, antes de adquirir nuevos muebles optaré por la adquisición de mobiliario en forma de tablas, con el propósito de que, en ausencia de mi presencia, se evite que él rompa de nuevo los confortables. 

Cuando estoy  de mal humor,  me da por encerrarme en el cuarto donde están todos los libros, lo llamo mi bunker librero, a veces no lo dejo entrar. Luego salgo y siento su preocupación, se resiente conmigo luego me perdona.  Los machitos somos así, al final se nos pasa todo.

Lo conocí muy sociable con la gente, los niños, los perros. No es buscapleito, ni se siente aludido, ardido ni ofendido por todo. Por su puesto que con la carencia de ego que tiene..., su vivir marcha a otra frecuencia. 

Es glotón, curioso, pensativo y siempre, pero siempre  me escucha. 

 

 


sábado, 2 de septiembre de 2023

Un microrelato de Alan Zarate

 "Las almas tristes están condenadas a sufrir el maldito insomnio, sobre pensar las cosas y dudar con una desconfianza, a tal punto que todos se merecen el beneficio de la duda. A veces tengo demasiadas palabras y pocas respuestas, al darme cuenta que simplemente era yo ¡el único Leal!

Lamentablemente el hombre más honesto y sincero, equilibrado está demente, loco, es solitario y frío, trae consigo un par de ojos tristes, resaltando una hermosa y brillante sonrisa falsa".



🖤💫

lunes, 28 de agosto de 2023

Escribe: David Lorenzo ------- El sentido de la vida !!! ( una semblanza a la vida a Tolstoi )

 ¿Quién fue León Tolstói? Cuando Stefan Zweig viajó en 1928 a la Unión Soviética para asistir a los actos conmemorativos del centenario del nacimiento del genio ruso, el vienés quedó impresionado por la sencillez de su tumba en la finca de la familia Tolstói, en Yásnaia Poliana, cerca de Moscú. Aquel edificio de blancos muros y tejado verde que parece perdido en medio de la espesura del boscaje fue peculiar objeto de pugna entre soviéticos y alemanes trece años después. Viendo perdida la propiedad ante el avance del 2º Cuerpo Mecanizado Panzer, los rusos pusieron dinamita tanto en la finca como en la propia tumba del célebre escritor, no sin antes llevarse de ella todo objeto considerado de valor. Nadie se atrevió a dinamitar aquel lugar. Heinz Wilhelm Guderian, general nazi al mando de la columna blindada, sabiendo cuál era la tierra que estaba pisando, ordenó retirar las minas enemigas y respetar la integridad de aquel lugar casi como si fuese un lugar sagrado.

León Tolstói sigue despertando tanta admiración como desprecio fue capaz de reunir en vida. Extremo, prolífico y vivaz hasta el último instante de su existencia, su legado ha trascendido con creces el peso del papel y la impronta de la tinta. Y fue el mismo quien, desde que cumplió el medio siglo de edad, se hizo, una y otra vez, la misma pregunta. ¿Quién soy yo? ¿Quién es León Tolstói?

Hijo de nobles rusos y el cuarto de cinco hermanos, León Tolstói quedó huérfano en su infancia y bajo la tutela de sus tías. En su juventud, tuvo muy claro que no quería estudiar ni dedicarse a una vida consagrada a la academia y que prefería, en cambio, ocuparse de la finca de Yásnaia Poliana. En este transcurso, fue enviado a Kazán a estudiar Derecho en la Universidad, carrera que cambió por la de Lenguas Orientales, que también terminó abandonando.

Aceptando este fracaso en los estudios como una liberación, pasó su juventud en Moscú y 

en San Petersburgo, donde se entregó a una vida ociosa y libertina donde el alcohol animó 

las largas noches de juego, borrachera y sexo con prostitutas, tal y como él mismo reconoció

 en sus autobiografías InfanciaAdolescencia y Juventud, como también en Confesión

En este periodo contrajo deudas y peligrosas amistades. Mientras tanto, estalló la Guerra de

 Crimea entre el Imperio Ruso y el Imperio Otomano y sus aliados, los imperios británico y 

francés, además del Reino de Cerdeña. Su hermano mayor Nikolái le propuso acompañarle al frente de batalla en el Cáucaso, petición que aceptó el futuro escritor. Ya en la región, descansó en unos baños termales, donde se hizo amante de una cosaca.

Tolstói pidió permisos para regresar a los baños termales donde, aburrido, comienza a dedicarse a la escritura

A León Tolstói nunca le agradó el ejército ni su ambiente. Es más, le desilusionó por completo. Sin embargo, Aleksandr Bariátinski, comandante en jefe, reparó en él y lo reclutó como suboficial en la misma batería de artillería en la que servía su hermano. Pudo conocer el terrible sitio aliado a Sebastopol, la violencia de los combates, la inoperancia del mando ruso, que perdió una guerra que, incluso con la ayuda de las dos grandes potencias de Europa occidental, creía ganada. Antes de que terminase el conflicto, Tolstói pidió permisos para regresar a los baños termales donde, aburrido, comienza a dedicarse a la escritura.

