lunes, 19 de agosto de 2024

The Rain Song !!!!!!!!!



Por Robert Plant

Esta es la primavera de mi amor / la segunda estación que conoceré/ eres la luz del sol que me hace crecer / cuando antes sentía tan poco calor / no es difícil sentirme brillar / estuve observando el fuego que tanto crece / Oh…/ Este es el verano de mis sonrisas/ huyan de mi guardianes de las tinieblas Háblame solo con tus ojos / Es a ti a quien entrego esta canción / No es tan difícil reconocer / estas cosas se nos vuelven claras de cuando en cuando / Hey!  /He sentido el frío de mi invierno / Nunca pensé que te pudieras marchar / Maldije las tinieblas que se posaron sobre nosotros / Pero sé que te amo tanto / Oh pero se que te amo tanto / Estas son las estaciones de la emoción / y como el viento viene y se va / Esta es la maravilla de la devoción / veo la antorcha que  todos debemos portar / Este es el misterio del cociente / Oh sobre nosotros debe caer una pequeña lluvia / Solo una pequeña lluvia …

 Cuanto más se aleja una sociedad de la verdad, más odiará a los que la dicen...


George Orwell

Cuento | EL GRAN ROBO A LA BIBLIOTECA NACIONAL DE PERÚ | Autor: Enrico Diaz Bernuy

  

 Por Enrico Diaz Bernuy

Final del formulario

 

El gran robo a la Biblioteca

Nacional de Perú

Moldeamos nuestras vidas, y luego nuestras

 vidas nos moldean a nosotros.

Churchill

Todos tenemos nuestros demonios, no en vano estamos aquí, con este libre albedrío, para negociar con nuestras fieras, o para que ellas hagan “negocio de nosotros”, o para que logremos sobreponernos a todo. ¿Y qué significa sobreponerse a todo? Es difícil de expresarlo; imagina lo complicado que sería hacerlo.

Como casi siempre, las últimas opciones tienen pocas probabilidades de éxito, y nadie trasciende este estado mundano. Lo más común es encontrarse con amigos que son como Barrabás, otros que evocan a Kurt Cobain o Henry Miller. Hay Barrabases por todas partes, dentro y fuera del colegio; es el ciudadano común. Algunos Cobain después de trabajar se ponen su disfraz de Cobain, otros Barrabases después de ser exitosos gerentes se quitan su disfraz de Barrabas y son muy sociables en los clubes, (las máscaras se imponen).

Estableciendo que lo habitual es emular a Cobain o Baudelaire o Barrabases (el camino fácil), la vida pone a prueba nuestra resistencia frente a nuestros sutiles intentos de suicidio: el suicidio del pensamiento, el profundo deseo de olvidarlo todo, o a todos. Ahí nos encontramos con el libre albedrío con el que vinimos a este mundo para conquistarnos a nosotros mismos, ese es el tema teórico, pero como de teorías nadie vive, la realidad es otra: los hechos.

Por ello, casi nadie triunfa en esta cabalgata, aunque el intento sea tácito; todos lo perciben. Al final, cada uno es distinto, pero todos terminan como una mala copia al carbón, dejando un sinsabor, una sutil desilusión que se lleva en lo más profundo de uno mismo, y que repercute de alguna forma. Estos elementos fueron los que Alex empezó a experimentar a temprana edad. Con el tiempo, las experiencias se repiten con ciertos matices, pero de alguna manera revelan un ciclo con un tono de rigurosidad…

Es como cuando lees un libro a los 17 años y, después de 10 años, lo vuelves a leer, y entiendes algo diferente, algo que nunca habías percibido. Es una experiencia que puede llenarte de “gratitud o de desilusión”. Así que, ten cuidado cuando te impresione algún joven escritor; quizás dentro de unos años, al leer ese mismo libro, solo te provoque desarrollar buen humor o un agudo y entusiasta sentido por el “raje”.

Así pretendo esclarecer la percepción de Alex: sus confinamientos, sus extravíos, sus esperanzas y su malsana decisión de entregarse a la bebida. Sin embargo, de alguna manera, su mentalidad se había vuelto evidentemente lógica. Aunque jamás se expresaba de forma frívola, empezó a sentirse con la desesperación por encontrar pocas oportunidades laborales, lo que lo llevó a una sensación de desesperanza absoluta.

Y en medio de esta desolación, su fuerza empezó a atraer a su vida a amigos que ya estaban habituados a sobrevivir sin actividades laborales conocidas, sujetos que se dedicaban a delinquir. Sin embargo, este camino resultó ser más duro que cualquier trabajo para Alex.

Adusto, con un corte de pelo rapado por los costados y una engañosa contextura delgada, caminaba medio encorvado, pero con una resistencia física tal que, cuando se ponía a correr después de haber sustraído alguno de esos teléfonos móviles que solía hurtar, las paredes se volvían árboles y el suelo encementado, se transformaba en un jardín áspero y blando, en que él se volvía más rápido que un leopardo.

De pronto, esas calles se convertían en una selva, y él creía ser algo parecido a un rey. Pero no lo era. De acuerdo con la fantasía de la “selva de cemento” y su equivocada “autopercepción como rey”, solo lo conducía a recordar que todo, todo, quizás sea una obra de teatro. Y en esa obra, siempre hay alguien que escribe el rol de los personajes, pero él no era ese escritor.

En medio de esta fantasía dantesca, quizás comenzó con el oficio que provenía de sus padres: actores callejeros. Gente rudimentaria, pero genuina, de buen corazón y excelente sentido del humor, sin embargo, de intelecto limitado debido a la falta de una adecuada formación en valores y principios morales. Esta escasez, originó desconocer ciertos límites que no se debían traspasar. Alex cruzó varios límites y terminó rodeado de ciertas amistades, conocidos como la "gentita fina".

A pesar de su habitual cautela, le gustaba exteriorizar tintes de poseer otra esencia (su alter ego), y esa otra esencia lo llevó a rodearse de los amigos indicados para sus nuevos rumbos: delinquir. Probablemente, esa otra esencia era su verdadera naturaleza.

Todo comenzó con pequeños atracos a quioscos, robando mercadería; luego, asaltó bodegas y, a medida que escalaba, se dio cuenta de que para continuar necesitaba armas largas, fusiles, etc. Fue entonces cuando se encontró con otra frustración: la falta de armamento le negaba las posibilidades de seguir en ese camino.

Un día, en el bar "Los Martillos" —llamado así porque los dueños eran los hermanos Martínez, quienes habían pasado dos generaciones al frente de una cantina legendaria, conocida como anfiteatro de ciertos asesinatos y grandes tertulias donde se reunían escritores de todas las categorías—, Alex tomó conciencia de una realidad diversa. En contraste con los actores, los escritores exhibían una personalidad más reservada.