En 1852 terminó el primer libro, el ya mencionado InfanciaTambién comenzó a escribir sus diarios. De su relación con la cosaca, los relatos escuchados y la experiencia vivida escribió novelas y relatos inspirados en el contexto del Cáucaso y de Crimea, como la novela Los cosacos o los relatos El sitio de Sebastopol y La tala del bosque, pero el recuerdo de aquellos días nutrió para siempre su obra posterior en su descripción del ejército, de la corrupción del Estado, del comportamiento libertino de los jóvenes, en especial de los soldados, y de la violencia que vertebraba la sociedad rusa de la época. Una de sus más grandes novelas, Hadjí Murat, escrita en 1904 ya en su senectud y donde rescata en una demostración de maestría literaria el final del guerrero checheno, es un buen ejemplo del poder transformador que tuvo esta etapa en su vida.

Pues, a pesar de que regresó a la vida libertina terminada la guerra, pronto sintió vacía esta forma de vivir, y decidió asentar la cabeza definitivamente y dedicarse a la finca. Pero antes, Tolstói cosechó cierta fama tras la publicación de Los cosacos. Viajó por países como Alemania, Francia y Suiza y llegó a tener sus más y sus menos con otro maestro de la literatura universal, Iván Turguénev, a quien retó a duelo en 1861, aunque finalmente se acabaron disculpando. No volvieron a dirigirse la palabra durante los siguientes diecisiete años.

Sofía Behrs, mucho más que una esposa

Un año después del violento encontronazo con Turguénev, Tolstói conoció a la joven Sofía Behrs, también escritora y pionera de la fotografía. Aquella joven de dieciocho años quedó rendida frente a un hombre hecho y derecho que contaba los treinta y cuatro años, admiraba como escritor y acumulaba una personalidad tan intensa como sus vivencias. En 1862 la pareja contrajo matrimonio. Fue el comienzo de una relación colmada de luces y de sombras.

A la escritura de la polémica novela ‘Sonata a Kreutzer’, Sofía Tolstáia respondió con su propia novela, ‘¿De quién es la culpa?’

Behrs fue su interlocutora, su copista y su compañera, además de su mujer. Acompañó a su marido en sus aciertos y en sus desatinos, que en multitud de ocasiones fueron notorios. León Tolstói, como le sucedía a la mayoría de los hombres de aquella época, no era precisamente demasiado igualitario: conforme envejeció, además, se volcó más en sus ideas con un cierto sesgo totalitario, de manera que, por ejemplo, se negó a usar preservativos ni a que su mujer usara las técnicas de anticoncepción de la época. Ambos tuvieron trece hijos en común, abortos naturales al margen. De ellos, solo ocho sobrevivieron a la infancia.

Ya desde la noche de bodas, Tolstói, una vez casado, le permitió leer sus diarios a su mujer, quien al leer sus actos durante la juventud se echó a llorar. Es probable que su admiración hacia el maestro ruso se quebrase aquel mismo día. Así parece reflejarse de los Diarios de la autora. No obstante, hubo tiempos de felicidad conyugal y familiar que nutrieron la relación de la pareja y la mantuvieron con mayor o menor grado de abnegación y con ciertos arrebatos de abandono por parte de Sofía. A la escritura de la polémica novela Sonata a Kreutzer, Sofía Tolstáia respondió con la suya, ¿De quién es la culpa?

Tolstói llegó a afirmar que no creía en el amor, entendido como el amor romántico. El matrimonio ante el que se encontraba Sofía Tolstáia no se pareció en absoluto a aquel idílico que describió el escritor en La felicidad conyugal, que publicó lleno de pasión en 1858.

El tropiezo y la iluminación

Uno de los focos de tensión en el matrimonio Tolstói tuvo que ver con la libertad de cada uno de los cónyuges para dedicarse a su pasión artística. El cultivo de Sofía de la literatura y la fotografía había quedado prácticamente desecado bajo el peso del cuidado de la hacienda, de los hijos y del arrollador carácter de su marido. Por su parte, Tolstói se sentía a menudo cuestionado por su mujer y no en pocas ocasiones coartado en su libertad.