Aunque Alex venía de una familia de actores, personas de una timidez inherente que se transformaban en “volcánicamente extrovertidos” mediante la acción corporal, los escritores representaban la contraparte. Mientras los actores se destacaban por su habilidad para expresar emociones de manera enérgica y física, los escritores recurrían al poder del verbo para manifestar sus sentimientos y opiniones. Mediante el uso del lenguaje, lanzaban indirectas y traiciones, reflejando rencillas o frustraciones.

El cultivo del arte verbal les otorgaba la capacidad de difamar, exagerar e incluso inventar palabras que solo ellos comprendían, mostrando así una pretensión evidente. Tenían una lengua destinada para “el raje”, una forma sutil y compleja de confrontación verbal que contrastaba con la expresividad más directa de los actores.

Por otro lado, estaban los músicos, quienes eran insuperables en bohemia, prolongando las reuniones hasta el amanecer, y más allá. Como si, en el fondo, hubiera un espíritu suicida que los unía.

Parecía que coqueteaban con la muerte, mostrando un deseo de que sus historias terminaran de una vez. Mientras que otros, con cierto sadismo, querían vivir más, aunque sus vidas fueran un infierno: un infierno con sus mujeres, sus padres, sus hermanos, o hasta con los vecinos.

Pero antes de hablar del infierno, deberíamos situarnos primero, especialmente en la capacidad neuronal propia. La capacidad neuronal no solo se refleja en la habilidad para solucionar dificultades, sino en la neuroplasticidad: "el poder de cambiar". En algunos casos, la gente no cambia sus vidas, no porque no quieran, —sino porque no pueden—. Debido a que esa carencia se debía a un tema genético, traumatológico o por el consumo de alguna sustancia…

Aunque Alex se encontraba en el centro de esos pequeños mundos, con sus respectivas “jefaturas, cuarteles o patrullas”, algo verdaderamente delirante o infantil; conceptos que, en términos vedánticos, no se alejaban en absoluto de la esencia |shudra o s͞udra| algo que, para los entendidos, no puede generar otra cosa que, lástima.

A pesar de todo, Alex se dio cuenta de que estos mundos no le servirían de mucho para planear un futuro atraco. Sin embargo, sus pasos lo habían llevado por malos caminos, el hecho de estar en ese bar reflejaba algo que en esos momentos no podía definir con claridad. Fue en una de esas visitas al legendario bar cuando, de forma involuntaria, escuchó una conversación inusual entre un poeta que siempre iba con corbata y un artesano que también era escultor.

Yo considero que Alex, al permanecer en ese bar y sentirse atraído por esas personas, reflejaba en cierta medida un nivel óptimo en su neuroplasticidad. Esta flexibilidad mental le permitía adaptarse a entornos distintos y encontrar en ellos un espacio de comodidad, incluso cuando sus amigos de fechorías ya lo habían abandonado; ellos preferían ir a bares donde había mujeres y música más actual. En contraste, el bar "Los Martillos" era un lugar donde simplemente no había música de fondo y rara vez se veía alguna mujer.

Aun así, Alex había encontrado familiaridad en ese ambiente; cada mesa, con sus parroquianos, ponía sus teléfonos móviles para acompañarse con música, lo que en conjunto creaba un ruido ensordecedor. Sin embargo, de alguna forma, este caos sonoro lo hacía sentir como en su antiguo hogar, cuando sus padres aún vivían juntos.

A pesar de que todo ese pasado quedó para él como fotografías en blanco y negro, todos los personajes de aquellas escenas eran entusiastas e impulsivos como una película muda llena de gestos y emociones intensas. Sin embargo, la vida de Alex había tomado un giro más oscuro, y ahora las imágenes en su mente se teñían de sombras y tintes de desesperanza.


La conversación que escuchó en el bar aquella noche despertó algo en su interior. Hablaban sobre el "Malleus Maleficarum" o "Martillo de las Brujas". que, según decían, se encontraba la primera edición guardado en vitrina  en la Biblioteca Nacional de Perú. Un obra valiosa de estudio, tanto histórica como económicamente, que había sobrevivido a los incendios y saqueos que arrasaron con gran parte del patrimonio cultural del país en épocas pasadas. Alex, aunque no lo admitiera, siempre había sentido una atracción por los libros, un vestigio de su infancia, cuando su madre le leía historias antes de dormir.

Esa noche, mientras el poeta y el escultor seguían hablando, Alex empezó a trazar un plan. Si lograba robar ese manuscrito, no solo conseguiría dinero para escapar de su vida actual, sino que también obtendría un tipo de redención personal. Una forma de demostrar, aunque fuera solo para él mismo, que aún quedaba algo en que podía destacarse, el robo.

El plan era simple en su concepto, pero requería precisión en su ejecución. Durante las siguientes semanas, Alex observó la Biblioteca Nacional, sus horarios, y sus pocos guardias, y por medio de la investigación por internet, se enteró de la existencia de un túnel subterráneo, construido hace décadas, que conectaba la biblioteca con un edificio cercano de estilo afrancesado con enormes tallados y alegorías que remitían a un  esplendor cultural y olvidado por la mayoría.

El día del robo, Alex se adentró en el túnel con una linterna y una mochila vacía. Mientras avanzaba, el aire se volvía más denso y el silencio era abrumador. Al llegar a la biblioteca, el túnel desembocaba en una sala de archivos antiguos, polvorientos y llenos de historias olvidadas. Con manos temblorosas, buscó entre las estanterías hasta encontrar el manuscrito del que tanto había oído hablar.

Lo sostuvo en sus manos, sintiendo el peso de la historia, el olor de esas páginas y una energía especial que no podía definir y por un momento, dudó. 

¿Estaré haciendo lo correcto? —Se lo dijo en sus adentros.

Sabía que lo que estaba a punto de hacer era ilegal y moralmente cuestionable, pero el deseo de escapar de su vida actual era demasiado fuerte. Con el corazón acelerado, guardó el libro en su mochila y regresó por el túnel.

Al salir, fue recibido por la oscuridad grisácea  de la noche limeña. Caminó rápidamente hacia su refugio, un pequeño departamento que se encontraba a dos cuadras de la plaza Italia, donde ya lo esperaban los intermediarios que le darían el dinero a cambio del manuscrito. Sin embargo, algo en su interior cambió al entregar el libro. Sentía que había traicionado algo más que las leyes del hombre; había traicionado la esencia de lo que alguna vez fue su niñez.

El dinero en sus manos no le trajo la satisfacción que había imaginado. Era un papel frío, sin vida, carente de la calidez y profundidad que había sentido al sostener el manuscrito. En su interior, algo se rompió definitivamente. Se dio cuenta de que, a pesar de su robo exitoso, había perdido algo mucho más valioso: su último vestigio de humanidad, su última conexión con su infancia y los sueños que alguna vez tuvo.

Alex, con el dinero en su bolsillo y un vacío en su alma, decidió desaparecer. Salió de Lima y nunca más se supo de él. Algunos dicen que terminó sus días en un pequeño pueblo, lejos de todo, viviendo en una soledad autoimpuesta, castigándose por un crimen que iba más allá del robo de un libro. Otros creen que encontró una forma de redimirse, devolviendo en secreto el manuscrito a la Biblioteca Nacional, sabiendo que era su único acto de justicia hacia sí mismo y hacia la memoria de su madre.

Sea cual fuere la verdad, el nombre de Alex se desvaneció con el tiempo, pero el manuscrito que robó, ese pedazo de historia, sigue siendo parte de la Biblioteca Nacional de Perú, un testimonio silencioso de una vida llena de errores y arrepentimientos, de un hombre que intentó escapar de sus demonios, solo para darse cuenta de que los llevaba consigo.

Y así, la historia de Alex se convirtió en una más, en esa larga lista de historias perdidas en el tiempo, dejando tras de sí solo un eco de lo que alguna vez fue, un eco que aún resuena en las paredes de la Biblioteca Nacional, recordándonos que la vida, como la historia, es frágil y llena de decisiones que nos marcan para siempre.  Siempre.

 

 

 

 

 

viernes, 9 de agosto de 2024

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Querido público de este espacio literario, quiero compartir mediante esta red social la grata noticia sobre las victorias y luchas de mi amado hijo y sus catorce añitos.  
Luego de ocho meses en el polideportivo, ahora nos encontramos en una nueva etapa con el camino trazado, y acompañado de nuevos profesores. Un trayecto que abrazo como su más fiel seguidor y consejero, vivo esta etapa al lado de mi amado hijo. Aunque a veces me distancio por temas circunstanciales, a veces soy como un águila que siempre lo observa ,.pendiente , pendiente, de cada uno de sus esfuerzos, luchas y logros. No existe bendición en mi vida que se compare con la dicha de contemplar sus alegrías.






 

miércoles, 7 de agosto de 2024

 

 

“Nunca llegarás a tu destino si te detienes a 

tirarle piedras a cualquier perro que ladre”.

martes, 30 de julio de 2024

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Tiempo devorador, embota las garras del león y haz que la tierra devore a su propia dulce prole, arranca los dientes afilados de las mandíbulas del feroz tigre y quema al fénix longevo en su sangre

W. Shakespeare 


sábado, 27 de julio de 2024

Relato breve de Enrico Diaz Bernuy. 2024 | Los sentimientos de Leonardo Dávila y sus futuras canciones

           Los sentimientos de Leonardo Dávila y sus futuras canciones

 

  En este negocio hasta que no crean que eres 

un monstruo, no eres una estrella.

Bette Davis

 

Todo comenzó con una racha de buenas conversaciones, pero el problema de estas experiencias es que al final te dejan con esa sensación similar a cuando visitas la tienda más bonita ¡y no compras en absoluto! Todo queda en la nada. Ya sea porque todo es demasiado caro, no encuentras algo de tu talla, o simplemente esos muebles no encajan en tu departamento.

Leonardo reflexionó que el divisionismo  (exitencia de grupos artisticos o literarios) su fragmentarismo en innumerables partes indican que en el arte y la literatura estamos en uno de los peores momentos. A pesar de las herramientas tecnológicas y los medios de comunicación digitales que todo el mundo maneja, parece que son instrumentos que de alguna manera han contribuido a desvirtuar la esencia del arte.

También tuvo que admitir que el exhibicionismo y el asumir roles que no corresponden al artista, como sustentar teóricamente una obra o persuadir a la gente de que se ha creado una pieza maravillosa o incluso una obra maestra, resulta en un escenario deplorable. Sentados, rodeados de aduladores, y aun así la estrella del show con una mirada insatisfecha, es sin duda un espectáculo decadente, un esperpento.

Luego se aferran a la ideología del "estilo", como si toda obra girara en torno a ello. Si aún no se han dado cuenta, crear un estilo es lo más sencillo del mundo. Imagínate que le dices a un pintor que a partir de ahora todos los cuadros que haga, en lugar de usar un pincel de cerdas, utilice una esponja que tiene un clavo en el medio. Y que solo se dedique a pintar cucarachas o piedritas de mar. Pues bien, el resultado es que tendremos a alguien con estilo. Entre la esponja y el clavo arañando a todos los lienzos por igual, inmediatamente sale una línea, un estilo. Pregunto, ¿crees que alguno de esos cuadros podría garantizar una profundidad de contenido? ¿Una obra maestra? Ya sabemos que no, pero intenta hacerle entender eso a un sujeto que se cree un dios y sabe muy poco de arte.

Se creen dioses porque tienen dinero para seguir exponiendo o publicando. No quieren aceptar que cuando fallezcan, lo cual será pronto o tarde pero siempre ocurrirá, no serán recordados ni siquiera por la vecina que vive al lado. O como decía Calderón de la Barca: "La muerte siempre es segura y temprana y no perdona a ninguno."

Pero la gente no quiere escuchar sobre la ley universal de la impermanencia, ya sea de su teñido cabello, su bonita nariz o su mirada profunda, pero opaca. O visitar una mal llamada "feria del libro" donde tienes que pagar para entrar. Con esa política no extrañaría que cuando llegue el Día de la Madre, se establezca que tienes pagar entrada para visitar a tu mamá. Es un culto encubierto a la decadencia, y es algo aplastante el mal gusto...

Prefiere pararse en el puente de algún río, ¡qué poético es eso!, o estar en medio de las multitudes donde todos se empujan, se rozan, se frotan y el olor a fritura de pollo impregna todo y despierta el apetito, una experiencia efímera —pero intensa—. Tan fugaz como el ronroneo de un gato y su impecabilidad.

Leonardo también sostuvo: "La pose triunfa", siempre lo ha hecho y siempre lo hará, y como Leonardo no habla para triunfadores con pose, por eso no tiene reparos. Decir estas cosas no está destinado a los grandes conferencistas; sé que decir la verdad, o su verdad, o ser sincero no es algo vendible (ser sincero no tiene pose). Pero nadie quiere encontrarse con las cosas reales, la gente quiere algo bien armado, bien maquillado. Se creen muy liberales y revolucionarios y cuando lees un libro de ellos, es evidente lo excesivamente asesorados que se encuentran. El artificialismo es evidente. No usan la palabra "terrorismo", usan "conflicto interno". Es como si te dijeran con la mirada: "cuéntame una buena historia aunque no sea real, pero que sea una buena historia".