El escritor ruso se dedicó a hacer prosperar Yásnaia Poliana y a desarrollar sus ideales pedagógicos hacia los hijos de los campesinos, que en aquella época tenían, en muchas ocasiones, una situación más que precaria: de hecho, podían ser vendidos como parte de la propiedad, aunque no representen la figura del esclavo azotado y atado a unas cadenas que la trata africana ha asentado en el imaginario popular. Dedicó esfuerzos personales y dinero por enseñar e ilustrar a los niños que vivían en su finca, así como a otros que viniesen de poblaciones cercanas. Fruto de esta experiencia surgió la novela autobiográfica La mañana de un terrateniente, donde comenzó a reflejar su decepción con las clases bajas, no siempre inclinadas hacia el aprendizaje y el refinamiento intelectual.

De este periodo surgieron las dos obras más leídas, Anna Karénina y Guerra y Paz, además del grueso de su obra, entre la que destacaron libros como Dos húsaresIván el tontoLas memorias de un padreEl prisionero del CáucasoResurrecciónEl cupón falsoAmo y criado y El padre Sergio, entre decenas de novelas y relatos. Para sus hijos y luego para sus nietos escribió multitud de fábulas y cuentos infantiles con moraleja y de gran belleza.

Pasados sus cincuenta años de edad, Tolstói sufrió una crisis vital. Nada le satisfacía, todo le resultaba vacío. Comenzó a cuestionarse sobre quién era él y qué sentido tenía su vida. Buscó la respuesta en la ciencia, en la fe, en la filosofía, nutriéndose de un poderoso acervo cultural e intelectual. Como no encontró respuesta se propuso a buscarla él mismo. Así nació el León Tolstói filósofo, moralista en su expresión más literaria, y también su fecunda obra ensayística, que tan intensamente sigue influyendo en personas de toda procedencia y periodo histórico.

Tolstói desencadenado: sus últimos días

En esta defensa de la ética y del conocimiento de la realidad, Tolstói comenzó a exponer sus conclusiones y su reflejo sobre la sociedad de su época. Antes, como otros literatos como Dostoievsky, Gorki o Chernishévski, entre tantos, se había limitado casi exclusivamente a esbozar este retrato tras la máscara de la literatura, pero ahora había tomado el camino del propio Chernishévski, de Herzen y de los filósofos para escribir su obra ensayística.

Nada le satisfacía, todo le resultaba vacío, por lo que comenzó a cuestionarse sobre quién era él y qué sentido tenía su vida

Terminó excomulgado por la Iglesia Ortodoxa Rusa tras su crítica a la religión tal cual está establecida y su revisión de los Evangelios. Escribió polémicos libelos y ensayos como El reino de Dios está en vosotros y Contra aquellos que nos gobiernan, en los que propone la no violencia, la resistencia pacífica, el vegetarianismo y su crítica tanto al capitalismo burgués como a los pujantes movimientos emanados del marxismo, ambos por ser caras de la misma hipocresía que destruye el bienestar y el alma humana, en opinión del genio ruso. No calló ante las misivas que le llegaban, unas de apoyo, otras airadas, desde diversos rincones de Europa, y contestó con fiereza a todas aquellas que consideró pertinente para defender sus ideas y su posición política.

En 1901, con el nacimiento de los Premios Nobel, le fue negado el primero, en parte, por su posición anarco cristiana, causando un gran revuelo entre la intelectualidad del viejo continente, quien no podían comprender el castigo a uno de los mayores escritores de su tiempo. Tolstói respondió a este desaire afirmando que, de haberle concedido el premio, habría donado el dinero a la causa antimilitarista y a la protección de los insumisos que se negaban a cumplir el servicio militar obligatorio, que consideraba una barbarie. Ni durante los años que le quedó de vida ni tras su muerte recibiría jamás este galardón.

Sus últimos años fueron de gran angustia, en parte, por el aumento de las tensiones con Sofía Behrs, quien se negaba a que su marido dilapidase la fortuna familiar y la herencia de sus hijos en sus nobles causas. Como rebelión a la negativa de su esposa a esta decisión, el escritor abandonó el hogar, falleciendo en la casa del jefe de estación de Astápovo, a los ochenta y dos años. Cuando su mujer llegó, una vez avisada, no se le permitió entrar donde el filósofo estaba agonizando. «Amo a todos», se dice que pronunció, como últimas palabras, para el sufrimiento definitivo de su esposa.

¿Quién fue León Tolstói? ¿El literato, el filósofo, el más que cuestionable esposo? ¿Quien, durante unas vacaciones en Crimea, desilusionó a uno de sus grandes admiradores, Chéjov, al recibirlo con frialdad y cierta sorna? ¿O la persona que influyó a personalidades como Gandhi? Su obra y su existencia prevalecen por separado, en todo su esplendor y en toda su complejidad, para mantener viva esta pregunta, probablemente, hasta la eternidad.

 

domingo, 27 de agosto de 2023

 Reconstrucción de la ropa de las mujeres de la época minoica en Creta (reconstrucciones realizadas por la Dra. Bernice Jones).