Pero en esa época Leonardo tenía una amiga que estaba a cargo de representar una editorial y sus lazos de amistad hacia ella aún eran vigentes, por lo tanto no podía decirle todas estas cosas. A nadie le gusta ser aguafiestas. Al fin y al cabo, su amiga se había hecho más amiga de la esposa de Leonardo que de él, eso le quedó claro o quizás nunca fue realmente su amiga. Al menos eso es algo que no había visto antes. Muchos amigos de Leonardo le habían presentado a sus mujeres y Leonardo jamás se había hecho más amigo de sus esposas que de ellos. Es evidente un tinte gris, ciudad gris y cielo gris... pero en fin, la amistad no se ruega pero sí te deja en evidencia cómo son las cosas en estos aspectos de la vida social de estos mundos...

Inmediatez, superficialidad y brevedad en cada escenario, algo que no encontrarás en la magnífica obra maestra de la música "Parsifal" de Wagner o "Dazed and Confused" de Led Zeppelin, o en cualquiera de los versos del gran Dante.

No en vano medio salón lo tachó de insolente y a la vez de insignificante. Lo que ellos no sabían es que a cualquiera de ellos podía romperle las muelas, pero tenía que seguir fingiendo como un hombre de paz, un hombre de perfil bajo. Además, ya bastantes problemas familiares tenía en esa época. Su suerte con las mujeres no quería cambiar por nada del mundo. Pero a pesar de todo, una ex enamorada daba lo que sea por pasar un día completo con él. Mientras que otra ex quería verlo herido físicamente.

Probablemente ambas tenían razones válidas y, como siempre, el culpable de todo era él y aquella juventud que no siempre le sacó logros debido a que a veces son las circunstancias.

Por lo tanto, si en la juventud no estás guiado, las circunstancias forjan tu camino. Es también una cuestión de asociación (el entorno). Reflexionando sobre estas influencias, Leonardo recordaba una conversación con un viejo amigo, quien le habló sobre las enseñanzas del vedantismo. Según esta filosofía hindú, existen los "Tres Modos de la Naturaleza Material" que influyen en nuestra conciencia y acciones.

  1. Sattva (Bondad): Características: Pureza, conocimiento, armonía, equilibrio y felicidad. Efectos: Cuando predomina sattva, las personas son serenas, sabias y comprensivas. Están apegadas al conocimiento y a la verdad.
  2. Rajas (Pasión): Características: Actividad, energía, deseo, ambición y agitación. Efectos: Cuando predomina rajas, las personas son activas y ambiciosas, pero también ansiosas y con deseos insaciables. Están apegadas a los frutos de sus acciones y al placer.
  3. Tamas (Ignorancia): Características: Oscuridad, inercia, pereza, confusión y letargo. Efectos: Cuando predomina tamas, las personas son indolentes, ignorantes y desorientadas. Están apegadas a la negligencia, la inacción y la ilusión.

Leonardo tenía toda la apariencia de estar en la categoría de la naturaleza (rajas) "naturaleza de la pasión". Además, se dio cuenta de que estas tres condiciones innatas de nuestra existencia podrían explicar muchos de los comportamientos y situaciones que observaba a su alrededor. Aunque no tenía un conocimiento profundo de estas enseñanzas, la idea de que la vida estaba influenciada por estos modos le ofrecía una nueva perspectiva para entender sus propias experiencias y las de quienes lo rodeaban.

Sin duda, las tres condiciones innatas de nuestra existencia están destinadas a influir en nuestras vidas hasta que logremos trascenderlas. Sin embargo, Leonardo  tenía el conocimiento pero no la "seguridad" ni la perspectiva para concebir estas ideas (es un tema de conciencia).

Fue a través de nuestras conversaciones que nos conocimos mejor. Él, que era mi profesor en la universidad, y yo, su alumno, aprovechamos esa conexión para profundizar en nuestras vidas. Esta relación me permitió conocer a sus hijas, escuchar más de su historia y, juntos, concebimos la idea de una nueva escuela piloto sobre "el cultivo de sentimientos", a la que llamamos "El jardín de las canciones".

Enrico Díaz Bernuy

     






miércoles, 17 de julio de 2024

Relatos y versos para 2024

 Próximos Relatos: El gran almuerzo , La caballería de los chupamedias

 Reloj sin tiempo, la llamada y los mensajitos de la srta  Lopez

Envidia a forro, una sonrisa ecuestre. 

jueves, 27 de junio de 2024

Sobre la película MANCO CAPAC de Henry Vallejo 2024 (Está en youtube)

No me extrañaría en absoluto que la película Manco Capac logre ser una de las mejores de este  2024  y se gané asi,  un lugar en la historia del cine peruano, por la "profundidad de contenido". Un joven que viaja y busca a su amigo probablemente para recibir ayuda. debido a la expresividad del actor principal a pesar de su actuar taciturno  sin duda encarna y logra   gestos  de una persona al sentirse completamente decepcionado entre otros sentimientos. 

 En el rodaje hay  escenas fragmentadas, donde al espectador lo engancha,  (difícil logro).  La película es tambien un retrato perfecto de esta sociedad  actual,  al abismo...


Enrico Diaz Bernuy

lunes, 24 de junio de 2024

Tenacidad

Relato: EL LEGADO INTERIOR - Autor: Enrico Diaz Bernuy

El legado interior



Uno no viene al mundo con la intención de escribir un poema acerca de otro poema. Sin embargo, si este postulado fuese erróneo y en verdad las personas llegaran al mundo con un propósito determinado, como se dice, una misión secreta que la mayoría desconoce, entonces esta es la historia del señor Rubén Peña.

Rubén comenzó a creer en la audaz idea de que uno "no debe repetirse" y que la aspiración a la evolución es, sin duda, una de las acciones más nobles y de los caminos más difíciles. A menudo se desviaba de esa senda imaginaria que había trazado para sí mismo. No repetirse implica no replicar lo que hicieron nuestros ancestros, es también romper pactos, uno de los desafíos más arduos de la vida. La toma de conciencia sobre el legado de los ancestros ocurrió cuando tenía nueve años y estaba junto a su padre.

En aquella época, su padre solía cantar o entonar melodías de ópera todos los días, y cuando no lo hacía, encendía un viejo equipo de sonido donde siempre se escuchaba música clásica. En ese ambiente donde la música culta predominaba, los padres organizaban reuniones familiares en las que no solían integrar a sus hijos. Eran reuniones en las que ellos debían ser las estrellas, mientras que a los hijos los consideraban una compañía o adorno, como si no estuvieran a la altura de ser hijos. Tal vez, este fue el motivo por el cual algunos de sus hijos desarrollaron una limitada capacidad de sociabilización.

Rubén, uno de los hijos, había desarrollado a la fuerza una sensibilidad por la música y solía visitar la casa de su tía, una pintora. Como es habitual en la casa de los pintores, su hogar era como una galería de arte. Quizás esto afinó aún más la sensibilidad de Rubén, al punto de sentirse cautivado por las diversas tendencias artísticas que allí descubría. La tía era una señora proclive a la obesidad, pero de sanas intenciones en su discurso artístico. 

Lo interesante es que Rubén dio sus primeros pasos en el conocimiento del mundo con la música culta de su padre y las innumerables esculturas y pinturas de su tía. Cautivado de una manera que no podía expresar, absorbía esos mundos como una esponja. Mundos que, de alguna forma, iban de la mano, todo mediante la contemplación silenciosa fomentando el hermetismo de Rubén.

Mientras guardaba poco a poco un tesoro en su interior, el tesoro de amar al arte, el oculto encanto de esos universos no pasó desapercibido para su padre. Desde que Rubén tenía ocho años hasta que cumplió dieciocho, su padre siempre le decía una frase: "Por si acaso, solo los millonarios se dedican al arte. La otra opción es que no tengas mujer e hijos o que los abandones. Así que, para ser artista hay esas dos opciones. Por eso yo tuve que abandonar mi carrera de cantante, porque no quería abandonarlos a ustedes, y siempre he amado mucho a tu madre", sostenía con determinación.

Rubén nunca otorgó credibilidad a aquellas palabras; sin embargo, de una manera u otra, cada decisión en su vida quedó inexorablemente influenciada por una cierta distancia hacia cualquier proximidad con el arte, incluso hasta el punto de alejarse de su propia vocación artística.

Y fue mediante el distanciamiento entre padre e hijo que, de alguna manera, eso sirvió para que, por fin, Rubén tomara poco a poco un camino adecuado para el sacrificado sendero del arte y la literatura. En contra de todos los pronósticos que se le habían augurado, comenzó a redactar algunas estrofas de sonetos, rimas, versos libres y breves relatos.

Y es aquí donde empieza a esculpir el rompimiento del pacto, el pacto con los ancestros, en el que una  parte de Rubén se estaba revelando hacia el exterior de una forma prácticamente incontenible, a pesar de que él ya tenía una vida establecida, cursando una carrera universitaria. Paralelamente, estudiaba dibujo de anatomía, paisajismo, perspectivas, teoría del color, etc. Todo por su cuenta Su hermano mayor, riéndose, le decía: ¡¿Tú estudias en la universidad  o estudias  en bellas artes?!, en tono de broma pero con reproche.

Luego tuvo su primera enamorada, una morena a quien jamás olvidó, porque como en muchos primeros amores, el culpable de todo lo fallido "siempre es uno". Pero durante el tiempo que estuvo con ella, no tuvo muchas oportunidades para expresarle sus primeros versos; parecía que ella no era accesible o temía que se burlara. Luego a la segunda enamorada la pintó, y desde entonces comenzó a retratar a todas las que amaba. El problema surgió cuando una de ellas al terminar la relación, arrojó los cuadros en la puerta de la casa de Rubén. Fue un dolor que casi no podía describir en aquellos momentos. ¡Las otras le arrojaban sus manuscritos por la cara! jajajaja

No sé cómo, pero él ya se había acostumbrado a que le devolvieran sus manuscritos o sus cuadros. Ahora, al recordar esa escena que me contó con tanto dolor, la veo con cierto humor. ¡A él no le robaban sus cuadros o sus poemas, se los devolvían! Jajajaja. Al final, siguió pintando, pero mujer que tenía, mujer a la que jamás regalaba un cuadro; creo que aprendió la lección. Hasta que conoció a una que se distinguió de todas con las que había estado.

Lo interesante de su desarrollo es que rápidamente se dio cuenta de que, en el arte, lo que prima es el contenido, la profundidad filosófica que carecía su obra en aquella época, como si una parte de él aún fuera adolescente. Por cierto, atravesó una adolescencia sin grandes contratiempos ni complicaciones, a diferencia de otros que sufren una rebeldía incontrolable.

Con la pintura tuvo su primer llamado espiritual, un llamado que le hacía ver el vacío de su obra, la falta de esencia. Entonces, atinó de forma intuitiva a seguir aprendiendo mediante la realización de réplicas de obras maestras como las de Monet, Rembrandt, Da Vinci, etc. Incluso hizo esculturas en técnicas de baseado. El motivo de aprender a hacer copias era mejorar su técnica y, de paso, obtener algún ingreso. Después de esa breve temporada, decidió hacer las copias bajo pedido, pero quería dedicarse a pintar con su propio estilo.

Con la literatura tuvo un llamamiento existencial. Al principio, retrató su confusión, con escasos horizontes y poca profundidad, pero a pesar de todo, tenía algunas preguntas interesantes. Fue hasta que encontró un libro de colorida portada y, aunque no estaba preparado para comprenderlo, lo leyó de todos modos. Obviamente, no entendió nada; solo sintió que el libro era algo sagrado. Lo interesante de los libros es que prima la racionalidad, la intelectualidad, incluso en las obras maestras, como profundos laberintos en los que hay que trazar un croquis del paisaje de la obra o de los personajes. O enrevesados discursos y escenarios como "Rayuela", donde, al mínimo descuido, el libro te deja en un abismo. O frente a la esfinge de la ciudad de Tebas y su laberinto que solo es el reflejo de tu propia mente... Entonces, cuando un libro llega a tu corazón, es algo raro. De la misma manera en que algunas personas tienen la habilidad de llegar al corazón de los demás.

El libro era un canto épico y una cumbre del conocimiento trascendental, un conocimiento que exige un esfuerzo en nuestra conciencia, un culto a las preguntas que prácticamente no tienen respuestas (las mejores preguntas). Además, son preguntas que nadie quiere escuchar porque no están preparados para las respuestas, ni para escucharlas, mucho menos para creerlas. Sin embargo, en el papel de cada página estaba todo dicho. En esos momentos, cuando el libro llegó a la vida de Rubén, coincidió con la llegada de su nueva amiga. Él quería compartir su felicidad (el libro) con ella.

No estaba seguro de leerle algunas partes del libro o de prestárselo, porque en una de sus páginas señalaba que asesinar a ciertas personas era un acto lícito y, en algunos casos, un “bien para la humanidad”.

Sin duda, asimilar un concepto depende de la experiencia de cada persona, de su conocimiento adquirido por la lectura o de las lecturas de sus vidas pasadas. Estas ideas jamás las entendería, lo tomaría por loco o alguien que, en probabilidades o en constancia, el universo mental deviene en los conocimientos del ser, y lo que uno ignora queda claro que no existe para uno. Entonces, el Uno se resume a los conocimientos, el universo se resume al tamaño del saber de cada quien. A pesar de que en aquella época Rubén solo había leído la primera mitad del libro y ella lo desconocía por completo, le resultaba bastante difícil hablarle de lo que le estaba cambiando la vida.

Llevaba una vida secreta, la cara oculta de su existencia, en la que se iban tejiendo lazos sensibles con el autoconocimiento espiritual, las acciones almáticas, kármicas, etc.

En resumen, la única forma en que algo ocurriera entre ella y Rubén era que ella leyera el libro. Pero él tampoco estaba dispuesto a que ella no lo comprendiera. Había una parte de Rubén que no quería correr el riesgo de perderla. Al fin y al cabo, la historia entre ella y él recién comenzaba, recién se hacían amigos. No quería arriesgarse a que leyera el libro y le dijera que no entendía nada o no sentía nada; eso sería realmente peor. Eso lo desilusionaría por completo, tenía que prepararla.

Sabía que, si ella percibía eso, no dudaría en alejarse, quizás por la misma razón por la que jamás hablaba con sus amigos sobre ese libro. Y en eso coincido con Rubén, porque hay libros que logran espantar a las personas de estos tiempos. Además, Rubén venía de varias relaciones basadas en la desconfianza y una autosuficiencia imbécil que aún no había solucionado en su vida.

Sin embargo, lo único que tenía claro en esos momentos era poder entender ese libro. Después de muchos años, llegó a la conclusión de que debía escribir un poema sobre ese libro, siendo esa la única forma de llegar al alma de la obra mediante la poesía. Y fue así como su amiga se sumó al entendimiento, aunque ella no participaba en ese proyecto. Fue la primera en decirle: "Sabes, creo que algún día podrías escribir un libro."

 Desde aquel momento se desató un abrumador hambre por resolver una verdad que lo contenía en secreto en una vida con ciertas libertades pero perdido, amado pero  ausente y si  Rubén  logró algo con el arte es hallar esa esencia que a él le tocó  experimentar. La esencia que él percibió; “la entrega”,  la entrega al trabajo, entrega a la disciplina, entrega a la devoción por el camino de decir algo valioso, entrega a la soledad. Algo que pueda ayudar a alguien o algo que le habrá los ojos o el corazón a alguien.  Al fin y al cabo la risa es lo que dura un orgasmo. Lo interesante es que para algunos, decir algo importante o valioso a veces es aterrorizar a los demás o espantarlos y un camino asegurado quedó para su nueva vida y sobre todo, tenacidad.  Tenacidad.

Enrico Diaz Bernuy

jueves, 13 de junio de 2024

2015



El eficiente termómetro o la kgb de estos tiempos digitales (facebook) me notificó un recordatorio
fotográfico. Y me hizo recordar tambien que mi vida social no va en aumento, creo...,  jajajajajajaja.  
 

martes, 28 de mayo de 2024

Juguemos a los siempre y a los nunca ¿oki?

 

Nunca serás criticado por alguien que hace grandes cosas,

 siempre serás criticado por alguien que hace menos cosas que tú. 


                                                                                                                            ojo

jueves, 23 de mayo de 2024

23 de Mayo

En la madrugada del día de hoy, tuve un sueño que jamás había tenido anteriormente, hay algunas cosas que se pueden contar y otras que no se pueden decir.Casualmente las cosas que se pueden decir es la parte que jamás había soñado antes en mi vida. Así que para los que siguen este blogg comparto esta experiencia.

Me encontraba en compañía de unas personas que recién había conocido y mientras que ellos se ponían a conversar y yo cada vez me alejaba de ellos, ahí ensimismado en mi silencio saqué  de un bolso unas cartulinas y me puse a pintar.

Soñé que estaba pintando !!Recuerdo claramente los colores , el óleo, el acrílico , todo al detalle y ellos me pedían que querían pintar conmigo así que les invite  la pintura como si se tratara de bocaditos , así como los niños te piden canchita popp corn, así ponían sus manos y yo les daba esas sustancias gelatinosas sobre sus manos que eran mis pinturas.Para mi es un sueño raro, pero me dejó cierta gratitud que en este instante no puedo definir.

Soñé que estaba pintando !!!


Redactado desde mi cel. Saludos 

viernes, 17 de mayo de 2024

domingo, 12 de mayo de 2024

Cuento: EL CANTO DE LAS TORTUGAS. Autor: Enrico Diaz Bernuy


Frases clave: perder el gusto al show/ el paso desapercibido te abre caminos.crítica social, crítica cultural A más bohemia más apoyo por los colegas/ alguien puede vivir de las opiniones. En el mundo de la exhibición / ya no importa si escribes un libro ya no importa si piensas algo importante ahora te llaman poeta sin haber publicado nada. Hablar de espiritualidad es insano para los materialistas, los superficiales. Añadir a la idea anterior que ocurre lo siguiente: la gente se aburre de todo, todo. El espíritu mercantil moldea la edición literaria y la esencia del espíritu de estos tiempos es el show. (lo que vende es la pose, el alter ego, caretas) que son vivo reflejo de una sociedad enferma, herida  o sin escrúpulos,  así es el Perú


&

El canto de las tortugas

 

 El dolor se dice por un grito o por el silencio

Pizarnick

En un tranquilo bosque rodeado de  turbias praderas con colores verdes opacos, vivían dos tortugas llamadas Rodo y Bolo. Eran amigos desde que tenían memoria, pero el tiempo y las distancias los habían separado. Distancias que fueron formadas por una suerte de creencias familiares, complejos y distintas escalas de valores o de moral.  Actos inmateriales pero que obran en gran medida en las relaciones sociales. Lo crucial entre ellos es que se conocieron al borde del río Marañón , por   la primera quebrada donde crecían unas flores diminutas de color gris con blanco.

Entonces luego de los años y de la distancia entre ellos en una tarde soleada, mientras Rodo exploraba el bosque, se topó con una tortuga familiar: ¡era Bolo! La emoción de su reencuentro fue inmensa, y entre abrazos y risas decidieron emprender una aventura juntos como si en un acto de revelación sentían ambos con mucha determinación que el azar había jugado en buena forma para  su encuentro pero con un  fin determinado, y de eso no tenían dudas.

Ambos compartieron historias de sus vidas durante su caminata. Rodo le contó sobre su trabajo como jardinero, y su afán por la literatura mientras que Bolo habló sobre su experiencia como cuidador de un estanque de nenúfares y sus sueños de ser un gimnasta olímpico.

Pero lo más sorprendente fue cuando Bolo  mencionó una de sus fantasías que es la de subir a un árbol.


—¿Subir a un árbol? —exclamó Rodo sorprendido—. ¡Eso suena inaudito para una tortuga como nosotros!

Sin embargo, la idea capturó la imaginación de Rodo, y ambos se dirigieron hacia el árbol más alto que pudieron encontrar. Con esfuerzo y determinación, escalaban cada rama, apoyándose mutuamente en cada paso del camino. Rodo al aceptar de inmediato aquella idea era porque tamaña aventura de alguna u otra forma le daría motivos para escribir algo, y los temas profundos para la escritura no abundan. Rodo tuvo el presentimiento que seguir los sueños de su amigo,  que en cierta medida a su óptica interpretaba  cierta implicancia de alguna autonomía individual. 

Entonces mientras ascendían, compartieron sus pensamientos más profundos sobre el amor y el trabajo. Tácticas  a ciertos intentos a conocer algo sobre la vida o sobre  ellos mismos. Pero las anécdotas de Rodo siempre terminaban pintándolo de cuerpo entero como muy listo, muy criollo, esos que los amigos son lo que siempre le sobra.

Fue ahí cuando Bolo sin guardarse nada y apelando a su ingenua sinceridad le dijo:

“Si vas a  contar la historia será mejor que cuentes la verdad, de lo contrario quedará en tus versiones como temas  inacabados, y eso revela de alguna manera como una especie de   respaldo la existencia de una necesidad imperiosa de “crear”  una verdad inventada que propicie en alguna forma tu  subsistencia.

Probablemente la verdad como tal, no favorezca tu ego.  La verdad inventada que en tu caso “es prácticamente un hecho” también refleja un recurso para sustentar tu actividad. Por otro lado,  eso refleja y ya está bastante demostrado que las “verdades inventadas” son meros mecanismo para la propia subsistencia, sea  social, subsistencia económica, subsistencia laboral etc. Incluso todos sabemos que se puede sobrevivir a grandes catástrofes bastante traumáticas  únicamente  inventando verdades. Pero al final del día te miras al espejo   y ves en lo que te has convertido, te aceptas sonríes ( pero sin mirarte al espejo) y ya no quieres recordar tu niñez.” 

Rodo le respondió:  no entiendo porque tienes tanta dureza en tus palabras, no sé en qué momento te has vuelto en alguien tan estricto.

Yo no te recordaba así. —Exclamó.  Tú y yo éramos amigos y ahora te escucho con enorme atención para entender que ya no sé en qué quedó aquella vieja amistad. En donde tu calidez te diferenciaba de todas las demás tortugas. Ahora reflejas cierta perspicacia y severidad, nada más.

 En esos momentos ellos ya estaban cerca al árbol que Bolo había elegido  trepar. Y sin que eso interrumpa la conversación Bolo le dijo: Te voy a contar una historia en donde podrás ver que yo no poseo 500 amigos como tú crees. Espero que con esta historia veas y vayas mas allá por qué soy así.

Todo comenzó con un sentimiento de lástima que experimenté, en cómo una historia más de talento perdido, “talento desperdiciado” se iba poco a poco por las quebradas de un  río.

Por donde se empolvan la nariz con esos polvos blancos que lo único que hacen es  ennegrecerte.   Del joven que te hablo  ya no era tan joven como él creía sentirse, probablemente cargaba sobre su ego los mismos fracasos que cualquiera de nosotros podemos poseer: fracaso con su madre, fracaso con su mujer, fracaso con su barrio, fracaso con su trabajo y la lista puede continuar. Pero no todos enfrentamos el fracaso de la misma forma. Además quiero dejar claro que no deseo satanizar ni encumbrar al fracaso como algunos quisieran. Todos sabemos que hasta del fracaso se pueden hacer un culto,(la pose) y un negocio incluso, por lo tanto sería menester el cuestionamiento.  Ahorita lo único que hago es hablar sobre mi dolor, en que una parte de mi corazón se rompía porque estaba completamente seguro que yo no podría rescatar a ese joven músico que incluso alma de poeta tenía. En suma, era un artista pero ni él mismo lo valoraba, ni se daba su lugar. 

—Rodo le dijo: ¿y que más pasó con esa joven tortuga?

—Bolo respondió:

Luego de presenciar ese escenario a mí me entraba una depresión mortal, una tristeza que por lo menos me duraba cuatro días en los que no quería leer, mucho menos escribir. A veces me salvaba un poco pintar para salir de ese naufragio silente.  Recurrir a los programas cómicos se vislumbraba como una opción cada vez más próxima, encontraba en esos espacios un lado que no había en mí. Pero luego que experimentaba este tipo de sentimientos  llegaba a la misma pregunta:

—¿Cómo es que sus amigos más cercanos,  no hacen nada por él?

O también   me decía que si estaban todos ahí es porque todos llevaban a cabo el mismo o similares consumos, aunque ellos carecían de la descarada imprudencia de drogarse frente a mí." No creo que sea por respeto, simplemente temen que algún día vaya a decir algunas palabras sobre ellos, creo que en ese sentido era algo amenazante mi presencia.

Saben que a mí nadie me amedrenta. Entonces la complicidad era algo que delataba la realidad del grupo porque al fin y al cabo ellos eran una cofradía.  Un club de toxicómanos en búsqueda de la liberación en que buscaban en el arte una vía para purificarse, (probablemente) algo que los hacía “sentir grandes”, (probablemente).

Grandes en el sentido de alcanzar algún tipo de grandeza social, porque en el fondo todos buscaban alguna nota en el periódico o tv. Por otro lado, delataba en cierto aspecto un rasgo completamente antiartístico.  O de pronto yo no estaba tan adecuado a estos tiempos y cómo funcionan las cosas.

Pero los años pasan y por más infantil que se crean empiezan a procrear, empiezan en abandonar mujeres, o abandonar hombres etc. La palabra abandono empieza a tomar un papel a nivel de nudo gordiano.

Yo quería visitarlos pero ya en forma repetida había experimentado esas secuelas de mi sutil depresión, esa tristeza como una tormenta oculta que nadie sabía, ni a mi pareja se lo contaba.  La peor de las depresiones es aquella que pasa desapercibida por todos. Y yo me había vuelto un experto  ocultando esta clase de  desolaciones y me había adecuado como quien te acostumbras a algo que en el fondo sientes que no te hace nada, —pero si te hiere—.

Yo no podría contarle este tipo de cosas a mi pareja. Ella parecía  vidente, casi siempre sabía todo lo que vaya a ocurrir por lo tanto, en ese aspecto era enojona  conmigo. Además yo no podría contarle nada porque era muy difícil encontrar las palabras para describirle cuanto dolor me causaba.

También sentí que ella lo sabía todo, solo que jamás me prohibía algo, tenía mucha madurez en ese sentido.  Quizás debido a que  me de tanta libertad (o confianza) lograba con eso es que yo jamás la abandone.

Entonces mientras que contemplaba cómo se drogan mis amigos o a los que yo estimaba como amigos. Era un dolor de mierda, que ni con todo lo que he leído podría convencerlos, es que yo no soy terapeuta ni mucho menos predicador.

Y lo primero que se me viene a la mente es haber experimentado una inhabilidad para resolver sus conflictos existenciales que los llevaban a tales decisiones o mejor dicho,  tales adicciones. Después entendí que el destino undergraund en la mayoría de los casos por no decir en todos, es morir en su ley como el gran Marcos L. Lo diré de  nuevo, no pude hacer nada por ellos. Recuerdo que una vez a uno de ellos les hablé un poco sobre los upanishad, él miraba al vacío y no paraba de hacer sus cosas… Inmediatamente tragué mi saliva como si fuera una medicina y sentí que mi propia saliva era más amarga que un veneno.

Era como si estuviera absorbiendo lo que él vivía de alguna u otra forma a nivel psíquico y me sentí manufacturado para el suicidio, gracias a Dios todas estas horrendas sensaciones luego se me pasaban. Solo deseaba tomar una copa más, era en esos momentos donde necesité alcohol para bajar ese amargor de mi saliva,  y que la bebida espirituosa propague un poco de frescor a mi boca, la purifique.


Así ocurrió aquella escena que apenas puedo relatar 
y ahora que lo digo todo, con gran dolor y nostalgia y sobre todo; culpas. Siempre los quise y quizás ellos siempre lo supieron, no lo sé. 

Rodo respondió:

—Sin lugar a dudas me has dejado con una sensible historia digna para desarrollarla en algún texto literario pero también me traes a la memoria cierta experiencia similar  que tuve. Claro que en tu caso, tú no soportaste tales escenarios. En mi caso prefiero no entrar en tantos detalles, pero si me gustaría ir de frente  a mi conclusión: Si alguien me recuerde que sea por las obras que escribí, o los cuadros que pinté y no por haber pertenecido a  algún colectivo literario que de ninguno puedo sentir alguna satisfacción. Porque encontré la hipocresía y competencia, pero no cualquier competencia, sino competencia desleal y ese sentimiento derogó cualquier esperanza en que la amistad se renueve o madure. Simplemente la ruta definía en una situación donde habían diferencias irreconciliables. Así que distancias a parte los hechos eran los hechos, y yo ya no era el mismo de antes.  

Recuerdo cuando idealizaba aquellas viejas fotografías donde salían los grandes autores juntos como si fueran partidarios de algún tipo de asociación, como si toda esa escena fuera hermandad. Dali, Bretón, Eluard etc. Crecí con esa imagen mejor dicho, con esa creencia en la que creía “que quizás era la vida” que verdaderamente anhelaba, pero ya veo que con el tiempo y sus premisas me dejaron el sabor de cuestionarme que en verdad la vida sea liberarme de la vida misma.  De la vida tal como la conocemos, —la tragedia como fin—. Será que estamos aquí no solo para alcanzar este árbol del que anhelas, ¿como si fuera un diploma? ¿es eso la vida? ¿es eso de lo que queremos alcanzar o es eso de lo que queremos liberarnos? Pues llegar a estas preguntas sobre los hipócritas, sobre los competidores, los envidiosos. Siento que me volví peor que todos por eso mantenerse al margen. A la distancia es quizás la alternativa más sana ante uno mismo en enfrentar esta clase de voces, no sé cuanto tiempo me tomará volverme como era antes, a como jamás debí cambiar, quizás sea esto parte de mi evolución y quizás ellos vivan lo que necesitaban experimentar, al fin y al cabo en esta vida nada es permanente y los bits (unidades binarias ) navegan en maya siempre para las constantes trasformación de nuestro Ser de acuerdo a lo que hagamos… Así que por el momento tengo bastante trabajo en rescatarme a mí mismo retornando a cómo antes fui.

‹‹Parece que Rodo y Bolo  se habían olvidado por completo que habían llegado al árbol y que al tenerlo frente a ellos no paraban de hablar sus conquistas o sutilmente el orden fenoménico de sus incapacidades o sus decepciones o anhelos… En mi caso siempre lo consideré como una eficiente práctica para perder el tiempo, “entrar en debates” que no tienen ninguna trascendencia para mi presente o futuro. Y quizás ellos pensaban lo mismo, porque jamás  percibí en Rodo o Bolo algún intento de cuestionar al otro. Simplemente era una exposición de ideas no era imposición de ideas. Sin duda imponer ideas tiene que ver con el mal gusto e influencias familiares. También luego de recordar a Rodo y Bolo entendí que hay cosas que son partes de ciertos capítulos en tu vida así como en un libro, así tal cual. Y pues uno debe escribir mirando hacia adelante, hacia las circunstancias presentes o escenarios futuros y no en “dimes y diretes” sobre un momento que existieron ciertos valores. Entonces para cerrar el tema de las formas eficientes para perder el tiempo o perder energía en temas sin trascendencia. Quizás me había hecho acreedor de cierta tecnología para sobrevivir a tales escenarios o tales personajes, pero pensándolo bien toda tecnología jamás es neutral ni tampoco posee ética››.

Tortugas Trepadoras !!


Rodo y Bolo concluyeron su conversación, quedando frente al imponente tronco del majestuoso árbol. Luego con unos sonidos guturales que Rodo inició surgió una bella melodía, llena de arpegios suaves y fluidos en unas notas que creaban y generaban una sensación de ligereza y delicadeza. Y así uno escaló tras el otro y cuando llegaron a la rama más alta, ambos miraron el horizonte y ambos ya entonaban la misma canción. Pero luego quedaron callados al ver que se incendiaba la pradera donde estaba toda la comunidad de tortugas y otros animales. Ellos al ver que ya no podían bajar de esa altura quedaron inmóviles en absoluto silencio.

 

 

Enrico Diaz Bernuy